Responsables y v¨ªctimas
Despert¨¦ el 6 de octubre con la escalofriante noticia del brutal asesinato de las dos j¨®venes polic¨ªas en pr¨¢cticas por parte, supuestamente, de Pedro Jim¨¦nez Garc¨ªa, y en ese momento albergu¨¦ diversos sentimientos; en primer lugar, una profunda compasi¨®n por las dos j¨®venes, una inmensa tristeza por las familias y un recuerdo por los casi 60.000 presos de las c¨¢rceles espa?olas, todos v¨ªctimas, en una u otra medida, de Pedro Jim¨¦nez.
A los dos d¨ªas los peri¨®dicos iban cargados de editoriales y art¨ªculos de opini¨®n que volv¨ªan a la carga sobre la ineficacia de las c¨¢rceles, las cr¨ªticas a los equipos de tratamiento, a los jueces y la necesidad de revisar la legislaci¨®n para evitar nuevos episodios como el ocurrido. Ante tal panorama, creo importante ofrecer, desde mi experiencia, algunas reflexiones que puedan servir para informar al lector.
Hay que hacer pol¨ªticas encaminadas a encontrar soluci¨®n a los problemas reales de las c¨¢rceles
- Resocializaci¨®n y reincidencia. Puede parecer una nimiedad, pero les aseguro que para la poblaci¨®n penitenciaria y los operadores del sistema no es una cuesti¨®n sem¨¢ntica. Los principios inspiradores de la Ley Penitenciaria 1 / 1979 (fue la primera ley de la democracia, aprobada por unanimidad y elogiada por la mayor¨ªa de penalistas y penitenciaristas europeos) establecen el concepto de resocializaci¨®n, seg¨²n Borja Mapelli Caffarena, como "un principio fundamental de humanizaci¨®n de la ejecuci¨®n de las penas, en virtud del cual ¨¦stas deben adaptarse a las condiciones generales de la vida en sociedad y contrarrestar las consecuencias da?inas de la privaci¨®n de libertad". Los estudios cient¨ªficos m¨¢s relevantes sobre la reincidencia nos indican que, sintetizando, reincide menos quien recibe un "tratamiento resocializador y terap¨¦utico" en el interior de la prisi¨®n y adem¨¢s se reincorpora paulatinamente a la vida en libertad mediante permisos de salida, r¨¦gimen abierto y libertad condicional.
- Tratamiento especializado e informes t¨¦cnicos. En l¨ªnea con lo expuesto, el Centro Penitenciario de Brians fue el primero de Espa?a que ofreci¨®, hace siete a?os, un programa integral de tratamiento para delincuentes violentos y sexuales. En todos estos a?os se han dado fracasos, pero tambi¨¦n muchos ¨¦xitos, de los que ahora nadie habla. Durante mi etapa de director de Brians vi como estos profesionales, con pocos recursos pero ilusionados, motivados, se implicaban en un proyecto que en m¨¢s de una ocasi¨®n trascend¨ªa lo exigible como funcionarios p¨²blicos. Quien trabaja con este tipo de poblaci¨®n se merece todo el respeto del mundo. Muchas veces, la mayor¨ªa de ellas, no se paga con dinero. Por eso cuando le¨ªa las declaraciones que pon¨ªan en boca de un juez de vigilancia penitenciaria -"volvimos a resolver en contra porque entendimos que los informes aportados no ofrec¨ªan garant¨ªa suficiente de que el interesado no pudiera volver a reincidir"-, no sal¨ªa de mi incredibilidad. Nunca, nadie, y menos por escrito, puede predecir la reincidencia. ?Ustedes conocen alg¨²n m¨¦dico que prediga la muerte o la cura absoluta de una enfermedad o dolencia? El juez de vigilancia penitenciaria de mi ¨¦poca ten¨ªa por criterio no aprobar permisos penitenciarios a delincuentes violentos y sexuales hasta que no hubiesen cumplido efectivamente las dos terceras partes de la condena. Parece ser que este criterio s¨ª ofrec¨ªa suficientes garant¨ªas de que el interesado no volviera a reincidir.
- Tratamiento individualizado frente a reformas legales. La experiencia demuestra que cada vez que ocurre un brutal delito -principal y exclusivamente contra las personas-, el C¨®digo Penal y el reglamento penitenciario se tambalean. La ¨²nica ocurrencia, b¨¢sicamente de los pol¨ªticos, es endurecer el sistema. Esta estrategia, denominada por la penalista Elena Larrauri "populismo punitivo", se ha demostrado que es una mala inversi¨®n a todos los niveles. Estados Unidos, con pol¨ªticas de endurecimiento del sistema penal y penitenciario, tiene el ¨ªndice m¨¢s alto del mundo de poblaci¨®n penitenciaria, con alrededor de seis millones de presos. All¨ª sigue creciendo la poblaci¨®n reclusa y se vulneran constante y sistem¨¢ticamente los derechos fundamentales de aqu¨¦llos. A mi entender, y al de otros muchos, la legislaci¨®n penitenciaria da las suficientes posibilidades de individualizar la ejecuci¨®n y el cumplimiento de la pena (principio fundamental de la legislaci¨®n penal y penitenciaria que algunos parecen olvidarse), ofreciendo a cada penado el proceso y los medios de cumplimiento acordes a su situaci¨®n individual, personal, social y familiar. No modifiquemos la ley, simplemente cumpl¨¢mosla. Cuando se ha modificado cualquier aspecto de la ley siempre se da un retroceso en detrimento de la resocializaci¨®n que afecta directamente a las condiciones de vida de los internos, se deteriora la organizaci¨®n ambiental y se frustran las expectativas de los que cumplen condena. El sistema pende de un hilo, recuerden lo sucedido, no hace tanto tiempo como para haberlo olvidado, en Quatre Camins. La respuesta pasa por individualizar realmente el cumplimento de la pena. Individualiz¨¢ndolo hacemos el sistema m¨¢s seguro y m¨¢s justo, acorde a lo que cada uno de los internos se gana y merece.
- Un solo responsable, pero todos c¨®mplices y v¨ªctimas. Una de las peores cosas que puede suceder es buscar cabezas de turco de la horrible muerte de las dos polic¨ªas. El ¨²nico responsable, si as¨ª se demuestra, es Pedro Jim¨¦nez Garc¨ªa. Pero en el fondo todos los implicados, directa e indirectamente, en esa historia nos sentimos mal. El sistema busca culpables y todos intentan pasar ese sentimiento de responsabilidad al otro, y esta actitud quiebra el sistema. Todos y cada uno de nosotros debemos plantearnos en qu¨¦ y d¨®nde fallamos, y asumirlo. Dise?ar y asumir pol¨ªticas, trabajar en conjunto, coordinada e interdisciplinariamente para encontrar soluciones reales a los problemas reales es mandato y requerimiento de un Estado democr¨¢tico, social y de derecho. Estado por el que muchos hemos luchado.
Andreu Estela Barnet es ex director del Centro Penitenciario Brians.
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