El regreso de la motosierra

Salvo honrosas excepciones, el cine de terror agoniza en medio mundo. Alta tensi¨®n, segunda pel¨ªcula del franc¨¦s Alexandre Aja, recupera una f¨®rmula utilizada infinidad de veces que tiene a La matanza de Texas (Tobe Hooper, 1974) como referente ¨²nico, motosierra incluida. Sin embargo, mientras en la m¨¢s m¨ªtica que espl¨¦ndida pel¨ªcula de Hooper la frescura (y, en aquel momento, la originalidad) se impon¨ªa sobre sus deficiencias, en el filme de Aja todo suena a impostado, a pesar de que el director demuestra casi siempre un buen manejo de la c¨¢mara y del montaje.

Alta tensi¨®n tiene un gui¨®n que, en condiciones normales, no valdr¨ªa m¨¢s que para un corto, lo que lleva a que Aja estire las situaciones hasta la extenuaci¨®n narrativa. La chica perseguida durante unos 50 minutos de pel¨ªcula por el loco sin nombre (y casi sin rostro) parece fuerte e inteligente, pero al tener Aja que alargar su material hasta una duraci¨®n de largometraje, impulsa en su protagonista constantes decisiones err¨®neas que evitan a cada momento su salvaci¨®n.

As¨ª, el espectador termina pregunt¨¢ndose c¨®mo esta chica puede ser tan lerda como para huir siempre en la direcci¨®n menos afortunada, y la necesaria identificaci¨®n con la acorralada protagonista se torna en un irrefrenable deseo de muerte. A todo ello se une la tramposa parte final de la historia, un recurso al que nos estamos malacostumbrando tanto que, cuando el polic¨ªa pone el v¨ªdeo de vigilancia para ver qu¨¦ ha ocurrido en la gasolinera, casi nos sabemos de memoria el resultado.