"Madrid necesita m¨¢s polic¨ªas"
Pregunta. ?Qu¨¦ situaci¨®n se encontr¨® en Madrid cuando lleg¨® hace un a?o y medio?
Respuesta. Hicimos un estudio de c¨®mo nos encontramos y observamos que a finales del a?o pasado, mientras que la media nacional hab¨ªa subido un 4% en los ¨²ltimos cinco a?os, Madrid contemplaba un incremento del 23%, lo cual supon¨ªa una diferencia evidente en cuanto a carga de infracciones que se estaban cometiendo en Madrid. La poblaci¨®n se hab¨ªa incrementado en unas 700.000 personas y adem¨¢s la ciudad hab¨ªa cambiado de traje, se hab¨ªa expandido geogr¨¢fica y territorialmente. Sin embargo, nuestros efectivos eran pr¨¢cticamente los mismos. Despu¨¦s de este pron¨®stico hab¨ªa una gran alarma social en la calle, no s¨®lo producida por la peque?a delincuencia que estaba influyendo en el centro de la ciudad y en las zonas escaparates o de tr¨¢nsito de una ciudad, sino tambi¨¦n en los homicidios.
"Siempre he querido ser polic¨ªa, y a m¨ª me divierte lo que hago"
"Me preocupan los ajustes de cuentas de la delincuencia organizada"
"El a?o pasado hubo 76 homicidios, y en ¨¦ste, hasta la fecha, tenemos censados 40"
P. ?Qu¨¦ medidas tom¨®?
R. Se reorganiz¨® la Brigada de Polic¨ªa Judicial y se cubrieron todas las plazas. Se potenci¨® la Secci¨®n de Homicidios incorporando a funcionarios de la escala b¨¢sica y subinspectores, lo que les ha permitido trabajar con m¨¢s sosiego y dedicarle m¨¢s tiempo a cada uno de los casos. En este tema, nos preocupan todos, pero en especial los ajustes de cuentas derivados de delincuencia organizada, en especial internacional.
El a?o pasado hubo 76 homicidios en nuestro territorio y hasta la fecha tenemos censados 40. Somos conscientes de que muertes va a haber siempre en una gran ciudad. Lo que se ha pretendido es dise?ar una pol¨ªtica de ejemplaridad, que no salga gratis y que no quede impune el delito de forma que se desincentive a otros para que vean que no es f¨¢cil. En el cap¨ªtulo de ajuste de cuentas, ten¨ªamos 23 y este a?o tenemos nueve. Y todos est¨¢n resueltos menos uno.
P. Otro de los problemas son los homicidios por peleas.
R. S¨ª, se daban sobre todo los fines de semana en los lugares de ocio y esparcimiento, donde se mezclaba el alcohol y cualquier tipo de estimulante. La gente perd¨ªa el control, por cualquier causa se iniciaba una discusi¨®n y sacaban las armas blancas. Esto lo hemos combatido con una aplicaci¨®n estricta de la Ley de Seguridad Ciudadana, que nos permite las identificaciones selectivas y la incautaci¨®n de las armas blancas y de las drogas para que la gente se d¨¦ cuenta de que est¨¢ observada. Tambi¨¦n se ha creado un servicio de noche para atender la ciudad, que act¨²a donde se produzcan los problemas. Si el a?o pasado tuvimos 21 muertes por estas causas de peleas, este a?o tenemos 12.
P. ?Y c¨®mo est¨¢ ahora la inseguridad en Madrid?
R. En cuanto al volumen general de la delincuencia, part¨ªamos de una situaci¨®n no deseable, no buena. Ahora ya estamos en n¨²meros negativos, en casi un menos 3%, y se consolida la tendencia. Hay diferencias entre la capital y la periferia, donde sube un poquito con respecto a la primera. Este cambio de tendencia se puede consolidar si contin¨²a lo que la Delegaci¨®n del Gobierno y la Direcci¨®n General de la Polic¨ªa est¨¢n haciendo: el reforzamiento de los recursos humanos y materiales que se produce en los ¨²ltimos tiempos. De la ¨²ltima promoci¨®n, el 33% (502 efectivos) ha venido a Madrid. Hay un inter¨¦s porque Madrid tenga los medios para acometer los problemas complejos que sufre.
P. Entonces, ?cu¨¢l es el balance de este a?o y medio?
R. Si miramos cuando empec¨¦ a asumir esta responsabilidad y c¨®mo estamos ahora, yo lo calificar¨ªa de positivo, pero tenemos que mejorar mucho sobre los objetivos. Hay que tomar medidas organizativas, estructurales, para realmente tener una ciudad, que es la capital del Estado, de forma que tenga unas tasas delincuenciales similares a las del resto del Estado.
P. ?Cu¨¢l deber¨ªa ser la tendencia en los pr¨®ximos meses en el tema de homicidios?
R. No podemos bajar la guardia. Las secciones de la Unidad de Drogas y Crimen Organizado (UDYCO) tienen que estar potenciadas al m¨¢ximo. Hay una serie de factores que disparan las alarmas, como el famoso asesino del naipe o el de Noelia de Mingo en la cl¨ªnica de la Concepci¨®n. Pero fuera de estos casos, con buena dotaci¨®n, con servicios de inmediatez de tal manera que llegamos pronto al lugar, acotando el lugar y sabiendo qui¨¦nes eran los testigos y recogiendo las pruebas, efectos e indicios que permitan una buena investigaci¨®n, estamos en condiciones de hacer frente a ese reto.
P. Entonces, ?lo l¨®gico es que Madrid tenga entre 40 y 50 asesinatos al a?o o que se registren a?os como el pasado, con 99?
R. Si se producen circunstancias extra?as como en 2003 y se introducen bandas organizadas que no somos capaces de hostigar a tiempo, podemos tener un repunte de homicidios.
