Opel estornuda y se constipa Arag¨®n
El ¨¢rea afectada por la crisis de la planta de Figueruelas se prepara para otras actividades
Considerada la locomotora de la econom¨ªa aragonesa, la factor¨ªa de Opel Espa?a en Figueruelas (Zaragoza) -ahora General Motors de nuevo-, la crisis por la que atraviesa la multinacional en Europa ha provocado en la comunidad un estremecimiento al que no es ajeno nadie. La industria auxiliar vela armas mientras busca nuevos clientes y se desarrollan las zonas afectadas.
M¨¢s de un centenar de empresas, que emplean a m¨¢s de 6.000 trabajadores, dependen directamente de la multinacional en Figueruelas
La frase de uno de los trabajadores de la planta el d¨ªa en que regres¨® tras el paro t¨¦cnico de octubre y tras el anuncio de que se recortar¨ªa la plantilla en 600 personas es significativa: "Hay incertidumbre, angustia; no sabes si te tocar¨¢ a ti o al otro, pero sabes que a alguien le llegar¨¢". La angustia de ese trabajador se extiende por el corredor de quienes dependen desde hace a?os de la empresa y el temblor ha levantado la guardia de los que advert¨ªan que la dependencia de Arag¨®n de Opel no pod¨ªa durar eternamente. Diversificar es la palabra m¨¢gica, pero por ahora el futuro inmediato se escribe en clave de compromisos adquiridos de la industria con el territorio, y en la esperanza de la especializaci¨®n de una planta puntera en inversiones y en capacidad de producir.
Desde que en 1980 la planta automovil¨ªstica se ancl¨® en Figueruelas, sus efectos en el orden econ¨®mico y territorial de Arag¨®n han sido a la postre positivos, o al menos as¨ª lo defienden ya, y desde hace tiempo, sectores empresariales y sindicales. La factor¨ªa ha mudado el paisaje de varias localidades y comarcas de su entorno: no s¨®lo ha cambiado su estructura econ¨®mica, sino que ha dado un giro en su vocaci¨®n. Hoy muchos de estos lugares tienen a la actividad agr¨ªcola como algo casi residual. Los pol¨ªgonos industriales han florecido y la poblaci¨®n se ha afianzado y asentado en torno a estas localidades que vinculan su desarrollo al de Opel.
El autom¨®vil atrajo a las industrias de componentes y aument¨® la instalaci¨®n de proveedores en la comunidad, al tiempo que florec¨ªan las empresas de servicios. Y la dependencia aumentaba. Aunque el ¨²ltimo estudio sobre la industria auxiliar del autom¨®vil en Arag¨®n de Economistas Asociados y del Consejo Econ¨®mico y Social de Arag¨®n es del a?o 2000, se alertaba sobre la dependencia de ese sector de toda la econom¨ªa y se afirmaba que "la actividad de ensamblaje , junto a la industria auxiliar del autom¨®vil, conforman el primer complejo productivo de la econom¨ªa aragonesa". En esta primera evaluaci¨®n que se hac¨ªa sobre el sector se conclu¨ªa que "la cuarta parte del VAB industrial y la quinta de su empleo representaban el 7,05% del PIB de Arag¨®n y el 5,25% de su empleo, sin contar los efectos indirectos o inducidos".
Un estudio de UGT-Arag¨®n, fechado este mismo mes de octubre, analiza la situaci¨®n de los proveedores de Opel Espa?a en Arag¨®n. M¨¢s de un centenar de empresas -que emplean a m¨¢s de seis mil trabajadores- dependen directamente de la multinacional. En este grupo de empresas, que se localizan en una veintena de localidades, la mayor¨ªa en los alrededores de la planta, hay industrias de transporte, limpieza o mantenimiento, y algo m¨¢s de sesenta son fabricantes de piezas auxiliares para el autom¨®vil, pero la econom¨ªa de todas depende directamente de General Motors. Las cifras son elocuentes y hablan del aumento de esta ligaz¨®n: en estos momentos, 6.682 trabajadores dependen de los suministros a Figueruelas; 127, en r¨¦gimen de ETT; 2.260 son mujeres.
En febrero del a?o 2003, el n¨²mero de estos trabajadores era menor , 6.460; 527 trabajaban en r¨¦gimen de ETT; y las cifras descienden: en 1999 hab¨ªa 5.384, de los que 300 trabajaban en ETT. El aumento de la cantidad de ocupados en empresas auxiliares contrasta con la disminuci¨®n de trabajadores de la planta, que arranc¨® en los a?os ochenta con m¨¢s de 9.000 empleados, contando el turno de noche, que se implant¨® en 1987. Hoy la factor¨ªa cuenta en planta con 7.400 trabajadores, m¨¢s los 600 externalizados.
Horizonte con nubarrones
En la planta de Figueruelas se han realizado importantes inversiones. Del Meriva se fabrican 2000 unidades diarias tras un desembolso de 340 millones de euros. Ahora se ha iniciado una nueva cuenta atr¨¢s y para 2006 ya se habla de un nuevo modelo. Se han destinado m¨¢s de 400 millones de euros para preparar la planta con una nueva nave de pintura. La esperanza de los trabajadores radica en que ese es un seguro de vida, pero, de momento, se sabe que la producci¨®n se reducir¨¢ en un 8% y que se fabricar¨¢n 2.000 coches menos al d¨ªa -50.000 menos al a?o- para afrontar la crisis. Mientras tanto, los proveedores se agazapan confiando en que el temporal amaine. Y aunque el horizonte est¨¢ plagado de nubarrones, de momento no han notado bajas en la producci¨®n. Alcaldes de las comarcas afectadas aseguran que la sirena de alarma no ha sonado. El Gobierno aut¨®nomo apela a la responsabilidad de una industria que ha contado con ayudas y goza de una paz social envidiable y se han echado algunas redes para tejer otra tela con esfuerzos como la plataforma log¨ªstica de Zaragoza, la tecnol¨®gica de Huesca o el pol¨ªgono aeron¨¢utico de Villanueva de G¨¢llego.
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