El Bar?a ajusta cuentas con el Deportivo

Paralizado en Riazor, el Deportivo acab¨® por perderse tambi¨¦n en campo ajeno. La rutina le animaba precisamente a confiar en el Camp Nou como un escenario propicio para remontar el vuelo. El barcelonismo le tiene un miedo reverencial a las visitas del equipo de Irureta. Y por momentos pareci¨® que pod¨ªa darse el cuarto fiasco azulgrana en cinco a?os porque los blanquiazules pelearon por el partido de anoche m¨¢s que por cualquier otro del campeonato. A la hora de pasar cuentas, sin embargo, el Bar?a pes¨® m¨¢s que el Deportivo. El resultado, en cualquier caso, expresa fielmente el tono incierto que tuvo la contienda por mucha ventaja que tomaran los barcelonistas en la mayor¨ªa de las jugadas. Al fin y al cabo del encuentro entre el mejor Bar?a y el peor Deportivo dif¨ªcilmente pod¨ªa aguardarse otro marcador.

Aunque una alineaci¨®n en la que forme Fran no puede ser otra que la del Deportivo, no fue f¨¢cil identificar ayer al equipo coru?¨¦s en el Camp Nou. Entre los ausentes y los suplentes, llev¨® un tiempo plantar en la cancha el once inicial que cant¨® Irureta, signo inequ¨ªvoco de la inestabilidad por la que pasa el club de Lendoiro y sobre todo de los rifi-rafe que se han visto durante la semana en el campo de entrenamiento. De la terapia de grupo, el t¨¦cnico pas¨® a la de choque: prefiri¨® un lateral zurdo (Romero) a un central (Andrade) para cerrar y coloc¨® a un diestro en la izquierda (Munitis) para abrir la defensa azulgrana en detrimento de los internacionales V¨ªctor y Luque, que calentaron banquillo.

El plan de Irureta funcion¨® tan bien en ataque como mal en defensa. El Deportivo se despleg¨® estupendamente por las bandas, sobre todo por el flanco de Munitis, que le cogi¨® la espalda a menudo a Van Bronckhorst, y por el contrario no encontr¨® remedio a las maniobras de Eto?o, Giuly y Ronaldinho. Los azulgrana tardaron poco m¨¢s de media hora en remontar el gol de Fran, que se sac¨® una volea con la derecha inalcanzable para Vald¨¦s desde el callej¨®n del 10 despu¨¦s de un centro previo de Munitis mal defendido por el Bar?a. Especialmente valiente en la presi¨®n y muy vertical en la transici¨®n, el equipo blanquiazul exigi¨® como ning¨²n otro a los zagueros barcelonistas.

Al Deportivo le perdi¨® justamente su falta de atenci¨®n y contundencia en la ¨²ltima l¨ªnea, muy liviana frente al oleaje que provocan los medios y delanteros azulgrana. Xavi empat¨® a la salida de una falta p¨ªcaramente sacada por M¨¢rquez ante la benevolencia de la barrera y muy bien jugada por Belletti, que profundiz¨® hasta poder tirar un centro tan guapo que era gol o gol. El remonte lo firm¨® poco despu¨¦s Eto'o, que desde su debut le tiene tomadas las medidas a la porter¨ªa de Molina: siete goles en diez partidos. La lucidez del guardameta, certero en los mano a mano, le permiti¨® al Deportivo insistir en su f¨²tbol por las alas, en oxigenar las bandas, y ganarse el respeto azulgrana. Jug¨® el Bar?a muy a menudo con el retrovisor puesto y tambi¨¦n demasiado acelerado. Le cost¨® encontrar el punto al partido despu¨¦s que las diagonales de Giuly, un futbolista excelente en el juego de desmarque sin bal¨®n, y los regates de Eto?o le garantizaran munici¨®n de sobras para cerrar la contienda antes de hora.

Aunque siempre procur¨® tener la pelota y no desmay¨® en el entrejuego, el Bar?a tuvo ciertos problemas en las dos ¨¢reas y se calent¨® demasiado con el intervencionismo del colegiado, que enred¨® y mucho, especialmente para el gusto del p¨²blico. Pese a que Valer¨®n languidece de mala manera, Trist¨¢n apret¨® a Puyol y le oblig¨® a un cuerpo a cuerpo interesante por la valent¨ªa de uno y la destreza del otro. Irureta fue cargando al equipo con el paso del tiempo y la entrada de Luque y V¨ªctor agrand¨® su poder intimidatorio. Tiritaba el Barcelona en m¨¢s de un c¨®rner y no atinaba a sentenciar pese al dominio que ejerc¨ªa del choque.

El encuentro se abri¨® y, aunque partido por la mitad, el Deportivo no desmay¨® mientras el Bar?a no paraba de alcanzar el ¨¢rea. Le traicion¨® nuevamente la falta de punter¨ªa para resolver y ahorrarse la tensi¨®n que supone jugar con un solo gol de ventaja despu¨¦s de haberse batido el martes con el Milan. Ni uno de los muchos remates que practicaron los azulgrana encontr¨® la porter¨ªa para suerte del equipo gallego, que sigui¨® dale que te pego hasta que el ¨¢rbitro dijo basta. Melanc¨®lico como est¨¢, presa de una enorme tristeza, el Deportivo cay¨® de pie, con una cierta entereza, dispuesto a defender que se le puede tomar por un equipo envejecido pero nunca por caducado. Embalado como viaja el Bar?a, ganarle al Deportivo era un asunto capital para su autoestima.