Un Athletic adormecido

Despu¨¦s de bailar al Parma en la UEFA, el Athletic se estrell¨® cuando ten¨ªa que bajar al barro para una faena mucho menos aseada. Es lo m¨ªnimo que exige el Albacete en su campo, una lucha cuerpo a cuerpo en la que el peor parado es el f¨²tbol. El encuentro de ayer fue feo por donde se mire, impreciso, trabado, s¨®lo resuelto a favor de uno de los dos en una acci¨®n a bal¨®n parado, un saque de esquina de Pacheco que Rub¨¦n Castro remat¨® solo, sin defensas a su lado y con Aranzubia pensando todav¨ªa si quedarse en su porter¨ªa o salir a por el bal¨®n. No hizo ni una cosa ni la otra, y acab¨® recogiendo el bal¨®n de la red.

El Athletic salt¨® al campo dormido y as¨ª sigui¨® hasta pasada la media hora, con una empanada que le dej¨® bloqueado de piernas y de ideas. S¨®lo Yeste parec¨ªa enchufado al encuentro, con continuos balones largos a las bandas y a Azkorra, sustituto de Urzaiz en virtud de las rotaciones de Valverde. En una de sus conexiones el delantero pein¨® un saque de falta y el bal¨®n roz¨® el poste izquierdo de Valbuena. Yeste lo intent¨® luego por su cuenta, pero acab¨® mareado despu¨¦s de su bonito zigzagueo en el ¨¢rea.

El gui¨®n del Albacete era de lo m¨¢s simple: bal¨®n teledirigido a las cabezas de Rub¨¦n, Pacheco y Momo. No parec¨ªa la mejor idea para poner en aprietos a los centrales del Athletic, acostumbrados a sacar brillo a la testa. C¨¦sar, Murillo y Casas se apa?aron para resolver la papeleta sin excesivas complicaciones, aunque el Albacete sigui¨® machacando con su idea. Una y otra vez. El tanto de Rub¨¦n Castro cuando mor¨ªa la primera parte recompens¨® su tozudez y reafirm¨® su concepci¨®n del juego. A falta de otra cosa, el Albacete se adelant¨® con un recurso sencillo pero efectivo. Y de paso premi¨® al ex del Deportivo, un delantero pele¨®n y pillo, al estilo de Tamudo.

Con el gol en el zurr¨®n, el equipo de Jos¨¦ Gonz¨¢lez se abrig¨® detr¨¢s de la pelota tras el descanso, m¨¢s que satisfecho con el bot¨ªn. Y el Athletic se estir¨®, claro. Yeste comand¨® la reacci¨®n en la segunda parte. Hubo m¨¢s intenci¨®n, s¨ª, m¨¢s ganas, tambi¨¦n, pero el mismo juego plano del primer tiempo por parte de uno y de otro. Al Albacete le serv¨ªa, no al Athletic, que tampoco hizo mucho por cambiar su cara. Jonan Garc¨ªa lo intent¨® con un disparo lejano que se escap¨® demasiado cruzado. La desgana era tal que ninguno de los dos conjuntos se atrevi¨® apenas a alcanzar las ¨¢reas con el bal¨®n controlado. S¨®lo la v¨ªa ¨¢rea parec¨ªa la permitida. Urzaiz, que jug¨® la media hora final, pudo empatar en el ¨²ltimo suspiro, pero su cabezazo sali¨® desviado. A¨²n entonces, el Athletic segu¨ªa como dormido.