"EE UU no est¨¢ dise?ado para soportar un resultado confuso"
"?C¨®mo est¨¢n los sondeos?". Es la pregunta que hace el candidato a sus asesores al levantarse, pero tambi¨¦n es el dato que los comentaristas valoran en sus an¨¢lisis y que los profesionales y adictos de la comunicaci¨®n y de la pol¨ªtica se intercambian sin cesar. Las encuestas tienen importantes limitaciones porque no recogen bien la opini¨®n de los nuevos votantes y de las minor¨ªas, porque est¨¢ prohibido preguntar a trav¨¦s de los tel¨¦fonos m¨®viles y porque no despejan la inc¨®gnita de la participaci¨®n. Roberto Suro pertenece a la direcci¨®n del Pew Center, uno de los institutos demosc¨®picos m¨¢s prestigiosos de Estados Unidos.
Pregunta. ?Cu¨¢nto hay que dejarse orientar por los sondeos en una situaci¨®n de empate t¨¦cnico?
"Los dos partidos se preparan para dar la batalla al estilo de Florida en 10 Estados"
Respuesta. Depende de c¨®mo se realicen. Hay empresas que hacen encuestas de seguimiento cada noche; otras, trabajan a m¨¢s largo plazo, y todas tienen diferencias en metodolog¨ªa, en la manera en la que tratan de decidir qu¨¦ muestras utilizar y qui¨¦n es el votante probable, el que adem¨¢s de coger el tel¨¦fono y responder realmente votar¨¢ como asegura. Si eso no ocurre, la opini¨®n no vale de nada. No hay una metodolog¨ªa perfecta.
P. No habr¨ªa tanta ansiedad con las encuestas sin esta aparente divisi¨®n del pa¨ªs en dos mitades.
R. Claro. Las elecciones en EE UU raramente son tan apretadas. Estamos tratando de ver resultados que oscilan en uno o dos puntos, y ahora mismo, las encuestas no pueden afinar tanto. El sistema a¨²n complica m¨¢s la predicci¨®n, porque el voto popular puede ir por un lado y el del Colegio Electoral por otro, como en 2000.
P. ?Puede suceder de nuevo?
R. Es muy posible que Kerry pueda ganar el voto popular y perder en el Colegio Electoral.
P. ?Y puede haber de nuevo caos si hay situaciones de empate?
R. Claro. Los dos partidos se preparan para dar la batalla al estilo de Florida en diez o m¨¢s Estados al mismo tiempo.
P. Es preocupante.
R. Uno puede imaginarse situaciones bastante preocupantes. Se puede pensar que Kerry gane el voto popular por un mill¨®n de votos, que no es gran cosa, o por dos millones, pero que el mi¨¦rcoles por la ma?ana haya un mapa electoral en el que en cuatro o cinco Estados hayan decidido por menos de un punto porcentual. En esos Estados habr¨¢ enredos legales y denuncias para revisar los votos. No digo que vaya a pasar, digo que existe la posibilidad de que haya una crisis constitucional, de entrar en una situaci¨®n un poco ca¨®tica.
P. Ya ocurri¨® en 2000. ?Ahora ser¨ªa mucho peor?
R. Fueron 36 d¨ªas, pero no importaba. La naci¨®n estaba en paz, hab¨ªa un presidente en la Casa Blanca. Ahora, en medio de una guerra, es el presidente mismo el que no se sabr¨ªa si tiene un mandato o no. Ser¨ªa una situaci¨®n totalmente distinta, sin precedentes.
P. Tampoco es frecuente que un presidente que trata de ser reelegido est¨¦ empatado con su rival.
R. Es muy raro. Normalmente, el presidente gana o pierde por una diferencia clara. En 2000, hubo un empate, pero hab¨ªa un presidente distinto a los candidatos y un Gobierno, no hab¨ªa dudas de la legitimidad del mandato. Pero es una situaci¨®n potencialmente muy fea la de un presidente que parezca que ha perdido y que pelee en los tribunales desde la Casa Blanca. Este pa¨ªs no est¨¢ dise?ado para soportar ese tipo de cosas, para un resultado confuso.
P. No s¨¦ si el pa¨ªs, pero las condiciones no son las mejores.
R. Claro, lo peor ser¨ªa tener esta crisis en medio de una guerra. Ser¨ªa normal que eso transmitiera un sentimiento de inseguridad.
P. Hablaba del dise?o del pa¨ªs.
R. Este pa¨ªs estaba acostumbrado a tener unas elecciones y saber la misma noche de la jornada electoral qui¨¦n las ganaba. Y tambi¨¦n est¨¢ la convicci¨®n de que debe haber juego limpio, de que hay que respetar las reglas del juego. Aqu¨ª, cuando el ¨¢rbitro dice algo, todo el mundo le obedece: en los deportes americanos no hay tarjetas amarillas ni rojas para los que pelean con los ¨¢rbitros, los deportistas obedecen y punto. En este caso es grave, desde el punto de vista psicol¨®gico, que el sistema no te d¨¦ un resultado. La gente no est¨¢ acostumbrada a no saber el d¨ªa despu¨¦s qui¨¦n es el presidente.
P. Puede ocurrir eso, y que se llegue a un momento cr¨ªtico, o bien ocurrir todo lo contrario.
R. Es posible. Volvemos a la pregunta inicial, lo que pueden y no pueden anticiparnos las encuestas, que cualquiera de los dos gane con mayor margen de lo que parece hoy. Y eso no lo vamos a saber hasta el mi¨¦rcoles. Incluso a las once de la noche del martes podr¨ªa saberse. Todo puede ocurrir.
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