El S¨¢hara no es lo bastante grande
Argelia captura a Abderrazaz el Paraca, el secuestrador de 32 europeos
No era el terrorista m¨¢s buscado, porque su ubicaci¨®n era conocida, pero s¨ª al que las autoridades de Argel m¨¢s deseaban echar el guante. La entrega el mi¨¦rcoles pasado a la polic¨ªa judicial argelina de Amar Saifi, de 36 a?os, m¨¢s conocido por su apodo de Abderrezak el Paraca, ha suscitado una gran satisfacci¨®n entre todos aquellos que se dedican a la lucha antiterrorista y Washington ha estado entre los primeros en alegrarse.
Saifi tiene en su activo 12 a?os de terrorismo islamista, pero la acci¨®n que le hizo c¨¦lebre la cometi¨® a finales de la primavera de 2003, cuando secuestr¨® a 32 turistas europeos, en su mayor¨ªa alemanes, que recorr¨ªan el S¨¢hara argelino. Por la puesta en libertad de 17 de ellos -14 fueron liberados por el Ej¨¦rcito argelino y una mujer alemana muri¨® de una insolaci¨®n durante su cautiverio- obtuvo de Berl¨ªn m¨¢s de 5 millones de euros.
Ese golpe le hizo famoso no s¨®lo en Argelia y en Europa sino en las grandes extensiones des¨¦rticas del Sahel (Mauritania, Mal¨ª, Chad y N¨ªger) que recientemente se han poblado de imanes radicales, muchos de ellos llegados de Pakist¨¢n, y de bandas de contrabandistas que coquetean con el islamismo.
Hace un a?o se le vio en Kidal, en el norte de Mal¨ª, m¨¢s tarde en el Tener¨¦ de N¨ªger y, por ¨²ltimo, cerca de las monta?as del Tibesti, en Chad. All¨ª su guerrilla multinacional tuvo en marzo un encontronazo con el Ej¨¦rcito chadiano, asesorado por instructores norteamericanos. Saifi se jact¨® de haber matado "a unos 62 militares y herido a otros 200" chadianos. Pese a esa haza?a, perdi¨® la batalla.
Perseguidos por tropas regulares, sus todoterrenos se adentraron en el macizo del Tibesti controlado por otra guerrilla, el Movimiento para la Democracia y la Justicia en el Chad, que combate al r¨¦gimen del presidente Idris Debby y es adem¨¢s antiislamista. Sus hombres le tendieron una emboscada y Amar Saifi cay¨® preso.
Conclu¨ªa as¨ª una carrera de terrorista que empez¨® en 1992, cuando este paracaidista, de ah¨ª el apodo de El Paraca, colg¨® el uniforme para unirse, en el este de Argelia, a los temibles Grupos Isl¨¢micos Armados. Tres a?os despu¨¦s rompi¨® con ellos para fundar el Grupo Salafista de Predicaci¨®n y Combate, una guerrilla m¨¢s selectiva en sus atentados. Amar Saifi, cuya madre es francesa, ser¨¢ el n¨²mero dos de este movimiento que rindi¨® p¨²blicamente vasallaje a Osama Bin Laden.
S¨®lo un extranjero logr¨® verle en aquella zona inh¨®spita del Tibesti. Fue un periodista franc¨¦s de la revista Paris Match que se qued¨® impresionado por la estatura, la sonrisa permanente y el don de palabra del que hizo gala. Sus captores quer¨ªan sacar un rescate por la entrega del ex secuestrador. Pero Ahmed Uyahia, el entonces jefe del Gobierno argelino, anunci¨® su negativa a negociar con los rebeldes.
M¨¢s tarde entr¨® en escena el coronel libio Muammar el Gaddafi, que ejerce cierto ascendiente sobre la guerrilla antiislamista del Chad y que se esfuerza desde hace un a?o por recomponer relaciones con Occidente. Saifi apareci¨® misteriosamente en la frontera entre Libia y Chad y la polic¨ªa de Gadafi lo detuvo y entreg¨® a la argelina, seg¨²n inform¨® el jueves el Ministerio de Interior en Argel.
Mientras el presidente argelino, Abdelaziz Buteflika, emprend¨ªa enseguida un r¨¢pido viaje a Tr¨ªpoli para agradecer el favor, el portavoz del Departamento de Estado se alegraba de que varios pa¨ªses "y especialmente Libia, hayan cooperado en este asunto". El secuestrador secuestrado est¨¢ detr¨¢s de los barrotes, pero no le faltan sucesores en las arenas del desierto. Mojtar Belmojtar, apodado El Tuerto, sigue acosando estos d¨ªas, seg¨²n la prensa argelina, a los ej¨¦rcitos de Argelia y Mal¨ª.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.