IV Centenario del Quijote
Hace apenas unas semanas que, acompa?ado de un amigo belga, profesor de literatura espa?ola en la Universidad Libre de Bruselas, he tenido oportunidad de recorrer algunos de los lugares m¨¢s destacados de la geograf¨ªa de La Mancha, donde Cervantes situ¨® a su personaje.
El paisaje manchego en estos inicios del oto?o luc¨ªa espl¨¦ndido, las lagunas de Ruidera rebosaban de agua milagrosamente, pero el encanto se rompi¨® al llegar a la Cueva de Montesinos, cerca de Ossa de Montiel. De golpe, volvimos a la m¨¢s cruda realidad espa?ola, a nuestra inveterada costumbre de maltratar el patrimonio cultural.
Hac¨ªa 20 a?os que no hab¨ªa vuelto a este sitio tan decisivo en las aventuras y desventuras del h¨¦roe manchego. Guardaba un recuerdo muy grato de aquella visita: el acceso estaba perfectamente se?alizado, un guarda velaba la entrada de la sima y orientaba al visitante, la iluminaci¨®n el¨¦ctrica permit¨ªa adentrarse bastante hondo, escuchar las corrientes subterr¨¢neas de agua que encantaron al Quijote y renovar el famoso descenso de la novela sin ning¨²n riesgo. La cueva y su entorno estaban limpios y cuidados, sin a?adidos ni concesiones f¨¢ciles.
Lo que nos encontramos hoy, v¨ªspera del cacareado IV Centenario del Quijote es bastante penoso: la se?alizaci¨®n es escasa (pudimos llegar porque recordaba el lugar, pero no hab¨ªa m¨¢s que un triste cartel de dif¨ªcil visibilidad), no hab¨ªa nadie que acogiese al viajero y vigilase la cueva, la luz el¨¦ctrica brillaba por su ausencia, no era posible descender m¨¢s all¨¢ de la boca, la suciedad se amontonaba en la entrada y alrededores, un horno romano de cocer arcilla que hay all¨ª mismo serv¨ªa de contenedor de basura... El amigo belga no pod¨ªa entender, ni yo explicarle. Salimos m¨¢s confundidos que el caballero y su escudero de algunas de sus frustradas haza?as.
Hace pocos d¨ªas, la secci¨®n de Cultura de su peri¨®dico se hac¨ªa eco de una reuni¨®n de la Comisi¨®n Nacional del IV Centenario del Quijote que prepara esta celebraci¨®n. Su presidente, Jos¨¦ Manuel Blecua, en compa?¨ªa del presidente de Castilla-La Mancha, ha dicho algo muy ambicioso, pues espera que este centenario "promueva un cambio de la sociedad".
Visto lo visto, no estar¨ªa mal que la comisi¨®n pusiera los pies en la tierra, que cumpliese el objetivo de difundir y facilitar la lectura de la novela de Cervantes y que los pol¨ªticos renunciasen al uso "escaparatista" de la cultura y se empe?asen por una vez en algo m¨¢s humilde. Por ejemplo, devolverle su prestancia a la Cueva de Montesinos y a tantos sitios de la geograf¨ªa manchega que Cervantes inmortaliz¨® y todav¨ªa hoy podr¨ªamos visitar como si estuvi¨¦semos en el siglo XVII.
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