La huerta inmobiliaria
La guerra del agua en la Regi¨®n de Murcia se agudiza con la eclosi¨®n urban¨ªstica y los casos de corrupci¨®n salen a la luz
Hay un ex presidente de la Confederaci¨®n Hidrogr¨¢fica del Segura (CHS) imputado por prevaricaci¨®n junto a otros altos cargos del mismo organismo, importantes empresarios murcianos investigados por la fiscal¨ªa y procesados por delito ambiental, una nueva Ley Regional del Suelo recurrida por el Grupo Socialista en el Congreso ante el Tribunal Constitucional por la desprotecci¨®n de 15.000 hect¨¢reas de espacios naturales, un mont¨®n de terrenos recalificados como suelo urbanizable, cerca de 200.000 viviendas proyectadas y numerosas obras pendientes de la decisi¨®n de los tribunales, adem¨¢s de m¨²ltiples pozos precintados por extracciones ilegales de agua... ?Qu¨¦ est¨¢ pasando en Murcia?
Hay dos bandos claros: el Gobierno de Murcia, y la Confederaci¨®n y los grupos ecologistas
La guerra est¨¢ abierta y los bandos est¨¢n claros. De un lado, el Gobierno regional (PP) demandando m¨¢s tierras para implantar un modelo de desarrollo tur¨ªstico y m¨¢s agua. ("Es absolutamente rechazable e inadmisible que la escasez de agua sea interesadamente vinculada a la creaci¨®n de campos de golf o a la construcci¨®n de nuevas urbanizaciones", puntualiza la Oficina de Prensa del Gobierno regional). Y de otro lado, la Confederaci¨®n -que depende del Gobierno central-, dosificando el agua, y los combativos grupos ecologistas, que defienden los espacios naturales.
Es sabido que en la Regi¨®n de Murcia (1,3 millones de habitantes y 11.000 kil¨®metros cuadrados) se libra una importante batalla por el agua, pero no son tan conocidos los entresijos de este enfrentamiento. El nuevo modelo que se persigue consiste, dicho en pocas palabras, en que, en vez de plantar tantas lechugas, se van plantar m¨¢s viviendas y hoteles y campos de golf. Pero todo adolece de lo mismo: no hay agua. Los que defienden el nuevo modelo argumentan que no hace falta tanta agua y los detractores se quejan de que, si ya hay una falta, todo lo que sea incrementarla es arriesgado.
"Lo que nos est¨¢ pasando es incre¨ªble", dice el consejero de Turismo, Jos¨¦ Pablo Ruiz Abell¨¢n,ide¨®logo de la ordenaci¨®n del litoral. "Queremos hacer una actuaci¨®n tur¨ªstica emblem¨¢tica, con el m¨ªnimo de edificabilidad, obligando a los ayuntamientos a que reserven el 25% de su suelo urbanizable para uso tur¨ªstico y respetando los 500 metros de distancia de la costa para construir, y no nos dejan arrancar. Esta regi¨®n tiene derecho a crecer. El turismo en Murcia supone s¨®lo el 8% de PIB y nuestro objetivo es alcanzar la media nacional del 12%, ?y no tenemos ni aeropuerto!", se queja.
Y agua no caer¨¢ ni una gota, pero las cr¨ªticas de los cr¨ªticos del PHN y de los colectivos ecologistas les han llovido por doquier. "Quieren el agua para hacer campos de golf"", dicen los primeros; "Est¨¢n acabando con la riqueza ecol¨®gica en beneficio de cuatro empresas inmobiliarias", alegan los ecologistas, que han llegado a ir a Bruselas y han conseguido paralizar algunos de los desarrollos urban¨ªsticos previstos.
Murcia es una regi¨®n que ha basado hist¨®ricamente su econom¨ªa en la agricultura. La huerta murciana supone entre un 18% y un 22% de las exportaciones hortofrut¨ªcolas de Espa?a. Son 192.000 las hect¨¢reas de regad¨ªo, aunque desde la Consejer¨ªa de Agricultura se insiste en que por la escasez de agua s¨®lo se riegan unas 160.000.
Y la clave concreta de la gran pol¨¦mica actual es que, para llevar a cabo esta reorientaci¨®n del modelo de desarrollo de la regi¨®n, el Gobierno ha aprobado una controvertida Ley del Suelo, que equipara los espacios naturales a los denominados Lugares de Inter¨¦s Comunitario (LIC) reconocidos por la UE y modifica los l¨ªmites de los que exist¨ªan anteriormente, desprotegiendo 15.000 hect¨¢reas (el equivalente a 15.000 campos de f¨²tbol). Y, a continuaci¨®n, han elaborado unas directrices de "ordenaci¨®n del litoral" que, bajo el eufemismo de "Actuaciones de Inter¨¦s Regional" (AIR), recoge toda una serie de proyectos inmobiliarios.
"El problema est¨¢ en el cultivo de viviendas", sentencia Manuel Aldeguer, comisario de Aguas, aludiendo a la eclosi¨®n urban¨ªstica que vive la regi¨®n. "Se est¨¢n haciendo segundas residencias sin que haya una dotaci¨®n prevista de agua y sin el informe preceptivo de la Mancomunidad de los Canales del Taibilla (organismo dependiente del Ministerio de Medio Ambiente encargado del abastecimiento urbano de 75 municipios), y se recalifica sin parar", agrega Aldeguer.
Y el Consejo Jur¨ªdico Regional le ha dado la raz¨®n al elaborar un informe sobre las directrices del litoral que, aunque no es vinculante, las desaprueba por considerar que el desarrollo no es tanto tur¨ªstico como inmobiliario. Es decir, que se proyectan m¨¢s segundas viviendas que complejos tur¨ªsticos.
