Aprendiendo un oficio en palacio
Una escuela taller forma a canteros, alba?iles y carpinteros mientras restaura la torre de Orgaz en Fontecha
Diez j¨®venes se afanan en conocer los rudimentos de la canter¨ªa a base de martillo y cincel; al lado, otros tantos descubren los arcanos de la alba?iler¨ªa manejando con destreza la paleta y, algo m¨¢s lejos, ocho chicos y dos chicas tratan de afinar la madera en los tornos. Son los 30 alumnos de la tercera promoci¨®n de la Escuela Taller Micaela Portilla que trabajan en la rehabilitaci¨®n de la impresionante torre de Orgaz de Fontecha (?lava).
Es la primera rehabilitaci¨®n de un edificio hist¨®rico que no tiene plazos. "Lo principal es formar a los chavales; luego ayudarles a encontrar trabajo cuando terminen los dos cursos, y, por ¨²ltimo, concluir con rigor la restauraci¨®n del monumento", aclara Mar¨ªa Jes¨²s Calleja, directora de la escuela.
El 90% de los estudiantes inscritos encuentra trabajo al acabar sus estudios
Los progresos en la recuperaci¨®n de esta torre y el patio de armas y el palacio adyacentes no son grandes si se piensa que han pasado seis a?os desde que comenz¨® el proyecto. Sin embargo, no son nimios: se ha consolidado el muro sur del palacio, a punto del derrumbe; se ha limpiado todo el interior y se han dispuesto barandillas y escaleras de madera para moverse por el recinto y se han construido dos ba?os con techos abovedados. Todo ello de la mano de los 90 alumnos que han pasado por el recinto.
El jefe de estudios, Jos¨¦ Javier G¨®mez, explica el porqu¨¦ de este ritmo de trabajo: "Los chavales est¨¢n dos a?os. Los seis primeros meses van rotando por talleres para que luego puedan elegir el oficio que prefieren; los otros 18 meses se forman y cuando ya son canteros, alba?iles o carpinteros se marchan, y tenemos que formar a otra promoci¨®n".
La escuela fue una idea de la Cuadrilla de A?ana, comarca alavesa a la que pertenece Fontecha, y cuenta con el respaldo de la Diputaci¨®n y el Inem. El proyecto arquitect¨®nico corre a cargo del Servicio de Patrimonio Foral, dirigido por Juan Ignacio Lasagabaster. Los requisitos para entrar en la escuela son m¨ªnimos: tener de 16 a 24 a?os, estar en paro y los extranjeros han de contar con permiso de residencia. Los seis primeros meses de prueba se cobra una beca de seis euros diarios; y el resto, 355 euros al mes, el 75% del salario m¨ªnimo.El 90% de los estudiantes inscritos acaban los dos a?os y encuentra trabajo al finalizar sus estudios. Adem¨¢s, la escuela se ha convertido en la principal referencia en el aprendizaje de canter¨ªa del Norte de Espa?a, ya que los alumnos no s¨®lo aprenden a tallar piedra, sino que afrontan problemas constructivos en un terreno tan dif¨ªcil como una torre del siglo XIV.
Como comenta el profesor Jos¨¦ Luis P¨¦rez, "se enfrentan a paredes abombadas, a sustituciones de sillares que conllevan el movimiento de otros y un retallado in situ de la piedra. Practican en el lugar m¨¢s dif¨ªcil para un cantero". ?ste es el oficio m¨¢s espectacular y m¨¢s duro. Su labor no ser¨ªa posible sin la ayuda de los carpinteros, que realizan los moldes de las piezas que se tallan, o de los alba?iles que dar¨¢n forma a las dependencias del palacio.
El siguiente reto de la escuela ser¨¢ sacar los talleres fuera de la torre, un proyecto que ya est¨¢ redactado.
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