La lecci¨®n innovadora de Irlanda
Los estudiosos de la innovaci¨®n a menudo citan a Irlanda por los logros alcanzados durante el ¨²ltimo decenio. Un pa¨ªs con menos de cinco millones de habitantes que parece haber basado su reciente ¨¦xito en un stock de personal cualificado, un apropiado r¨¦gimen de incentivos fiscales, un sector financiero fuerte, ayudas procedentes de la UE y donaciones filantr¨®picas. Todo ello se ha traducido en m¨¢s de 1.000 multinacionales establecidas en el pa¨ªs. Si bien ahora parece que el crecimiento econ¨®mico vuelve a la normalidad, queda pendiente una cuesti¨®n: ?Es Irlanda un ejemplo que otros pa¨ªses pueden seguir?
La interrelaci¨®n de factores en el proceso de innovaci¨®n -complejo, impredecible y con muchos actores implicados- genera una ecuaci¨®n dif¨ªcil de resolver. No est¨¢ claro si los logros de Irlanda son el fruto de la apuesta del Gobierno por la econom¨ªa del conocimiento o de la confluencia de una serie de circunstancias. Mi bienintencionada interpretaci¨®n es que la inversi¨®n estatal a finales de los noventa en educaci¨®n superior e I+D, partes importantes del sistema de innovaci¨®n, fue consecuencia de la determinaci¨®n de encajar el sector productivo irland¨¦s en una econom¨ªa basada en la innovaci¨®n. Por esta raz¨®n, el Programa de Investigaci¨®n en Instituciones de Educaci¨®n Superior (PRTLI), que ha invertido m¨¢s de 600 millones de euros en los ¨²ltimos cinco a?os, merece atenci¨®n. El PRTLI es solamente uno de los varios esquemas de financiaci¨®n de proyectos de I+D.
Recientemente la pol¨ªtica y los resultados del PRTLI han sido estudiados a fondo por un comit¨¦ internacional de evaluaci¨®n que presid¨ª. Aunque los efectos de la inversi¨®n en I+D no aparecen hasta pasados unos a?os, el estudio ya deja patente indicios de los beneficios de esta inversi¨®n.
La peculiaridad del PRTLI es que deja atr¨¢s la reciente (y liberal) ortodoxia seg¨²n la cual los Gobiernos deben financiar proyectos y no instituciones. En su lugar, hace hincapi¨¦ en el fortalecimiento de las capacidades institucionales y estrat¨¦gicas. Los fondos del PRTLI se asignan siguiendo una dura competici¨®n en la que las instituciones solicitantes deben exponer sus estrategias y unos planes para llevar a cabo sus objetivos. Desde luego, el PRTLI ha tenido que vencer dificultades ligadas a la evaluaci¨®n de los planes estrat¨¦gicos presentados. Los cient¨ªficos consideran relativamente f¨¢cil evaluar la excelencia cient¨ªfica del proyecto, pero cuando ¨¦ste alcanza la consideraci¨®n de estrategia los criterios resultan m¨¢s opinables.
Consolidar la capacidad investigadora a largo plazo y el desarrollo de masa cr¨ªtica en ¨¢reas prioritarias es un efecto de largo plazo que hace que dicho programa sea ¨²nico, previsor e innovador. Dado que las instituciones solicitantes son las universidades y los institutos de tecnolog¨ªa, solamente el hecho de introducir la cultura del pensamiento estrat¨¦gico en el sistema es ya un logro en s¨ª mismo.
El PRTLI ha resultado en una serie de nuevos centros de investigaci¨®n, necesarios dada la des¨¦rtica situaci¨®n de mediados de los noventa, y en la movilizaci¨®n de la comunidad cient¨ªfica y de las instituciones que han adoptado un enfoque profesional en cuanto a la organizaci¨®n de la investigaci¨®n, planificaci¨®n y gesti¨®n. Se ha potenciado la colaboraci¨®n (estrat¨¦gica antes que t¨¢ctica), ha aumentado el impacto de otras fuentes de financiaci¨®n y ahora Irlanda retiene m¨¢s a sus cerebros e, incluso, contrata cient¨ªficos extranjeros. Por otra parte la evaluaci¨®n ha reconocido que los lazos entre actores en el sistema de innovaci¨®n, en concreto con el ¨¢mbito empresarial, son todav¨ªa d¨¦biles y que la planificaci¨®n estrat¨¦gica de las universidades necesitar¨¢ ser continuamente supervisada y fortalecida.
Es dif¨ªcil contestar a la pregunta de si Irlanda lo est¨¢ haciendo bien. Me arriesgo a contestar que s¨ª, que est¨¢ caminando hacia una exitosa econom¨ªa del conocimiento. Pero el progreso depender¨¢ de la continuidad en la financiaci¨®n por parte del sector p¨²blico y en la participaci¨®n activa del privado.
?Podr¨ªa extrapolarse el PRTLI a la Europa de los 25? Dado que todos los sistemas de innovaci¨®n tienen diferentes din¨¢micas y estructuras es imposible dar recetas. Sin embargo, hay algunos pa¨ªses y regiones europeos que se enfrentan a situaciones parecidas a las que se enfrent¨® Irlanda a mediados de los noventa, cuando necesit¨® fortalecer a las universidades y la I+D que hab¨ªan luchado durante muchos a?os contra la falta de recursos. Es posible que Espa?a, como tambi¨¦n algunos de los nuevos estados europeos, tenga mucho que aprender en Irlanda. Tambi¨¦n, a escala europea, valdr¨ªa la pena examinar un proyecto innovador que promueva la solidez institucional y la estrategia.
Enric Banda es director de la Fundaci¨® Catalana per a la Recerca. Impact assessment report en www.hea.ie. Una versi¨®n de este art¨ªculo apareci¨® en Research Europe.
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