Presupuestos para un crecimiento sostenible y solidario
Es habitual considerar la aprobaci¨®n de los Presupuestos Generales del Estado como la actuaci¨®n de pol¨ªtica econ¨®mica m¨¢s importante de cada a?o. Esto es as¨ª especialmente al inicio de una nueva legislatura si va acompa?ada, como en este caso, de un cambio pol¨ªtico. Este cambio se puede reflejar en los Presupuestos de m¨²ltiples formas: aumento en el volumen del presupuesto (en el peso del sector p¨²blico), en su saldo, y en la estructura y composici¨®n de las partidas de gastos e ingresos. Una vez que ya conocemos el Proyecto de Ley de Presupuestos para 2005, se puede destacar que no hay una variaci¨®n sustancial del tama?o relativo del Estado, puesto que el incremento previsto en los gastos es una d¨¦cima inferior al del PIB nominal (6,2 frente a 6,3), en consonancia con un programa de Gobierno que apuesta por asentar las bases para una sociedad de ciudadanos libres m¨¢s justa que no dependa del volumen de gasto p¨²blico.
Sin lugar a dudas, la apuesta presupuestaria se encuentra en la vivienda, la investigaci¨®n, el desarrollo y la innovaci¨®n tecnol¨®gica
Tampoco es previsible un aumento significativo del d¨¦ficit p¨²blico: si en un pasado se tend¨ªa a asociar a los gobiernos de izquierda con un menor rigor fiscal derivado de su mayor propensi¨®n a gastar, ahora es la alta propensi¨®n de la derecha a reducir los impuestos de los m¨¢s ricos la que tiende a asociarse con niveles altos de d¨¦ficit p¨²blico. Se mantiene, por tanto, el objetivo de estabilidad presupuestaria, pero no de forma enga?osa, como se ha venido haciendo por los gobiernos del PP, sino de forma transparente, mostrando la existencia de un d¨¦ficit global moderado, perfectamente compatible con nuestro nivel de crecimiento y con el Pacto de Estabilidad. Estos Presupuestos no pretenden el equilibrio fiscal como un objetivo en s¨ª mismo independiente de la coyuntura econ¨®mica, sino que se enmarcan en la l¨ªnea de la sostenibilidad fiscal a lo largo del ciclo, lo que no implica cambios sustanciales respecto a los Presupuestos del pr¨®ximo a?o, pero s¨ª en la forma de abordar el papel de la pol¨ªtica fiscal en general.
Con las consideraciones previas sobre volumen total de gasto y d¨¦ficit, queda claro que las previsiones sobre volumen recaudado tampoco experimentan sustanciales modificaciones, manteni¨¦ndose en t¨¦rminos globales la presi¨®n fiscal. Para ello, el Gobierno va a compensar la inflaci¨®n en la tarifa del IRPF, elevando los tramos, lo que evita al ciudadano pagar m¨¢s con un mismo poder adquisitivo. Esta medida tiene un coste estimado de 175 millones de euros. Queda pendiente para pr¨®ximos ejercicios la prometida reforma en el lado de los ingresos p¨²blicos, con los objetivos de dotar a nuestro sistema fiscal de procedimientos m¨¢s sencillos, m¨¢s progresivos y m¨¢s capaces frente al fraude.
?Qu¨¦ es lo que cambia entonces en estos Presupuestos? Sin lugar a dudas, la apuesta presupuestaria se encuentra en la vivienda, la investigaci¨®n, el desarrollo y la innovaci¨®n tecnol¨®gica. Las actuaciones en el mercado de vivienda tienen dos facetas claras: tienen repercusi¨®n en un mercado que ha sido el motor b¨¢sico de nuestra actividad inversora en los ¨²ltimos a?os, y que presenta ciertos riesgos, y a la vez act¨²a como mecanismo hacia una mayor justicia social, al poner en primera plana la lucha contra uno de los mayores obst¨¢culos a la formaci¨®n de familias j¨®venes con una calidad de vida aceptable. Por otro lado, un mayor esfuerzo investigador entra de lleno en el modelo de crecimiento de nuestra econom¨ªa y es un instrumento para mejorar nuestra productividad y para compensar los riesgos de deslocalizaci¨®n de algunas actividades con bajo componente tecnol¨®gico.
