Los otros sue?os de Eduardo Noriega
El actor, que estrena hoy 'El Lobo', asegura que alg¨²n d¨ªa dejar¨¢ la interpretaci¨®n
Ser actor no es un fin en mi vida, no lo ha sido nunca. Yo no fui un ni?o que so?aba con esto. Ahora estoy aqu¨ª y llevo viviendo de ello 10 a?os. Me apasiona mi trabajo, he encontrado mi sitio y no me imagino en otro lugar, pero no voy a ser actor toda mi vida. Por ahora estoy aqu¨ª y seguramente a corto o medio plazo, otros 10 o 15 a?os, seguro que voy a seguir siendo actor, pero no me veo toda mi vida siendo actor. As¨ª lo pienso. Alg¨²n d¨ªa me cansar¨¦. Soy consciente de que el actor es un exhibicionista y por ello no puedo decir que no me gusta la popularidad. Pero s¨¦ que alg¨²n d¨ªa me cansar¨¦ y desaparecer¨¦. Lo que no s¨¦ es cu¨¢ndo". Quien dice esto es Eduardo Noriega (Santander, 1973), un actor inquieto y curioso capaz de embarcarse en proyectos experimentales y raros y que acaba de cumplir 10 a?os en la profesi¨®n. "Como Ra¨²l", asegura acord¨¢ndose de las eternas celebraciones en torno al futbolista del Real Madrid. "?Es que los dem¨¢s futbolistas no cumplen 10 a?os?", se extra?a.
"Es dif¨ªcil decir no, pero hay quien dice que en los noes es donde uno se hace una carrera"
"Si no podemos tratar el tema de ETA, estar¨ªamos dando la raz¨®n al terrorismo"
?l cumple sus 10 a?os en el cine hoy con el estreno de su pel¨ªcula n¨²mero 20, El Lobo, en la que se reconstruye la historia de Lobo, un infiltrado de los servicios secretos en las filas de ETA a mediados de los a?os setenta y que provoc¨® la ca¨ªda de unos 150 activistas y colaboradores de la banda terrorista, incluyendo a la c¨²pula dirigente de la ¨¦poca. Noriega ten¨ªa dos a?os cuando sucedieron los hechos que narra el filme y no ten¨ªa ni idea de la existencia de Lobo, al igual que la mayor¨ªa de la gente de su edad. Pero ahora se la conoce al dedillo y habla del aut¨¦ntico Lobo (Mikel Lejarza, 57 a?os) como de un conocido. Sabe de sus paranoias y sus miedos. "Era un hombre que conviv¨ªa con etarras y ten¨ªa que ir a una cabina telef¨®nica a hacer una llamada a su enlace en los servicios secretos. Cuando dorm¨ªa con miembros de ETA, tirados en colchones o sacos de dormir, no consegu¨ªa hacerlo porque en su paranoia ten¨ªa miedo de hablar en sue?os. Hab¨ªa d¨ªas que pensaba que cualquier gesto le iba a delatar, agarrar una taza o fumar un cigarrillo que no fuera de su marca. Todo eso hasta el d¨ªa que se olvid¨® o lleg¨® a ser uno de ellos. Para la polic¨ªa secreta, era uno de ellos, pero para la Guardia Civil o la polic¨ªa francesa era un etarra m¨¢s. Ten¨ªa miedo de todo", dice.
Fue esa paranoia de un infiltrado, de una persona atrapada,siempre en tensi¨®n, de alguien que "en un momento dado quiso ser h¨¦roe y acabar con ETA" por lo que Noriega dio el s¨ª al filme que dirige Miguel Courtois. Le cuesta mucho decir que s¨ª, tanto como no. "Para hacer una pel¨ªcula tienes que decir no a muchas. Es dif¨ªcil decir no, pero hay quien dice que en los noes es donde un actor se hace una carrera. A m¨ª me cuesta decir no porque me considero un actorcito joven que empieza y siempre hay gente que te malinterpreta la negativa y se siente ofendida.... Pero tambi¨¦n me cuesta decir que s¨ª, me lo pienso mucho". De momento ha dicho s¨ª a tres filmes que ir¨¢ encadenando de aqu¨ª a un a?o. El lunes comienza
El m¨¦todo Gr?nholm, de Marcelo Pi?eyro; en enero de 2005 har¨¢ del Che en un filme independiente americano dirigido por John Evans y tres meses m¨¢s tarde se pondr¨¢ a las ¨®rdenes de Agust¨ªn D¨ªaz Yanes en El capit¨¢n Alatriste.
Noriega escuch¨® el pasado martes en el taxi que le llevaba a la presentaci¨®n de El Lobo en Madrid la noticia de que seis hist¨®ricos ex dirigentes de ETA hab¨ªan dirigido una carta a los actuales responsables de la banda terrorista cuestionando la lucha armada. "Creo que es una buen¨ªsima noticia, al menos es algo esperanzador. Me parece un paso grande, y todo ese tipo de pasos hay que tenerlos muy presentes. A favor del di¨¢logo creo que estamos todos, pero siempre y cuando el de enfrente deje las armas".
Ha sido consciente de que con El Lobo se enfrentaba a un tema espinoso y "valiente". "Quiz¨¢ la pel¨ªcula no es militante, pero en un tema as¨ª es imposible no mojarse. Si en literatura o en cine no podemos tratar el tema de ETA, tendr¨ªamos que pensar que estamos dando la raz¨®n al terrorismo y que actuar¨ªamos con coacciones. Es verdad que es un tema que no ha sido tratado suficientemente para lo importante que es y para la de vidas y personas a las que afecta tan directa y tr¨¢gicamente: asesinados, amenazados, guardias civiles, ertzainas...".
Ha trabajado ya con muchos directores y en muchos pa¨ªses, y cree haber alcanzado cierta estabilidad profesional, pero en su coraz¨®n y en su cabeza guarda un lugar muy especial para Alejandro Amen¨¢bar, con el que debut¨® como protagonista en 1996 con Tesis, una pel¨ªcula que signific¨® su lanzamiento inmediato. Abre los ojos ser¨ªa su segunda colaboraci¨®n juntos. Adem¨¢s, en Los otros (donde no actuaba), el director le hizo un gui?o de complicidad saliendo retratado en un cuadro de la mansi¨®n. Pero antes, mucho antes, iban a Paracuellos a rodar cortos en v¨ªdeo con los bocadillos que les preparaba la madre de Amen¨¢bar. "?ramos cuatro, pero dec¨ªamos 'Corten' y 'Acci¨®n' como si estuvi¨¦ramos en un rodaje de verdad".
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