Una serie de Calle 13 cuestiona el negocio de la cirug¨ªa pl¨¢stica

"D¨ªganos qu¨¦ parte de su cuerpo le gustar¨ªa cambiar". La frase, repetida en cada episodio de Nip / Tuck, que hoy estrena Calle 13 (21.40, dial 20 de Digital + y cableoperadores), se convierte en un punto de partida para analizar miedos y miserias en el sector de la cirug¨ªa pl¨¢stica. La serie, que puede ser excesivamente gr¨¢fica para algunos espectadores cuando las c¨¢maras apuntan a la mesa de operaciones, sabe mezclar algunas virtudes de los ¨²ltimos reality shows con los componentes cl¨¢sicos de la narraci¨®n televisiva. El resultado suele ser sorprendente y adictivo, aunque en ocasiones bordea lo irreal o lo insulso.

La serie, que en Estados Unidos ha concluido su segunda temporada, tiene un m¨¦rito que en ese pa¨ªs parece s¨®lo reservado a la televisi¨®n de calidad: ha movilizado en su contra a los miembros ultraconservadores del Parents Televisi¨®n Council, la principal asociaci¨®n de defensa de la "decencia" en televisi¨®n. Nip / Tuck. A golpe de bistur¨ª describe la jornada laboral de dos cirujanos pl¨¢sticos con consulta en la colorida Miami. Los papeles est¨¢n repartidos de manera convencional: Sean McNamara (interpretado por Dylan Walsh) es el m¨¦dico ¨ªntegro, casado y firmemente preocupado por el dictado de su conciencia; Christian Troy (Julian McMahon) es brillante con el bistur¨ª pero tramposo en su vida personal, obsesionado s¨®lo por la cantidad y la calidad de sus relaciones sexuales. Amigos de la infancia, la relaci¨®n entre estos dos cirujanos proporciona los mejores momentos de la serie.

Cada episodio explora una capa de esa relaci¨®n al tiempo que ofrece un elemento de debate en el terreno de la cirug¨ªa pl¨¢stica, desde la joven adolescente cuyos padres financian alegremente un aumento prematuro de su pecho hasta el cliente obsesionado con la perfecci¨®n y enganchado a su propia modificaci¨®n. Algunos de los casos son imaginativos y otros aportan un debate sobre el papel de la cirug¨ªa pl¨¢stica en situaciones sumamente convencionales, como los malos tratos o las depresiones. En otras ocasiones, la serie que ahora trae a Espa?a el canal de suspense y acci¨®n de Universal Studios cae por la vertiente del exceso innecesario de originalidad.

En su estreno desat¨® la ira del sector de la cirug¨ªa pl¨¢stica, preocupado por una imagen de frivolidad que, seg¨²n ellos, no existe en su profesi¨®n. Nip / Tuck incluye escenas gr¨¢ficas de cirug¨ªa en toda su crudeza, aunque ese terreno, al menos en EE UU, ya estaba allanado por la avalancha de reality shows que ensalzan la restauraci¨®n corporal por la v¨ªa del quir¨®fano.