Terroristas
S¨ª, lo afirmo rotundamente: son terroristas, que act¨²an para infundir miedo y crear angustia interior; es la se?al m¨¢s clara de que la raz¨®n no los asiste. Act¨²an adem¨¢s como los cobardes, que se esconden bajo unas siglas o, como estos d¨ªas (19 de octubre) ha sucedido, ocultan su persona bajo un pasamonta?as.
Ha ocurrido en la Facultad de Filosof¨ªa de la Universidad de Barcelona. Ocho j¨®venes con la cara cubierta, como los eta-rras (y en eso son como ellos), han llenado de pintadas y de carteles los alrededores del aula, donde el profesor Francisco Caja, presidente de Convivencia C¨ªvica Catalana, impart¨ªa su clase. Y no s¨®lo eso, sino que luego, despu¨¦s de fotograf¨ªar "el cuerpo del delito", han destrozado la puerta de su despacho, clavando dos barras e inutilizando la cerradura con silicona. Al doctor Caja le acusan, adem¨¢s de ser el responsable de haber impugnado los reglamentos de las universidades Rovira i Virgili y de la Pompeu Fabra, de haber propiciado la visita a Catalu?a de anticatalanes (palabra-muletilla, cuando no hay argumentos ni razones) como Alejo Vidal-Quadras, Fernando Savater y Gotzone Mora. Resulta chocante que quienes act¨²an como los "muchachos" de los Fasci di Combattimento llamen feixista al se?or Caja ?Saben estos "chicos" lo que dec¨ªa Mussolini en el peri¨®dico Popolo d'Italia que ¨¦l mismo fund¨®?: "Ante todo, declaramos de nuevo que la violencia no es para los fascistas un capricho o un deliberado prop¨®sito. Es una necesidad quir¨²rgica, una dolorosa necesidad". Le llam¨¢is adem¨¢s "enemigo de Catalu?a" y "enemigo del catalanismo": lo mismo que hac¨ªa el Duce en Italia: hacer patria por encima de todos los convencionalismos y por cualquier medio, pero sobre todo sembrando el terror. Se han inventado una patria, olvidando que estamos en Espa?a y que hay libertad para elegir el lugar donde uno quiere vivir. Por eso, resulta grotesco el Fot el camp que aparece en una de las pintadas.
Quiero decirles a estos "patriotas de pacotilla" que no se escon-dan, que aprendan a luchar por las v¨ªas democr¨¢ticas y a cara descubierta. Este episodio me ha recordado las palabras de Hitler: "Un partido que lucha fan¨¢ticamente por un orden nuevo tiene derecho a servirse de todos los medios, incluso los m¨¢s brutales". Los nazis actuaban as¨ª: atacaban las casas de los jud¨ªos, las llenaban de pintadas, romp¨ªan los escaparates de sus comercios, etc¨¦tera, para luego gasearlos en los campos de concentraci¨®n. Que sepa el se?or Caja, un hombre generoso y honrado, que hay mucha gente que est¨¢ con ¨¦l, que conoce bien su lucha contra la injusticia y su modo de proceder absolutamente altruista. As¨ª que, ?adelante profesor Caja! El que resiste gana.
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