As¨ª me hice rico y otras an¨¦cdotas
El nombre de Donald J. Trump est¨¢ asociado a la ciudad de Nueva York, sobre cuyos rascacielos ha construido una enorme fortuna. Su imperio inmobiliario tiene ramificaciones en la industria del juego, el deporte y el entretenimiento. Y casi todas sus empresas y edificios llevan su apellido. Incluso es el due?o de una agencia de modelos y presenta un programa de televisi¨®n donde apadrina un programa del estilo de Gran Hermano, pero dirigido a emprendedores, a los que financia sus sue?os.
Su fortuna creci¨® y creci¨® en los alegres ochenta, pero acab¨® en bancarrota en la siguiente d¨¦cada. A pesar del golpe, Trump logr¨® recuperarse. Con esta experiencia como aval, aderezada con un par de costos¨ªsimos y comentad¨ªsimos divorcios, Trump escribe este libro, que tiene vocaci¨®n de best-seller, como sus experiencias literarias anteriores, El arte de la negociaci¨®n o Sobreviviendo en la cima.
C¨®mo hacerse rico
Donald J. Trump
Editorial Planeta
ISBN 84-08-05537-2
Por eso el estilo es sencillo y muy directo, los cap¨ªtulos no ocupan m¨¢s de tres p¨¢ginas y la lectura est¨¢ salpicada con fotos del ¨¢lbum personal del magnate.
Lo que no est¨¢ claro es que con sus consejos consiga que alguien haga fortuna. ?A qui¨¦n le puede servir para hacerse millonario la recomendaci¨®n de "evitar dar la mano a alguien"? El lector probablemente espere un argumento de peso tras este consejo, o al menos una explicaci¨®n coherente de por qu¨¦ no ha de hacerlo. Lo que se encontrar¨¢, sin embargo, es un razonamiento elitista: "Es un hecho cient¨ªfico que as¨ª se transmiten los g¨¦rmenes". Y una an¨¦cdota -y las hay por decenas a lo largo de las 226 p¨¢ginas del texto- algo est¨²pida: en una ocasi¨®n, gracias a darle la mano a un compa?ero de mesa que sal¨ªa del lavabo, el se?or Trump decidi¨® no cenar, lo que le vino bien dado su peso.
Todas las ense?anzas del libro tienen moraleja o est¨¢n aderezadas con una an¨¦cdota supuestamente real como la descrita.
Quiz¨¢ el consejo de evitar los apretones de manos sea el m¨¢s in¨²til del libro. Los hay para todos los gustos. Algunos de los recogidos en la primera parte resultan obvios -"busque el talento" o "aseg¨²rese de que su idea es la buena"-; otros, exc¨¦ntricos -"juegue al golf" o "piense a lo grande y vivir¨¢ a lo grande"-, y otros cuestionables -"convi¨¦rtase en un general"-. Esa primera parte recoge muchas de las lecciones que aparec¨ªan en anteriores libros del magnate y es lo que ¨¦l llama "la escuela de negocios y direcci¨®n de empresas de Donald J. Trump".
En la segunda parte, el millonario reflexiona sobre la carrera profesional. Aunque asegura que se trata de un curso pr¨¢ctico, el esquema es id¨¦ntico al de la parte anterior. Aparece, sin embargo, su gusto por las c¨¢maras y la notoriedad -"salga a los focos" y "aprenda el arte de hablar en p¨²blico"-, su defensa de los libros de autoayuda y su resistencia a las cr¨ªticas: "Todo el mundo tiene una opini¨®n, pero en la mayor¨ªa de los casos no vale ni el papel en el que est¨¢ escrita".
A continuaci¨®n el escritor-magnate se centra en dos aspectos tratados en libros anteriores y bastante m¨¢s concretos: c¨®mo invertir y c¨®mo negociar. Para invertir es fundamental no tener consejeros financieros, firmar siempre acuerdos prematrimoniales -una lecci¨®n que siempre ha aplicado- y eliminar a los intermediarios. Para negociar, ser razonable y flexible y en algunos casos rencoroso, y, si es posible, tener una estrategia espectacular.
Trump termina sus reflexiones con un repaso a su estilo de vida. Es quiz¨¢ la parte m¨¢s jugosa del texto, donde explica por qu¨¦ mantiene su criticado corte de pelo -niega llevar peluqu¨ªn y reconoce que se lo ti?e-, lo importante que son los cotilleos o d¨®nde est¨¢n sus dos ex mujeres y con qui¨¦n comparte su vida hoy. El libro acaba con una agenda semanal t¨ªpica del magnate de los rascacielos. Por eso tal vez ser¨ªa mejor que el libro se titulara As¨ª me hice rico m¨¢s que pretender servir de gu¨ªa a alguien.
Probablemente sus consejos no conviertan a nadie en millonario, pero sirven para dar la medida del personaje: un multimillonario exc¨¦ntrico y algo eg¨®latra, encantado con su estilo de vida.
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