Pol¨¦mica adjudicaci¨®n

La adjudicaci¨®n por parte de Aeropuertos Espa?oles y Navegaci¨®n A¨¦rea (AENA) de la nueva terminal (T4) de Madrid-Barajas casi en exclusiva a Iberia y sus socios en la alianza de aerol¨ªneas OneWorld despeja una importante inc¨®gnita en el uso de una de las principales infraestructuras del pa¨ªs, pero no pone punto final a un enconado conflicto. El anuncio de Spanair de recurrir esta decisi¨®n en los tribunales adelanta sucesivos problemas o, cuando menos, pone de manifiesto la necesidad de clarificar las reglas de juego en un sector en el que la liberalizaci¨®n no afecta por igual a quienes en ¨¦l participan.

Si en principio parece razonable que Iberia goce de una terminal propia en el aeropuerto de referencia en funci¨®n de su volumen de tr¨¢fico, no lo es menos poner en duda un sistema de adjudicaci¨®n en el que el resto de las compa?¨ªas usuarias parecen tener poco que decir en un asunto en el que se juegan su capacidad de crecimiento. En la mayor¨ªa de los pa¨ªses europeos las antiguas compa?¨ªas de bandera tienen su terminal, pero en muchos ellas mismas la financian, una v¨ªa que, por el momento, aqu¨ª parece descartada y que no es desde?able si se tiene en cuenta que la obra en cuesti¨®n va a costar 6.000 millones de euros de dinero p¨²blico.

Si la terminal ya resultaba pol¨¦mica por su coste, su retraso y sus important¨ªsimos problemas de accesibilidad -dada la disputa entre el Ayuntamiento y la Comunidad de Madrid sobre la ampliaci¨®n del metro-, el colmo del asunto lleg¨® con la actuaci¨®n del anterior equipo directivo de AENA y el Ministerio de Fomento del ¨²ltimo gobierno del PP. Con las elecciones generales ya celebradas, y estando en funciones Francisco ?lvarez-Cascos, AENA decidi¨® que Iberia y OneWorld compartieran con Spanair y sus socios en Star Alliance la terminal, lo que dio un giro inesperado a un proyecto que desde 1999 llevaba otra direcci¨®n.

Nunca se han explicado suficientemente las razones para ese cambio radical -casi con nocturnidad- que abocaba al nuevo aeropuerto a su pr¨®xima congesti¨®n. Ni tampoco las prisas de tan pol¨¦mica decisi¨®n. Hace bien ahora el PP en pedir explicaciones a la ministra de Fomento, Magdalena ?lvarez. Nunca sobran. Pero hubiera hecho mejor en darlas en su d¨ªa, porque Barajas es lo suficientemente importante para descartar, antes y ahora, cualquier favoritismo. Setenta millones de pasajeros pasar¨¢n por all¨ª cada a?o.