La ley dice que el consumo humano es prioritario y esto ha supuesto, seg¨²n datos de la Confederaci¨®n, que con el crecimiento urban¨ªstico ya se han llegado a utilizar hasta 30 hect¨®metros c¨²bicos de la cuenca del Segura sin que se hayan reemplazado. Y, por eso, los regantes, que creen que el agua es suya, est¨¢n que trinan: "Puede que se gane mucho m¨¢s dinero plantando casas que naranjos, pero es pan para hoy y hambre para ma?ana", dec¨ªa Francisco del Amor, uno de sus representantes.
"Pero no es bueno que todos los huevos se pongan en la misma cesta", contraargumenta Antonio Cerd¨¢, el consejero de Agricultura y Agua. "Nosotros tambi¨¦n tenemos derecho al desarrollo de otros aspectos que no sean la agricultura. Y el agua, desde la Ley de Aguas de 1985, es un bien p¨²blico (ya no pertenece al due?o de la tierra en que se encuentra). Los recursos tienen que ir all¨ª donde son necesarios. Murcia pide agua pero tambi¨¦n est¨¢ soportando un oleoducto a Puertollano (Ciudad Real) y una red de Gas Natural en Cartagena de los que se benefician muchas comunidades del interior de Espa?a. Lo que le da sentido a un pa¨ªs es la intersolidaridad. Adem¨¢s, el agua se paga", a?ade.
Y en esto ¨²ltimo tiene toda la raz¨®n. Pagarse se paga, y bien. La escasez de un bien siempre permite especular a quienes lo poseen. En 1986 se decidi¨® por el real decreto 3/86 no dar m¨¢s concesiones de agua para la ampliaci¨®n de cultivos y sus zonas de riego ante la "sequ¨ªa estructural". Sin embargo, desde entonces hasta hoy, la superficie de regad¨ªos ha crecido en 30.000 hect¨¢reas, 12.000 de las cuales han sido recientemente recalificadas como urbanizables, seg¨²n datos de la Confederaci¨®n. Y si no ha habido concesiones de agua, ?c¨®mo se han regado todas esas nuevas hect¨¢reas de cultivo? Las respuestas, de nuevo son contradictorias.
T¨¦cnicos de la Confederaci¨®n aseguran que hay un voluminoso e hist¨®rico mercado negro de agua obtenida desde pozos ilegales que podr¨ªa alcanzar los 200 metros c¨²bicos anuales; unos 60 millones de euros.
La ecuaci¨®n que describen es muy simple: poderosos empresarios crean la infraestructura para extraer el agua en grandes cantidades y la venden a peque?os agricultores de la zona o convierten tierras de secano en tierras de regad¨ªo que vuelven a vender apropi¨¢ndose de la plusval¨ªa correspondiente. El negocio es redondo: a unos les sale gratis y otros la pagan a precio de oro. A d¨®nde va ese dinero negro o c¨®mo se blanquea es ya materia de investigaci¨®n fiscal. En la Consejer¨ªa aseguran que pueden existir casos puntuales de extracciones ilegales, pero alegan que no es una pr¨¢ctica generalizada, y que sencillamente el trasvase del Segura se ha ido optimizando con los a?os.
Todas estas fricciones se han ido agudizando desde la llegada del PSOE a La Moncloa, tras las elecciones del 14 de marzo. Primero, porque el partido socialista derog¨® la Ley del Plan Hidrol¨®gico Nacional (PHN) y el trasvase del Ebro aparejado, algo que los murcianos esperaban como agua de mayo, y nunca mejor dicho, para paliar el d¨¦ficit de 456 hect¨®metros c¨²bicos de agua (360, seg¨²n la Confederaci¨®n) de la regi¨®n.
Se calcula que Murcia consume anualmente unos 1.500 hect¨®metros, la mayor¨ªa en tierras de regad¨ªo. Pese a todo, son mayor¨ªa los murcianos que est¨¢n convencidos de que ese plan se llevar¨¢ a cabo antes o despu¨¦s. En los despachos de la Consejer¨ªa de Aguas y Agricultura, que dirige Antonio Cerd¨¢ (PP), hasta hace tres meses tambi¨¦n consejero de Medio Ambiente, pueden verse mapas enmarcados del trazado previsto para el PHN con un eslogan que reza: "Lo que pudo ser y no fue... pero ser¨¢". Y de balcones de toda la ciudad cuelgan pancartas con el ya famoso "Agua para todos".
El nuevo modelo de desarrollo que seguir¨¢ esta regi¨®n levantina est¨¢ por ver. Desde la oposici¨®n se asegura que el planteamiento del Gobierno regional es "insostenible". "Est¨¢ cayendo en contradicciones similares a los desarrollos tur¨ªsticos de los a?os 50 y 60, queremos un desarrollo que garantice la calidad y el futuro", argumenta la portavoz socialista en la Asamblea regional, Teresa Rosique.
Los grupos ecologistas ANSE (Asociaci¨®n de Naturalistas del Sur Este) y Ecologistas en Acci¨®n aseguran que existen alternativas al desarrollo de la regi¨®n mucho m¨¢s respetuosas con el medio ambiente y no cesan de poner denuncias. De hecho, su persistencia es la raz¨®n de que gran parte de los grandes proyectos se encuentren paralizados pendientes de una decisi¨®n de los tribunales. Parece, por tanto, que el final de esta historia lo pondr¨¢n los jueces y los fiscales a golpe de sentencias.
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