Florida, un Estado clave e imprevisible

Cambios en la demograf¨ªa y en las lealtades partidistas han redibujado el mapa pol¨ªtico de Florida en los ¨²ltimos cuatro a?os. La poblaci¨®n de 17 millones ha envejecido (3,4 millones de jubilados) y se ha hispanizado m¨¢s (2,4 millones). Los cubanos han perdido peso y ni ellos ni los ¨¢rabes son ya tan republicanos, ni los haitianos y jud¨ªos tan dem¨®cratas. Hay, adem¨¢s, un mill¨®n de residentes nuevos dif¨ªcilmente clasificables, y casi dos millones de veteranos de guerra. En conjunto, el Estado que le dio la victoria a George W. Bush es un caleidoscopio impredecible.

En todas las quinielas electorales, los hispanos son la apuesta clave, porque el perfil de este colectivo es muy distinto al de 2000. Los cubanos eran entonces la fuerza dominante y se atribuyeron -no exentos de cierta raz¨®n- el poder de haber puesto a Bush en el Despacho Oval. Pero ¨¦sa es una historia pasada, actualmente representan s¨®lo el 31% de los hispanos de Florida y el 8% del electorado total del Estado. Su influencia ha disminuido al dejar de ser un bloque monol¨ªtico de votantes; alrededor de una quinta parte se ha pasado a las filas dem¨®cratas, muchos para desmarcarse del anticastrismo radical despu¨¦s del caso Eli¨¢n.

Ambos partidos est¨¢n de acuerdo en que la clave de la victoria es la participaci¨®n

Los puertorrique?os se han convertido en la fuerza hispana con m¨¢s empuje, en el contrapeso liberal a los conservadores cubanos y en la gran esperanza de los dem¨®cratas, aunque s¨®lo el 50% dice ser militante del partido. De acuerdo al ¨²ltimo censo, los puertorrique?os en Florida han pasado de 241.000 hace una d¨¦cada a 640.000. Los cubanos son 833.000, y los hispanos de otras nacionalidades suman 1,1 millones. Esta ¨²ltima categor¨ªa est¨¢ dominada por colombianos, mexicanos y dominicanos, que votan en menor proporci¨®n al no poseer todav¨ªa la nacionalidad estadounidense.

Cerca de la mitad del nuevo mill¨®n de residentes de Florida es hispano y una cuarta parte son negros, datos que, seg¨²n el Partido Dem¨®crata, favorecen a Kerry. Las encuestas de opini¨®n no necesariamente respaldan ese pron¨®stico. Bush aventaja a Kerry en Florida entre dos y tres puntos en los sondeos generales de opini¨®n, pero entre los hispanos el presidente cuenta con mayor apoyo, 61% a 32%, seg¨²n una encuesta conjunta del peri¨®dico The Washington Post y la cadena Univisi¨®n. Kerry ha bajado un 10% entre el electorado negro, pero mantiene una espectacular ventaja frente a Bush, de un 82%. Es previsible que Kerry acorte a¨²n m¨¢s distancia, dado que ese segmento del electorado se sinti¨® castigado en 2000, porque miles de sus votantes no figuraban en las listas de algunos colegios de Florida. Este a?o han jurado venganza y est¨¢n concurriendo masivamente a las urnas.

Kerry ha perdido puntos con los 900.000 jud¨ªos de Florida, considerados hasta ahora como una de las bases dem¨®cratas s¨®lidas, y, sin embargo, los ha ganado con los 150.000 ¨¢rabes, que hace cuatro a?os votaron por Bush. El apoyo jud¨ªo a Kerry en Florida ha bajado al 69%, seg¨²n una encuesta de CNN, que lo atribuye al 11-S y a la pol¨ªtica de Bush con Israel. Y luego est¨¢n los haitianos, unos 120.000, que tradicionalmente se han inclinado por los dem¨®cratas, pero el derrocamiento de Aristide en su patria ha hecho a muchos cambiar su voto por Bush.

En esta Babel ¨¦tnica, Kerry cuenta con un ej¨¦rcito de retirados en los condados de Broward y Palm Beach, conocidos como los condo comandos, que son los que se equivocaron al votar con las papeletas mariposa en 2000. Bush lo contrarresta con los pensionistas del norte y oeste del Estado, una zona tan azotada por los huracanes que muchos residentes en lo ¨²ltimo que piensan es en las elecciones.

Ambos partidos concuerdan en que la llave de la victoria est¨¢ en la participaci¨®n y desde hace meses lanzaron ofensivas para registrar nuevos votantes. La cifra de inscripciones no tiene precedentes: 1,5 millones m¨¢s que en las ¨²ltimas presidenciales. En total, de los 17 millones de habitantes, 4 millones est¨¢n registrados como republicanos, 4,3 millones, como dem¨®cratas, y el resto, independientes.

La movilizaci¨®n est¨¢ empa?ada por alegatos de fraude contra operativos pol¨ªticos que han registrado a personas sin que re¨²nan los requisitos, han falsificado sus firmas o duplicado solicitudes. Esta semana, el juez federal de Miami Lawrence King (con fama de liberal) ha desestimado una demanda en nombre de 14.000 potenciales votantes, mayoritariamente dem¨®cratas, que, al rellenar sus instancias de inscripci¨®n, dejaron en blanco las casillas de la nacionalidad o el historial delictivo.