Jordi Soler novela la excepcional historia de su familia de exiliados
'Los rojos de ultramar' evoca al abuelo del autor, que particip¨® en un plan para matar a Franco
"Uno no da a un nieto escritor 120 p¨¢ginas de memorias mecanografiadas si en el fondo no quiere que escriba algo sobre ello", dice Jordi Soler (Veracruz, 1964). Soler es el autor de la novela Los rojos de ultramar (Alfaguara), la excepcional historia de su abuelo, un exiliado catal¨¢n de la Rep¨²blica que fund¨® una peque?a colonia en la selva mexicana y particip¨® en un proyecto de atentado contra Franco. De alg¨²n modo, parece que con este libro Soler, que ahora vive en Barcelona, hace dos cosas al mismo tiempo: rendir un homenaje y ajustar cuentas.
El abuelo de Jordi Soler fue un personaje de identidad escurridiza que cedi¨® a su nieto los recuerdos de su vida pero se enfad¨® cuando hace dos a?os vio publicada su peripecia en un reportaje en El Pa¨ªs Semanal. Francesc (Arcadi en la novela) falleci¨® hace tres meses, justo antes de la aparici¨®n de Los rojos de ultramar, donde Soler indaga todav¨ªa m¨¢s en esta historia de guerra, posguerra y exilio mexicano: "Mi madre y mis hermanos crecimos con la idea de que mi abuelo hab¨ªa dado la espalda a Espa?a, pero al mismo tiempo habl¨¢bamos en catal¨¢n, com¨ªamos mongetes [jud¨ªas], beb¨ªamos vino del Priorat y mir¨¢bamos filminas de la Barcelona de antes de la guerra".
En el personaje se daban m¨¢s contradicciones -pas¨® de rojo a propietario de una plantaci¨®n- que contrariaban al Soler joven: "Admir¨¦ a mi abuelo en la misma medida que le odi¨¦. Poco a poco fue metamorfose¨¢ndose en el tipo de persona contra la que luch¨® en Espa?a. ?Acab¨® yendo a misa! Pero cuando conoc¨ª su historia empec¨¦ a comprenderle: un trauma como el suyo se puede administrar de muchas maneras". De puertas adentro se dedic¨® a mantener ciertas costumbres y, sin hablar nunca de la guerra, parec¨ªa resignarse a no regresar a Espa?a. Mientras, con algunos compa?eros exiliados, plane¨® asesinar a Franco. Ya eran los a?os sesenta: "En esa ¨¦poca continuaban sinti¨¦ndose expulsados de su pa¨ªs, estaban rabiosos y no ten¨ªan mucha idea de lo que pasaba en Espa?a. Para ellos, la situaci¨®n era la misma que en 1939 y cre¨ªan que la ¨²nica manera de regresar era matar al dictador. Evidentemente, el plan fall¨®".
Ret¨®rica
La novela recorre los diversos momentos y escenarios por los que transcurri¨® la vida de Francesc-Arcadi: el puesto donde ejerci¨® de artillero durante la Guerra Civil, en la monta?a de Montju?c de Barcelona; la huida a Francia a finales de enero del 39 en un coche destartalado; el largo confinamiento -m¨¢s de un a?o- en la playa de Argel¨¨s-sur-Mer; la relaci¨®n con el embajador de M¨¦xico en Francia, Luis Rodr¨ªguez -"un personaje de novela"-, enviado por el presidente L¨¢zaro C¨¢rdenas para ayudar a los republicanos espa?oles a exiliarse; la llegada a M¨¦xico y la fundaci¨®n de la plantaci¨®n y colonia de La Portuguesa con otros socios catalanes, en plena selva. Es el lugar donde Jordi Soler pas¨® su infancia, de la cual da tambi¨¦n cuenta. Es una infancia en un lugar donde lat¨ªa con fuerza el contraste entre la modernidad y el mundo ind¨ªgena: "Hay quien dice que M¨¦xico es un pa¨ªs plural donde se acepta la convivencia entre indios, blancos y mestizos pero esto todav¨ªa es pura ret¨®rica".
Babelia
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