Im¨¢genes para cambiar de vida
Una ONG de Marruecos ayuda a ni?os de la calle a buscar un futuro a trav¨¦s de la fotograf¨ªa
Para los ni?os de la calle en Tetu¨¢n (Marruecos) el mundo no tiene l¨ªmites; pueden pasar la frontera con Ceuta cuantas veces quieran, incluso cruzar el Estrecho... Y si les expulsan de Espa?a repetir la experiencia una y otra vez. No existen reglas para ellos; es cuesti¨®n de apurar cada hora del d¨ªa y sobrevivir.
Son m¨¢s de 200 en la ciudad. Algunos saben que ya iban a la espalda de su madre, mendigando por las calles, cuando abrieron por primera vez los ojos. Otros han recorrido cientos de kil¨®metros desde el sur del pa¨ªs, "animados por sus padres" porque en Europa "podr¨¢n hacer lo que quieran, ser libres... Y ganar mucho dinero". As¨ª se lo cuentan a Hicham Almanfakir, un educador de calle que desde hace cuatro a?os recorre todos los d¨ªas la ciudad para intentar convencerles de que visiten la Asociaci¨®n para la Protecci¨®n de la Infancia y Sensibilizaci¨®n de la Familia (APISF). Esta ONG atiende desde el a?o 2000 a estos menores (un 10% ni?as), entre 6 y 18 a?os, proporcion¨¢ndoles una casa donde comer tres veces al d¨ªa, asearse y estudiar.
Esta f¨®rmula permite trabajar con los chicos en un proyecto pedag¨®gico integral
Pero, ?qu¨¦ estudian? Porque conseguir que estos muchachos se sujeten a una disciplina "es casi imposible", resume Almanfakir. Son ni?os que viven sin reglas, en un mundo en el que jam¨¢s tuvieron que dar explicaciones. Palizas, violaciones, drogas, noches al raso bajo unos cartones... Son los argumentos de su curr¨ªculum. "As¨ª que cuando conseguimos que alguno vaya a la escuela o se ponga a aprender un oficio, lo celebramos", dice la abogada Fauzia El Mamoun, fundadora de APISF.
Desde hace tres a?os APISF cuenta con un nuevo argumento pedag¨®gico: la fotograf¨ªa. "Fotos para cambiar el destino [as¨ª se llama el proyecto] es una disculpa maravillosa para educar a estos menores", se?ala Ayub Aarab, el educador que se ocupa del laboratorio fotogr¨¢fico. "Cuando salen a la calle y miran a trav¨¦s de la c¨¢mara se nota que ven a la gente de otra manera. Tratan de reconocer el mundo que les rodea y los problemas que hay en ¨¦l. Fotograf¨ªan a sus familias (los que las tienen cerca) o lo que ocurre en el d¨ªa a d¨ªa de la ciudad...", explica Aarab.
Una vez aprendido lo m¨¢s rudimentario del proceso fotogr¨¢fico, educador y menores eligen un tema para fotografiar y salen a la calle. Cada uno hace las fotos que quiere. Las revelan en grupo, seleccionan las mejores y las analizan. "Es una f¨®rmula que nos permite trabajar en un proyecto pedag¨®gico integral. Las reflexiones de los chicos sobre las fotograf¨ªas nos ayudan a identificar sus problemas, sus valores o sus necesidades y preocupaciones", resume Marc Konrad, coordinador de la ONG Codespa que, junto a la Uni¨®n Europea, financia esta iniciativa.
Los sue?os de estos muchachos son muy diferentes en cada caso. Las fotos, en cambio, les unen. Hassan tiene 11 a?os y apareci¨® por Tetu¨¢n hace unos meses junto a su madre y sus hermanas huyendo de un padre borracho y violento. Su madre es prostituta y sus tres hermanas se dedican a mendigar. Ha sufrido, como el 99% de los ni?os que viven en la calle, las mayores vejaciones. Hassan se droga con disolvente y fuma hach¨ªs y tabaco... Ahora se ha integrado en la asociaci¨®n e intenta cambiar su vida a trav¨¦s de la fotograf¨ªa. "Le encanta fotografiar a mujeres, pero respet¨¢ndolas; es como si quisiera proteger a su madre y hermanas", reflexiona Almanfakir, el educador.
Mohamed, 10 a?os, "es m¨¢s listo que el hambre", a?ade el educador. Su padre vive en Holanda y ¨¦l es el responsable de 9 hermanos. "Es un seductor. Cuando habla parece un adulto". Sus pasiones son el cine y el pegamento. Mohamed s¨®lo fotograf¨ªa lo que brilla: coches, escaparates... Sue?a con el lujo. A Mohamed no se le puede pedir que haga fotos de ancianos o a socavones, por ejemplo. "Estoy convencido de que este ni?o puede llegar a ser un magn¨ªfico fot¨®grafo si contin¨²a su formaci¨®n", concluye Hicham Almanfakir.
Precisamente, este es el problema: que los fondos se agotan y el presupuesto hay que cubrirlo cada a?o. Por ahora, la UE ha librado 300.000 euros para el ejercicio actual. El a?o que viene ya se ver¨¢; aunque, por la experiencia de estos tres a?os, nadie duda de que tendr¨¢ continuidad.
Las 60 mejores fotos de estos menores han sido expuestas en Bruselas, Rabat, T¨¢nger y Madrid. Fauzia El Mamoun comenta orgullosa: "Nadie cree que las hayan hecho estos ni?os".
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