Elecciones presidenciales en Estados Unidos
Ante la reiterada y abundante difusi¨®n que los medios de comunicaci¨®n han hecho en relaci¨®n a las elecciones presidenciales de Estados Unidos, reflexiono sobre el papel que ha desempe?ado la comunidad hispana en la definici¨®n pol¨ªtica de aquel pa¨ªs.
Su participaci¨®n, aunque s¨®lo represente una minor¨ªa, conlleva un compromiso con el pa¨ªs que han elegido para trabajar; su compromiso constituye en cierta medida la identificaci¨®n con la sociedad, con un partido o con un l¨ªder pol¨ªtico. En este sentido son considerados ciudadanos con opini¨®n.
En Espa?a, en cambio, se est¨¢ muy lejos de que los inmigrantes que trabajan aqu¨ª sean tomados en cuenta. Ser¨ªa loable y deseable pensar en una sociedad que trabaje en conjunto, sin recelos ni miedos. Hace falta alentar la participaci¨®n e integraci¨®n de todas las partes activas que conforman este pa¨ªs, ser¨ªa bueno aprender de otras democracias que deciden en conjunto.- Federico M¨¦ndez Hidalgo. Valencia.
Cuando leo en la prensa que la defensa de los "valores morales" ha sido una de las bazas que ha hecho posible la reelecci¨®n de Bush, no puedo dejar de pensar en los presos torturados en la c¨¢rcel de Abu Ghraib, en Guant¨¢namo, o en la vigencia de la pena de muerte en los Estados Unidos de Am¨¦rica, que tan fervorosamente defiende el reelegido presidente. ?De qu¨¦ valores morales estamos hablando?- Faust Ripoll Dom¨¨nech. Alicante.
Debo afirmar que el triunfo del se?or Bush me ha dejado un mal sabor de boca. Pero los llamados expertos en pol¨ªtica internacional me producen directamente repulsi¨®n. Unos comentaristas que en estas elecciones americanas han hecho m¨¢s an¨¢lisis viscerales que objetivos. Y ahora, algunos de ellos anuncian tiempos oscuros para la historia de la humanidad.
El se?or Bush se puede considerar un mal si alguien quiere, pero insinuar que m¨¢s de cincuenta millones de personas se han equivocado me parece una falta de respeto para cada uno de ellos y una falta de talante democr¨¢tico impresionante. Tampoco creo que exista ninguna fractura, y menos en un pa¨ªs donde el debate es constante y la libertad de expresi¨®n goza de bastante m¨¢s prestigio que en Europa.
Por cierto, soy uno de los que las estad¨ªsticas llaman "antiamericanos", pero esta cualidad o defecto no debe ofuscar nunca la raz¨®n, la ¨²nica defensa que nos queda a los ciudadanos de a pie.- Eduard Nierga Adroher. Olot, Girona.
He le¨ªdo las declaraciones del se?or Aznar pidiendo todo el apoyo para Bush en su lucha contra el terrorismo. He o¨ªdo tambi¨¦n a analistas de diversos medios preguntarse c¨®mo afectar¨ªa la victoria de Bush a la posici¨®n de Aznar en Espa?a. Y he sentido un escalofr¨ªo.
?En calidad de qu¨¦ pide Aznar apoyos para el presidente electo de un pa¨ªs extranjero? ?Es que hay acaso una posici¨®n del se?or Aznar -presente o futura- que consolidar en Espa?a? ?Quiere esto decir que hay quien pretende ver en el presente triunfo de Bush en Estados Unidos la justificaci¨®n de las acciones pasadas de Aznar en Espa?a? ?Quiere esto decir que el triunfo de Bush va a facilitar el retorno de Aznar a la pol¨ªtica espa?ola?
En pleno ataque de ansiedad me barrunto que las respuestas vienen por el lado de que Aznar se ha convertido -ahora oficialmente, parece- en el hombre de Bush en Espa?a. El problema, alcanzo a pensar, no es la tal representaci¨®n en s¨ª, sino lo que Aznar entienda por ella. Su actitud parece demostrar que est¨¢ convencido de que con la reelecci¨®n de Bush ¨¦l se ha convertido de hecho en el gobernador del Estado de la Uni¨®n (norteamericana) de Espa?a. ?Dios m¨ªo!- Pedro Salinas Velasco. Madrid.
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