Fotograf¨ªa del 11 de septiembre
Saltaron hacia abajo desde los pisos en llamas:
uno, dos, todav¨ªa unos cuantos
m¨¢s arriba, m¨¢s abajo.
La fotograf¨ªa los mantuvo con vida,
y ahora los conserva
sobre la tierra, hacia la tierra.
Todos siguen siendo un todo
con un rostro individual
y con la sangre escondida
Hay suficiente tiempo
para que revolotee el cabello
y de los bolsillos caigan
llaves, algunas monedas.
Siguen ah¨ª al alcance del aire,
en el marco de espacios
que justo se acaban de abrir.
S¨®lo dos cosas puedo hacer por ellos:
describir ese vuelo
y no decir la ¨²ltima palabra.
Traducci¨®n de Gerardo Beltr¨¢n y Abel A. Murcia.
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