De la plaza Mayor al testamento de un 600
Las mesas redondas de ayer viajaron en el tiempo y provocaron algunas an¨¦cdotas, como la que cont¨® Juan Miguel Anto?anzas sobre la entrega a la f¨¢brica de un modelo Seat 600 blanco por decisi¨®n de un testamento, al explicar el difunto que era l¨®gico que el coche con el que hab¨ªa disfrutado en vida volviese a sus or¨ªgenes. No lleg¨® a ordenar su enterramiento con el coche, como dijo Vicente Verd¨² que se llega a hacer en Estados Unidos.
El historiador Hugh Thomas, bi¨®grafo de Eduardo Barreiros, moder¨® un encuentro con historiadores sobre la evoluci¨®n de la ciudad, desde Babilonia a Nueva York, en el que participaron los estadounidenses Lars Lerup, William J. Mitchell y Joseph Rykwert y la espa?ola Consuelo Varela, que explic¨® las ciudades creadas por los espa?oles en el Nuevo Mundo. En las ponencias se coment¨® desde la plaza Mayor como centro de estas ciudades a las fachadas de los edificios que con control digital se convierten en pantallas de superficies urbanas. Otros aspectos tratados fueron la extensi¨®n de la tecnolog¨ªa (Rykwert), los suburbios estadounidenses, con las megaformas que establecen, la movilidad desde el centro a las ¨¢reas residenciales y el deseo de aislamiento (Lerup) y las transformaciones de los edificios con las telecomunicaciones (Mitchell).
El escritor Juan Cruz moder¨® otra mesa redonda en torno a la ciudad de las artes y la ciudad de las letras, con las intervenciones de los artistas Cristina Iglesias y Eduardo Arroyo, y los escritores Mario Vargas Llosa y Juan Cueto. Los ponentes analizaron las ciudades ideales y las ciudades imaginarias que crean los escritores, sobre todo en la literatura y en el cine. Hubo alusiones al realismo literario de la ciudad de provincias (Cueto), al gusto por "una cierta inseguridad" en la ciudad (Vargas Llosa) y a la escultura como "una habitaci¨®n perdida" (Iglesias).
Babelia
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