Poco dispuestas

La simpat¨ªa y la buena disposici¨®n de las empleadas de la biblioteca municipal de Guadarrama dejan mucho que desear. Nunca entender¨¦ por qu¨¦ las personas que van a ocupar un puesto de trabajo de cara al p¨²blico no son sometidas previamente al momento de firmar el contrato a test o pruebas psicol¨®gicas que determinen su capacidad para estar detr¨¢s de un mostrador. Obviamente, a este tipo de an¨¢lisis no fueron sometidas las dos empleadas -que no bibliotecarias, ya que ¨¦sa es una titulaci¨®n universitaria de la que carecen estas dos personas- de la biblioteca municipal de Guadarrama. No s¨®lo se niegan a atender al p¨²blico que llega minutos antes de la hora de cierre -que no de finalizar su jornada laboral-, sino que, adem¨¢s, su actitud es desp¨®tica. ?Qu¨¦ fue de la frase "El cliente tiene raz¨®n?"

Pues bien, no somos clientes, sino usuarios y lectores de la biblioteca, y sus sueldos los pagamos todos porque ocupan un cargo de una Administraci¨®n local. Cuando fui a sacar un libro tres minutos antes de la hora de cierre, estaban con los abrigos puestos y el ordenador apagado.

Qu¨¦ prisas, pero ?qu¨¦ l¨¢stima! Para colmo, o se sacan las normas de la manga o simplemente los horarios que est¨¢n colgados en las instalaciones no se corresponden con las presuntas normas anunciadas por las bibliotecarias. Pero eso no es todo, el servicio de la ¨²nica biblioteca del municipio (PP), con m¨¢s de 12.000 habitantes empadronados, es bastante deficiente, ya que numerosos libros est¨¢n mal colocados y un libro mal colocado es un libro perdido. Estoy indignada, pero no es para menos cuando desde un puesto p¨²blico alguien se dirige as¨ª a los usuarios.