Dos equipos tristes
Albacete y Betis empatan en un encuentro lleno de fallos y hasta desidia
Sin goles, casi sin beneficio en la clasificaci¨®n, as¨ª se sald¨® le encuentro disputado ayer en el Carlos Belmonte entre dos equipos escasos de estima y que viven pautados por lo que carecen sin fuerzas para el riesgo ni el crecimiento que ¨¦ste suele aportar. As¨ª, el Albacete tiene un concepto de s¨ª mismo que no pasa de regular. Ayer, en su estadio, frente a sus aficionados y frente a un equipo irregular y de alineaci¨®n inconstante, Jos¨¦ Gonz¨¢lez orden¨® a los suyos que hicieran la tortuga. Nada m¨¢s. Rub¨¦n Castro se colocaba de palomero entre los centrales b¨¦ticos, como en el patio del colegio, y todos los dem¨¢s se api?aban alrededor de su ¨¢rea. El ¨²nico f¨²tbol que puede salir de esa configuraci¨®n, de ese estado de ¨¢nimo, es el patad¨®n y la carrera desbocada. El contraataque es algo m¨¢s sofisticado. Lo de ayer fue mayormente patad¨®n.
ALBACETE 0 - BETIS 0
Albacete: Gaspercic; Gaspar, Buades, Rub¨¦n (?scar Montiel, m. 76), Pe?a; ?lvaro, Jaime; Redondo, Pacheco, Momo (Mark Gonz¨¢lez, m. 71); y Rub¨¦n Castro (Mikel, m.75).
Betis: Doblas; Varela, Juanito (Lembo, m. 83), Rivas, Tais; Arzu, Assun?ao (Ismael, m. 75); Joaqu¨ªn, Capi (Alfonso, m. 70), Fernando; y Edu.
?rbitro: Meg¨ªa D¨¢vila. Amonest¨® a Rub¨¦n, Capi, Jaime, Arzu y ?scar Montiel.
10.000 espectadores en el Carlos Belmonte.
Por su parte, los jugadores b¨¦ticos salieron de la caseta con la lecci¨®n de Lloren? Serra Ferrer aparentemente aprendida. Sobrevivieron a una pifia defensiva en el saque de un c¨®rner que no supo rematar Rub¨¦n Castro en el segundo palo y que Doblas s¨ª supo despejar. Comenzaron entonces los verdiblancos a presionar muy arriba. Las carreras de Ed¨² y de Capi pusieron de los nervios a los zagueros blancos que viv¨ªan en la imprecisi¨®n. Los b¨¦ticos no supieron aprovechar ninguno de los errores que acertadamente hab¨ªan forzado.
No quiere decir eso que la presi¨®n ejercida por los jugadores fuera la que les orden¨® Serra Ferrer. El conjunto se romp¨ªa en dos cada vez que los de adelante se entregaban al acoso del contrincante que llevara la pelota. Puede ser que el trabajo de palomero de Rub¨¦n Castro fuera intimidante y seguramente, en parte, fue as¨ª. Pero s¨®lo en parte. Serra Ferrer coloc¨® a Assun?ao y Arzu en un doble pivote que estuvo muchos minutos pregunt¨¢ndose cu¨¢l era su misi¨®n. En ocasiones sub¨ªan los dos como cobertura de los mediapuntas y otras veces retroced¨ªan, tambi¨¦n al un¨ªsono, en apoyo de los zagueros. El equipo se romp¨ªa por un lado o por otro.
La falta de escalonamiento de las posiciones -Tais s¨ª intent¨® sumarse a la presi¨®n desde la banda izquierda- en la medular b¨¦tica imped¨ªa el juego elaborado. Joaqu¨ªn y Varela se chocaron varias veces en el ala derecha y tan s¨®lo Fernando, Capi y Ed¨² parec¨ªan capaces de hacer algo digno.
Un caso aparte es el de Assun?ao. El brasile?o parece padecer de un s¨ªndrome de despiste c¨®smico. Arzu aporta todo lo que su calidad le permite y nadie le puede negar ni el empe?o ni el compromiso. Assun?ao, sin embarg,o s¨®lo brilla en las faltas a bal¨®n parado. Si no las hay, no se ve a Assun?ao. Y al brasile?o se le fich¨® como jugador destinado a marcar las diferencias, pero algo le pasa, ya sea de naturaleza, t¨¢ctica, f¨ªsica o an¨ªmica, y ahora parece una sombra del jugador que lleg¨® de Roma.
El Albacete se dio cuenta de las dificultades de conjunto de los b¨¦ticos y poco a poco se animaron a acercarse a la meta de Doblas. El joven portero evit¨® un gol cantado en el minuto 43 tras un buen remate de Rub¨¦n Castro. La ¨²nica oportunidad de los b¨¦ticos en la primera mitad fue un globo de cabeza de Capi tras el mal rechace de un saque de c¨®rner de Gaspercic.
El uruguayo Pacheco decidi¨® acabar con la modorra y en el minuto 57 estrell¨® una falta en el larguero. Las ganas y el amago de dominio que logr¨® el Albacete le dieron algo de vida al asunto y, parad¨®jica aunque l¨®gicamente a la vez, el Betis se volvi¨® m¨¢s peligroso. La calidad de algunos de sus jugadores brill¨® m¨¢s a la contra. Assun?ao y Joaqu¨ªn ganaron peso y el partido se abri¨®. Y no como en la primera mitad, que si lo estaba era en canal, muerto. No aument¨® la calidad del juego, pero s¨ª la incertidumbre del resultado.
Cuando el partido regresaba al festival de fallos, a un cuarto de hora del final, Pacheco tir¨® dur¨ªsimo desde el borde del ¨¢rea y Doblas evit¨® de nuevo el gol. Lo dem¨¢s carreras y carreras.
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