Berlusconi no logra imponer a sus aliados la reforma fiscal
El Gobierno italiano vive jornadas de alt¨ªsima crispaci¨®n. Silvio Berlusconi no ha conseguido todav¨ªa imponer a sus aliados la rebaja de impuestos y la redistribuci¨®n de carteras ministeriales, que deber¨ªa realizarse hoy, sigue en el aire. Berlusconi y Gianfranco Fini, vicepresidente del Gobierno y ministro de Asuntos Exteriores in pectore, mantuvieron ayer un almuerzo muy tenso que finaliz¨® de forma tempestuosa: Fini se levant¨® de la mesa y se fue, para reunirse de forma urgente con el estado mayor de su partido, Alianza Nacional.
La cuesti¨®n fiscal se ha convertido en una pesadilla para Il Cavaliere, que se comprometi¨® a rebajar los impuestos en su famoso "contrato con los italianos" de la campa?a electoral de 2001 y est¨¢ convencido de que sin esa reforma perder¨¢ las pr¨®ximas elecciones. Eso indican los sondeos confidenciales que maneja: su popularidad est¨¢ bajo m¨ªnimos y lo que queda de su credibilidad pende del hilo fiscal. Ayer le mostr¨® esos sondeos a Fini, sin resultado. El encuentro fue bronco.
Los aliados de Berlusconi, con excepci¨®n de la Liga Norte, consideran que no existe margen para la reforma porque las arcas del Estado sufren un d¨¦ficit creciente y no hay margen para recortar gastos. Eso mismo piensa el ministro de Econom¨ªa, Domenico Seniscalco, que el martes se neg¨® en el Parlamento a dar detalles sobre los planes del Gobierno en materia de impuestos porque, seg¨²n ¨¦l, no hab¨ªa nada decidido. El presidente del Gobierno hab¨ªa anunciado d¨ªas antes que todo estaba pactado y a punto de convertirse en ley.
Divisi¨®n del Gobierno
La actitud evasiva de Seniscalco enfureci¨® a Berlusconi, que se encontraba reunido en una cl¨ªnica suiza con Umberto Bossi, l¨ªder de la Liga Norte. Bossi, que lleva casi un a?o recuper¨¢ndose de una crisis card¨ªaca, es el ¨²nico aliado firme que le queda al presidente del Gobierno. Los posfascistas de Alianza Nacional y los centristas de la Uni¨®n de los Dem¨®cratas Cristianos est¨¢n de acuerdo en mantener la actual presi¨®n fiscal y forman un frente com¨²n contra Forza Italia y la Liga. El Gabinete est¨¢ dividido por la mitad.
El escepticismo del ministro de Econom¨ªa respecto a los planes fiscales de Berlusconi no s¨®lo despert¨® la furia de su jefe, que sopes¨®, seg¨²n fuentes fiables, la posibilidad de exigirle la dimisi¨®n. Tambi¨¦n caus¨® un incidente parlamentario que despert¨® dudas sobre la conveniencia de entregar a Fini la direcci¨®n de la diplomacia italiana. Ante la vaguedad de la intervenci¨®n de Seniscalco, la oposici¨®n retir¨® sus enmiendas a la ley de presupuestos y anunci¨® que s¨®lo participar¨ªa en los debates cuando se supiera de qu¨¦ se hablaba. Entonces se levant¨® Fini, enfurecido, y grit¨® hacia los bancos de la izquierda: "Pues marchaos al Aventino". Eso fue precisamente lo que hizo la oposici¨®n parlamentaria en los primeros a?os de mandato de Benito Mussolini. La expresi¨®n de Fini result¨® extraordinariamente inapropiada, viniendo de un pol¨ªtico que se defin¨ªa fascista hasta pocos a?os atr¨¢s.
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