Te¨®logos y religiosos piden "di¨¢logo sereno" entre Gobierno e Iglesia
Los obispos no cuentan con la unanimidad de los cat¨®licos en su ofensiva contra algunas de las reformas del Gobierno, y tampoco para asistir a las manifestaciones en la calle si finalmente las convocan. Por ejemplo, la Asociaci¨®n de Te¨®logos Juan XXIII ha criticado estas "actitudes beligerantes".
Ayer, los dirigentes de la Conferencia Espa?ola de Religiosos (Confer), Alfonso Zabala y Leonor Garc¨ªa, dijeron que este ¨®rgano no tomar¨¢ postura porque est¨¢ integrado por muy diferentes congregaciones y porque el derecho a pronunciarse en la calle debe decidirlo cada uno a t¨ªtulo individual.
La Confer tiene 500 congregaciones y 62.085 religiosos (48.585 mujeres y 13.500 hombres), una cifra que ha disminuido en cuatro a?os en torno a 2.000 religiosos y un n¨²mero similar de religiosas.
Por su parte, la Asociaci¨®n de Te¨®logos Juan XXIII critic¨® la creciente "confrontaci¨®n y tensi¨®n entre la Conferencia Episcopal y el Gobierno", y denunci¨® las "actitudes beligerantes" de obispos y algunos sectores cat¨®licos. Tambi¨¦n lament¨® que representantes de partidos o agrupaciones laicas hayan terciado en la "confrontaci¨®n religiosa con calificaciones destempladas hacia la jerarqu¨ªa, la Iglesia cat¨®lica y el hecho mismo religioso". "En esta confrontaci¨®n se olvida, por parte de la Iglesia, la recomendaci¨®n de di¨¢logo que hace el Vaticano II, y, por parte de sectores pol¨ªticos y culturales, la necesidad de tratar con respeto el hecho religioso, vital para muchas personas". Los te¨®logos abogan, adem¨¢s, para que "haya distensi¨®n y di¨¢logo sincero y sereno entre la Iglesia cat¨®lica y el Gobierno, buscando espacios de acuerdo en lo ¨¦tico y lo religioso".
Ignacio Zabala, presidente de la Confer, pidi¨® ese mismo di¨¢logo, pero tambi¨¦n un esfuerzo del Ejecutivo para explicar las reformas. "El Gobierno tiene que defender a las minor¨ªas y atender a los criterios y demandas sociales, pero a la vez tiene que cribar y no decir a todo que s¨ª". Tambi¨¦n lament¨® la "trivializaci¨®n sexual" que se est¨¢ promoviendo, o la falta de procesos de mentalizaci¨®n que deber¨ªan acompa?ar a las leyes.
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