P. Una de las carencias que siempre ha tenido la Jefatura de Madrid ha sido la falta de polic¨ªas.
R. Desde luego, Madrid necesita m¨¢s polic¨ªas para frenar la delincuencia que sufre. Ahora mismo, estamos al 88,7% de lo que marca el cat¨¢logo de puestos de trabajo. Madrid absorbe el 21% de la carga delictiva de toda Espa?a. Si hablamos s¨®lo de las jefaturas de polic¨ªa, Madrid tiene el 27,85% de todo el territorio nacional, frente al 13,29% de Barcelona. Estamos padeciendo una situaci¨®n que viene de atr¨¢s. No ha existido una previsi¨®n buena y hemos perdido muchos efectivos que se han ido jubilando, mientras que la carga de trabajo iba en aumento. Ahora hay una especial sensibilizaci¨®n con Madrid y en unos a?os tendremos una plantilla adecuada.
P. ?Pero el cat¨¢logo de puestos refleja un n¨²mero de polic¨ªas suficientes para Madrid?
R. El cat¨¢logo actual se ha quedado peque?o, porque hay que reforzar las unidades de especialidad, por ejemplo las brigadas de Informaci¨®n, Judicial y Extranjer¨ªa, y a la vez la ubicaci¨®n geogr¨¢fica de nuestras comisar¨ªas ha quedado descolocada como consecuencia del crecimiento geogr¨¢fico y demogr¨¢fico de la ciudad. Por lo tanto hay que adecuarlo y llevar el servicio a donde los ciudadanos lo necesiten. As¨ª, se ha propuesto a la Delegaci¨®n del Gobierno desdoblar las comisar¨ªas de Usera-Villaverde, la de San Blas-Vic¨¢lvaro, la de Alcobendas-San Sebasti¨¢n de los Reyes y crear la de Barajas Pueblo por la proximidad del aeropuerto y la apertura de la nueva terminal.
P. ?Qu¨¦ opina de la Bescam?
R. Cualquier aporte de efectivos al tema de seguridad puede resultar muy positivo.
P. En su opini¨®n, ?c¨®mo est¨¢n funcionando los juicios r¨¢pidos?
R. Bien, aunque no se han cumplido las expectativas iniciales. Es un gran instrumento para luchar contra la delincuencia y ha contribuido a bajar el ¨ªndice de inseguridad que sufr¨ªa Madrid.
P. ?Por qu¨¦ se siguen haciendo redadas en los bares frecuentados por inmigrantes?
R. Redadas como tal no se est¨¢n haciendo. Lo que hay son ¨®rdenes de servicio en determinados puntos donde se haya detectado alg¨²n problema de inseguridad o que produzcan temas de amenazas, extorsiones o venta de drogas o incluso prostituci¨®n. Esa orden debe estar motivada y fundamentada. Nunca son redadas indiscriminadas, sino acciones policiales destinadas a controlar determinados grupos dentro de una masa.
P. Se ha especulado mucho sobre su cese o su pase a la empresa privada. ?Habr¨¢ cambios?
R. Los jefes superiores somos cargos designados por libre designaci¨®n. Llevo 11 a?os de jefe superior y he visto muchos relevos. S¨¦ que antes o despu¨¦s me tocar¨¢. Pero estoy muy a gusto en mi puesto y en una jefatura como Madrid, donde se sufre tanto estr¨¦s y tanta presi¨®n, no se puede estar ni obligado ni a disgusto, porque no te compensar¨ªa. Siempre he querido ser polic¨ªa y a m¨ª me divierte lo que hago.
"El 11-M me dej¨® impactado"
A la pregunta de ?c¨®mo recibi¨® la noticia y c¨®mo vivi¨® los atentados del 11-M?, el jefe superior de Polic¨ªa recuerda:
"Estaba en casa, cuando me llamaron. Eran las ocho menos diez. Pens¨¦ que se trataba de un homicidio, como hab¨ªa tantos en aquellas fechas. Entonces me dijeron que estaban explotando bombas en Atocha, aunque no me dieron informaci¨®n muy precisa. Llegu¨¦ en nada porque estaba muy cerca. Era una situaci¨®n dantesca, en la que la gente estaba recogiendo lo que quedaba tras las explosiones. Luego llegaron los tedax [t¨¦cnicos en desac-tivaci¨®n de explosivos] y nos sacaron de all¨ª y nos fuimos a la calle de T¨¦llez porque hab¨ªa mucha confusi¨®n. La informaci¨®n que ten¨ªa la recib¨ªa sobre el terreno y mi reacci¨®n era casi de incredulidad. Todos est¨¢bamos sorprendidos. En esos momentos, lo que te dedicas es a coordinar y a llamar a la sala del 091 y que todo el mundo se dirija a su sitio. Orden¨¦ que se pusiera en marcha la Operaci¨®n Jaula, del cierre de la ciudad; que despegaran los helic¨®pteros y que estuvieran listos los perros. La verdad es que no daba tiempo a reaccionar, porque la situaci¨®n fue muy grave".
"La reacci¨®n de la gente fue incre¨ªble. Los polic¨ªas se presentaron voluntariamente en las comisar¨ªas, en sus unidades especiales. La gente funcion¨® casi de forma autom¨¢tica, seg¨²n los procedimientos, y muy bien coordinados. Las primeras horas fueron duras porque ves las escenas de los cuerpos mutilados. No nos bloqueamos de milagro, porque las comunicaciones se colapsaron y la cadena de mando no pod¨ªa dar ¨®rdenes. Emocionalmente me dej¨® impactado. Es la experiencia m¨¢s dram¨¢tica de mi vida. Lo m¨¢s gratificante, la generosidad de la gente".
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