PSC e ICV piden que no se politicen las selecciones

Mientras los independentistas convert¨ªan la llegada a Barcelona de la selecci¨®n catalana de hockey en su fiesta, el PSC e Iniciativa Verds ped¨ªan que "no se politice" la batalla de las selecciones para su reconocimiento internacional. Los portavoces Miquel Iceta y Dolors Camats, respectivamente, expresaron el apoyo de sus partidos a las federaciones catalanas y subrayaron que es a ellas a las que compete elegir su ¨¢mbito de actuaci¨®n. La ministra de Educaci¨®n, Ciencia y Deporte, Mar¨ªa Jes¨²s San Segundo, felicit¨® a la selecci¨®n catalana por sus "magn¨ªficos ¨¦xitos" y tambi¨¦n expres¨® su "apoyo total a la selecci¨®n espa?ola".

Pero la pol¨¦mica pol¨ªtica sigue. El PP pidi¨® ayer la comparecencia del secretario general de Deportes, Jaime Lissavetzky, en el Congreso para exponer la posici¨®n del Gobierno sobre la participaci¨®n de selecciones auton¨®micas en competiciones internacionales. Seg¨²n el criterio del PP, dijo su portavoz adjunto, Vicente Mart¨ªnez Pujalte, "Espa?a tiene que competir como tal y no tiene sentido la presencia de selecciones auton¨®micas en competiciones oficiales".

Contra este criterio, el consejero de Relaciones Institucionales, Joan Saura, afirm¨® que la Generalitat es partidaria de que se considere la existencia de selecciones deportivas catalanas como "un hecho normal". El consejero se mostr¨® convencido de que la participaci¨®n internacional que ahora se ha iniciado se consolidar¨¢ y dentro de unos a?os "va a ser absolutamente normal".

No todo fueron coincidencias entre los partidos del Gobierno catal¨¢n. Acerca de un hipot¨¦tico enfrentamiento entre las selecciones de Espa?a y de Catalu?a en competici¨®n oficial, Iceta dijo: "?ste no es nuestro objetivo", y abog¨® por evitar que se produzca. "Lo l¨®gico ser¨ªa que en ese caso una de las dos selecciones desistiera a favor de la otra", apunt¨®, "y para eso tendr¨ªan que ponerse de acuerdo las dos federaciones". Contagiado por el ambiente de euforia deportiva, a?adi¨®: "Nuestro objetivo es ganar el campeonato mundial A".

En cambio, Saura sostuvo que el encuentro internacional entre una selecci¨®n espa?ola y otra catalana "deber¨ªa ser motivo de orgullo y no un problema". El hecho de que Lissavetzky afirmara el domingo en una entrevista que nunca se va a producir un encuentro deportivo oficial Espa?a-Catalu?a provoc¨® esta r¨¦plica de Saura: "Tras estas opiniones hay una incomprensi¨®n tradicional y cl¨¢sica para no dejar que ¨¦ste sea un pa¨ªs normal".

"No compiten Estados"

El secretario general de Deportes de la Generalitat, Rafael Niub¨®, ech¨® por la calle de en medio. Dijo que efectivamente nunca va a haber un encuentro Espa?a-Catalu?a porque "los que compiten no son Estados, sino federaciones". Puso como ejemplo que Inglaterra, Escocia, Gales e Irlanda del Norte tienen cada una sus selecciones propias y "se cuidan mucho de que una selecci¨®n no represente al Estado". Niub¨® destac¨® que con el esfuerzo que se desarrolla para conseguir la participaci¨®n de Catalu?a en el ¨¢mbito deportivo internacional "no se est¨¢ pidiendo la independencia ni entrar en la ONU".

Pero el hecho de que el presidente Pasqual Maragall aparezca en las fotograf¨ªas de la final de Macao junto a banderas independentistas ha provocado la alarma del secretario general del PP, ?ngel Acebes, quien lo calific¨® de "espect¨¢culo bochornoso". Acebes provoc¨® la respuesta del ministro de Industria, Jos¨¦ Montilla, que adem¨¢s de pedir que no se politice ni se desorbite la importancia de los acontecimientos deportivos, se?al¨®: "Alguien puso una estelada

[bandera independentista] junto a Maragall, y en ese sentido ser¨ªa preferible utilizar s¨ªmbolos que nos representen a todos, como la bandera catalana".

El l¨ªder de la oposici¨®n, el convergente Artur Mas, acudi¨® al aeropuerto de El Prat a recibir a la selecci¨®n de hockey y all¨ª pidi¨® a los socialistas que "no hagan caso de las cr¨ªticas del PP". Mucho m¨¢s agresivo, el diputado de CiU Felip Puig acus¨® a Maragall de "utilizar la tensi¨®n generada por la guerra de s¨ªmbolos para esconder el fracaso de su gesti¨®n".