Tilson Thomas propone m¨²ltiples maneras de acercarse a la m¨²sica
El director de la San Francisco Symphony ofrece conciertos en Madrid y Barcelona
Le llaman MTT y lo lleva a gala. Michael Tilson Thomas (Los ?ngeles, 1944) es uno de los m¨¢s pujantes nuevos representantes de la direcci¨®n de orquesta en el mundo, los que pertenecen a esa generaci¨®n que lidera Simon Rattle y se enfrenta a la estampida de los p¨²blicos y la muerte del disco. "Dentro de poco la m¨²sica no ser¨¢ un objeto tangible", predica. Pero s¨ª eternamente audible, como lo demuestra hoy y ma?ana en Madrid, y el s¨¢bado en Barcelona, al frente de su orquesta, la San Francisco Symphony.
"Me hice m¨²sico para adentrarme en la experiencia de vivir pegado a ella"
Cada periodo de la historia tiene su toro que lidiar. Atr¨¢s quedaron las vacas gordas discogr¨¢ficas de los sesenta y los setenta, cuando el repertorio de la m¨²sica cl¨¢sica estaba por quedar fijado en las discotecas, cosa que se encargaron de construir los Herbert von Karajan, Bernstein, Soltis y Giulinis. Y lejos est¨¢ ya la reconversi¨®n de los vinilos en compact-disc, que aprovecharon los Barenboims, Abbados y Mutis. Ahora toca buscar salidas, aplicar nuevas tecnolog¨ªas, enterrar el disco como objeto...
Para eso se prepara Michael Tilson Thomas, director de orquesta pujante, con madera de l¨ªder e ideas frescas, que est¨¢ en Espa?a para ofrecer conciertos en Madrid y Barcelona. "?Existir¨¢ la m¨²sica como objeto dentro de un tiempo o tendremos que recurrir a ella en otros lugares, con otros formatos?", se pregunta. Son tiempos cambiantes, de sacudida, crisis y con necesidad apremiante de buscar otros caminos. MTT los explora como l¨ªder de la San Francisco Symphony. "Nuestra generaci¨®n tiene una visi¨®n m¨¢s amplia de los repertorios y una conciencia del poder de las nuevas tecnolog¨ªas", asegura. "En la San Francisco Symphony hemos creado una gran p¨¢gina web donde se puede aprender m¨²sica jugando, acceder a nuestras interpretaciones de nuevos compositores, recurrir al repertorio cl¨¢sico de la orquesta. Queremos que todos sus elementos est¨¦n interconectados y ofrecer m¨²ltiples maneras de acercarse a la m¨²sica", asegura.
Hay un despiste generalizado a la hora de buscar f¨®rmulas para acceder a nuevos p¨²blicos. Las grandes compa?¨ªas discogr¨¢ficas siguen grabando versiones de lo mismo y no salen adelante, mientras que los sellos peque?os, con cosas m¨¢s especializadas, salen adelante. Tilson Thomas no tiene la respuesta en su bola de cristal. Tampoco sue?a con ganar grammies, pese a que ya tiene alguno. "No me hice m¨²sico para grabar discos, ni tan siquiera para hacer conciertos, me hice m¨²sico para adentrarme en la experiencia de vivir pegado a ella", asegura.
Sus 10 a?os en San Francisco han sido, seg¨²n ¨¦l, "los m¨¢s felices de mi vida". Ha recogido frutos de lo sembrado aumentando el p¨²blico y creando una qu¨ªmica muy singular con los habituales y sesiones muy familiares, "a las que me gusta que vayan los padres, los ni?os y los abuelos", con una agenda muy activa en la que cuenta m¨¢s de 200 conciertos al a?o.
Pero, pese a sus propuestas renovadoras, no est¨¢ dispuesto a renunciar a sus visitas a los grandes compositores. "Debemos conseguir nuevas lecturas para las viejas obras, es nuestro reto", afirma. Y defiende la variedad como camino. En sus conciertos interpretar¨¢ a Debussy, Rachm¨¢ninov, Sibelius, Stravisnki o Copeland y confiesa su dependencia mahleriana. "Mi vida se divide en dos partes: antes y despu¨¦s de Mahler", asegura. Antes de Mahler ten¨ªa una vida sobre la que no se deten¨ªa a reflexionar. "Despu¨¦s, al conocerlo, al escucharlo, encontr¨¦ respuestas para todas las sensaciones que hab¨ªa experimentado". Para colmo, conoci¨® a Alma Mahler con 12 a?os y lo recuerda. "La conoc¨ª en una librer¨ªa de Los ?ngeles. Su due?o era mi padrino y le dijo que yo estudiaba m¨²sica. Recuerdo que era coqueta y que flirte¨® conmigo, pese a que deb¨ªa tener 89 a?os y yo 12. Pero lo importante para ella es que se consideraba mujer y acababa de conocer a un m¨²sico al que conquistar".
De Rachm¨¢ninov, de quien interpretar¨¢ el Concierto n¨²mero 2 para piano y orquesta, junto al magn¨ªfico Leif Ove Andsnes, dice que hac¨ªa una m¨²sica muy masculina, muy en¨¦rgica en la forma. "Las suyas son obras delicadas para manos de hierro", define. Sobre Copeland, llama la atenci¨®n. "Era un revolucionario al que no se ha colocado en su justo lugar".
Ayer no ten¨ªa su d¨ªa. Le costaba afrontar el futuro de su pa¨ªs y del mundo en manos de George Bush. "Me he comprometido con Kerry y me cuesta aceptarlo", dec¨ªa. "En este momento, s¨®lo puedo decir que me alegro de ser m¨²sico, al menos eso consuela".
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