Andaluc¨ªa: Planes de vivienda y ciudades sostenibles

Las ciudades espa?olas y sus ¨¢reas metropolitanas suman el 70% de la poblaci¨®n y son el escenario de sus procesos de integraci¨®n o desvertebraci¨®n social. El Ministerio de Fomento, en el a?o 2000 desvel¨® la existencia de m¨¢s de 375 barrios desfavorecidos, el 14% de la poblaci¨®n de las ciudades medias y grandes del pa¨ªs. Y en muchos casos esos eran barrios consecuencia de planes p¨²blicos espec¨ªficos de vivienda.

Edificar 180.000 viviendas p¨²blicas y hasta 500.000 en total cada a?o, por tanto, constituye un riesgo ambiental y convivencial muy serio, si no se hace en condiciones de construir y rehabilitar ciudad. Los nuevos planes de vivienda han de garantizar la integraci¨®n de ciudadanos y no fomentar los procesos insostenibles de exclusi¨®n o deterioro ambiental. La ciudad compacta e integrada es la ciudad m¨¢s sostenible, y suele ser la de mayor eficacia y equidad. Con la actual construcci¨®n masiva de viviendas de promoci¨®n p¨²blica o privada hay que minimizar el impacto y favorecer la calidad, como propone el nuevo C¨®digo T¨¦cnico de la Edificaci¨®n. Hay que actuar sobre el suelo, de manera que los suelos urbanizables se consoliden ordenada y adecuadamente. El urbanismo global de los pr¨®ximos planes de vivienda no deber¨¢ proyectar la "ciudad desparramada"; sino impulsar las soluciones metropolitanas de movilidad urbana, la gesti¨®n de los residuos y, muy singularmente, la innovaci¨®n en edificaci¨®n, en cuya construcci¨®n y ciclos de vida se consumen enormes cantidades de suelo, materiales, energ¨ªa o agua y se generan la mayor parte de los residuos y emisiones globales.

Seg¨²n informa el GBC Espa?a, las 180.000 viviendas del Plan Nacional podr¨ªan llegar a generar, cada a?o, un consumo de 30 millones de m2 de suelo, 36.000 millones de kg de materiales, 26. 460 millones de kw/hora y 11.113 millones kg de CO2 en su ciclo de construcci¨®n. Y, adem¨¢s, anualmente durante cada uno de los 75 a?os de su vida ¨²til, un gasto de 1.476 millones de kw/h, 45 millones de M3 de agua y producir 227 millones de kg de residuos s¨®lidos urbanos y 619 millones de kg de CO2. Es vital, pues, ahorrar parte de los 7.695 millones de euros de nueva construcci¨®n y, cada a?o, reducir la urbanizaci¨®n de unos 15 millones de m2 de suelo. Es posible reduciendo a la mitad el consumo de materiales y energ¨ªa necesarios para la construcci¨®n de las viviendas del Plan.

En Andaluc¨ªa, con una alta cuota de participaci¨®n en las "soluciones habitacionales", estamos trabajando hace a?os en una de las pol¨ªticas m¨¢s innovadoras de vivienda p¨²blica. Sin embargo, seguimos adoleciendo de los males cl¨¢sicos, al colocar las viviendas sociales en emplazamientos marginales y mantener cuotas muy bajas de ocupaci¨®n de viviendas (mucha segunda residencia, semivac¨ªa), bajo nivel de energ¨ªas renovables y de eficacia energ¨¦tica (escasa implantaci¨®n de arquitectura bioclim¨¢tica y de energ¨ªa fotovoltaica), baja recuperaci¨®n y reducci¨®n de residuos de construcci¨®n (bajo porcentaje de materiales reciclados) y baja calidad en innovaci¨®n tecnol¨®gica de la vivienda libre, (muy cara de mantener desde el punto de vista energ¨¦tico) e ineficiente consumo y depuraci¨®n de agua. Adem¨¢s seguimos con precios muy altos y dificultades de acceso a j¨®venes e inmigrantes, poca capacidad de movilidad y baja integraci¨®n de los conjuntos nuevos en la ciudad metropolitana.

A estos factores a?adimos la baja conexi¨®n de redes locales de consorcios de servicios y el bajo nivel de innovaci¨®n en la gesti¨®n mancomunada de residuos, as¨ª como un empleo poco eficiente de agua y un despilfarro energ¨¦tico superior al de otros pa¨ªses de nuestro entorno clim¨¢tico (en aire acondicionado y electricidad). La arquitectura del sol no est¨¢ imbuida a¨²n de respuestas ambientales eficientes y cultas.

La movilidad tambi¨¦n es causa de un alto coste ambiental, con la ejecuci¨®n de grandes infraestructuras, metros subterr¨¢neos, redes ferroviarias, etc, que se plantean como si no tuvieran facturas e hipotecas ecol¨®gicas de envergadura. Una nueva cultura de responsabilidad es necesaria aqu¨ª, si queremos mantener el alto nivel de nuestro sistema andaluz de ciudades; el plan de infraestructuras y los planes de vivienda han de contribuir a ello (y la vivienda de promoci¨®n privada, en m¨¢s medida si cabe, por cantidad).

?Qu¨¦ medidas prepara la Consejer¨ªa de Obras P¨²blicas para ese cambio de cultura, de modelo, de normativas legales y t¨¦cnicas y otras regulaciones en el que estar¨¢ Espa?a a partir de 2005, cuando tenga que cumplir el protocolo de Kioto en "sectores difusos" de Andaluc¨ªa?

Innovar en vivienda requiere usar la imaginaci¨®n y la inteligencia, para utilizar viviendas vac¨ªas, hacer viviendas ambientalmente eficientes e impulsar el alquiler. Construir las nuevas de otra manera es la gran cuesti¨®n. Para eso hay que contar con los empresarios, los t¨¦cnicos, los ayuntamientos, etc. As¨ª como arbitrar las medidas del CTE, a la vez que construimos nuevos barrios de mejores ciudades. Estas ciudades habr¨¢n de ser mucho m¨¢s responsables que las que crecen hoy entre la desmedida y el despilfarro. En Andaluc¨ªa nos jugamos la calidad de vida m¨¢s extraordinaria del Sur de la pen¨ªnsula, y de Europa.

Carlos Hern¨¢ndez Pezzi es presidente del Consejo Superior de Colegios de Arquitectos de Espa?a