Es importante discutir la orientaci¨®n de estos incrementos; en investigaci¨®n, se debe ser capaz de combinar dos criterios: por un lado, hay que apoyar la excelencia en los grupos de investigaci¨®n, es decir, a aquellos que est¨¢n a la vanguardia mundial en sus respectivos campos, y que pueden ofrecer a los investigadores espa?oles en el extranjero entornos productivos para que ese capital humano que tanto nos ha costado formar pueda retornar a nuestra sociedad. En segundo lugar, hay que intentar primar l¨ªneas de investigaci¨®n que permitan tender puentes entre los problemas reales de nuestra sociedad y nuestro tejido productivo y empresarial. Hay campos como la energ¨ªa renovable o la desalaci¨®n donde los ¨²ltimos avances tecnol¨®gicos hacen econ¨®micamente rentables las t¨¦cnicas m¨¢s eficientes, pero seguimos sin construir unas conexiones fluidas entre universidad y empresa, que en estos y otros campos son vitales para nuestro futuro. Resumiendo, tenemos que centrar nuestros esfuerzos en investigaci¨®n b¨¢sica all¨¢ donde somos competitivos, y en investigaci¨®n aplicada all¨¢ donde va a ser m¨¢s rentable para la sociedad.
Respecto a la vivienda, es innegable que supone un problema para una parte creciente de la poblaci¨®n, pero la cuesti¨®n es qu¨¦ se puede hacer desde la Administraci¨®n para facilitar el acceso a la vivienda sin llegar a perjudicar al conjunto de la econom¨ªa dada la situaci¨®n actual del mercado de vivienda. Si el objetivo es facilitar el acceso a la vivienda sin frenar la construcci¨®n, casi todas las medidas posibles tienen un impacto presupuestario, as¨ª la intervenci¨®n directa a trav¨¦s de la vivienda de protecci¨®n oficial debe ir tomando peso en los pr¨®ximos a?os, porque su relegaci¨®n es una muestra m¨¢s del escaso inter¨¦s que los temas sociales despertaron en los anteriores gobiernos conservadores. Sin embargo, el fomento del alquiler es una medida mucho m¨¢s efectiva a corto plazo, puesto que saca al mercado viviendas que ya existen, con un coste menor, y sin presionar directamente a un sector (la construcci¨®n) que se encuentra trabajando a plena capacidad (en estas circunstancias, el aumento de construcci¨®n que implica la VPO aumenta los costes de la vivienda libre). Parece, por tanto, adecuado el perfil de las l¨ªneas adoptadas.
Junto a los aumentos comentados, destacan otros que suponen una tasa de variaci¨®n menos espectacular, pero que implican cantidades importantes. La inversi¨®n en infraestructuras aumentar¨¢ el 8,5%. El gasto en educaci¨®n, el 7,3%; habr¨¢ 9.000 becas m¨¢s en ense?anza media y 16.000 en superior, hasta alcanzar conjuntamente las 380.000. La subida de las pensiones m¨ªnimas se sit¨²a en el 5% sin c¨®nyuge a cargo y el 6,5% en caso contrario. Por ¨²ltimo, en materia de seguridad ciudadana las partidas se elevan un 6,2%, con 7.700 nuevos polic¨ªas y guardias civiles, 150 jueces y 100 fiscales.
Creo que se puede afirmar que el Presupuesto de 2005 sirve para marcar las prioridades en materia de gasto del Gobierno socialista: inversi¨®n en infraestructuras productivas y en capital humano de cara a aumentar la productividad, y mayor justicia social, combinadas con el mantenimiento de la presi¨®n fiscal y de los compromisos presupuestarios. Es un presupuesto m¨¢s social que se ocupa de los que menos tienen (pensiones m¨ªnimas, acceso de los j¨®venes a la vivienda) y de la igualdad de oportunidades (m¨¢s becas), y que sit¨²a el aumento de la productividad como objetivo b¨¢sico con un mayor esfuerzo en infraestructuras e I+D. Por ¨²ltimo, es el aumento del n¨²mero de becas el mayor exponente de que los progresos hacia una sociedad m¨¢s justa no tienen por qu¨¦ estar re?idos con la b¨²squeda de la eficiencia, sino que nos deben permitir mejorar el uso que la sociedad hace de las capacidades de sus ciudadanos.
Pedro Saura Garc¨ªa es portavoz en la Comisi¨®n de Presupuestos del Grupo Parlamentario Socialista.
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