Sud¨¢n es mi prioridad
Para el mundo exterior, la pol¨ªtica de desarrollo y la ayuda humanitaria se encuentran entre las manifestaciones m¨¢s tangibles de la Uni¨®n Europea, instrumentos concretos de solidaridad que los ciudadanos de la UE muestran con los habitantes de cualquier parte del mundo afectada por la pobreza o el conflicto. Por eso me honra verdaderamente el haber sido nombrado comisario de la UE para esta cartera. Era, de hecho, el puesto que personalmente deseaba. Mi misi¨®n es dar el mejor uso posible al generoso presupuesto de ayuda proporcionado por los contribuyentes europeos para los m¨¢s pobres del mundo. Esto no s¨®lo supone las operaciones dirigidas a atajar la pobreza, sino tambi¨¦n respetar el enfoque contractual establecido en el Acuerdo de Cotonou, que abarca las relaciones con pa¨ªses africanos, caribe?os y del Pac¨ªfico. En el acuerdo se establece claramente que el buen gobierno en general, y el respeto de los derechos humanos, en particular, son esenciales para que la ayuda d¨¦ fruto.
Como ministro de Asuntos Exteriores belga, fui testigo de la intolerable adversidad soportada por comunidades enteras, donde la miseria a menudo se combina con la injusticia. Como comisario de la UE, mi objetivo es hacer algo respecto al enorme abismo entre pa¨ªses ricos y pobres. Pero es dif¨ªcil impulsar el desarrollo si se carece de paz y condiciones estables. ?ste es el formidable escollo al que nos enfrentamos en Sud¨¢n. Sud¨¢n, el pa¨ªs m¨¢s grande de ?frica, ha conocido muy poca paz desde la independencia, en 1956. Hoy se enfrenta a lo que Naciones Unidas ha definido como "la mayor crisis humana del mundo". El conflicto de Darfur -una vasta regi¨®n del tama?o de Francia- ha desplazado a 1,6 millones de personas y obligado a otras 200.000 a trasladarse al vecino Chad. Tras s¨®lo tres d¨ªas en mi nuevo cargo, viajar¨¦ a Sud¨¢n. Como pol¨ªtico y encargado de tomar decisiones, pienso que es vital ver el problema con mis propios ojos y hablar con algunos de los afectados. Su testimonio puede ayudarme a escoger las mejores soluciones pol¨ªticas.
No es coincidencia que haya elegido Sud¨¢n como mi primera prioridad. A pesar de haber suspendido la cooperaci¨®n estructural en 1991, la Comisi¨®n sigue siendo all¨ª un actor clave. En los ¨²ltimos 13 a?os, ha desembolsado 500 millones de euros, principalmente en forma de ayuda humanitaria. Desde el comienzo de la crisis de Darfur, la Comisi¨®n ha aportado m¨¢s de 184 millones de euros, 125 de ellos este a?o solamente, convirti¨¦ndose en el mayor donante. Y pronto anunciar¨¦ una aportaci¨®n humanitaria m¨¢s generosa, tanto para el norte como para el sur. Buena parte de estos fondos (92 millones de euros) se han dedicado a apoyar los esfuerzos de paz de la Uni¨®n Africana. Darfur es el primer y vital ejemplo pr¨¢ctico de cooperaci¨®n concreta entre la UE y su hermana africana. Se trata de una alianza estrat¨¦gica que pretendo impulsar y profundizar durante mi mandato. Procurar¨¦ reunirme peri¨®dicamente con los representantes de la Uni¨®n Africana, porque los considero un socio privilegiado y nuestra mejor esperanza para dar soluci¨®n a los problemas africanos. Queremos que la Uni¨®n Africana sea fuerte y eficaz a la hora de luchar contra las fuentes de la pobreza: los conflictos, las epidemias y el mal gobierno.
Durante mi misi¨®n en Sud¨¢n, transmitir¨¦ algunos mensajes claros a las partes en conflicto. En las ¨²ltimas semanas, a pesar de la firma de dos acuerdos clave en Abuja sobre seguridad y ayuda humanitaria, se ha producido un aumento de la violencia en Darfur. Los vulnerables civiles son nuevamente las principales v¨ªctimas. Con demasiada frecuencia, las organizaciones ben¨¦ficas se ven obligadas a parar de trabajar hasta que se restaure la seguridad. Esto ocurri¨® el 23 de noviembre en Tawilla, cuando Save the Children, respaldada por fondos humanitarios de la UE, tuvo que huir por los enfrentamientos que se estaban produciendo en la ciudad. Es esencial que todas las partes respeten sus obligaciones legales. Nadie est¨¢ exento de las disposiciones del derecho humanitario internacional, que son claras y no admiten excepciones. El Gobierno sudan¨¦s, en particular, debe demostrar su buena voluntad si quiere recuperar su credibilidad internacional.
Ciertamente, Darfur merece una ayuda humanitaria masiva y la atenci¨®n de los medios. Pero no deber¨ªamos olvidar la crisis del sur de Sud¨¢n, donde las v¨ªctimas de una de las guerras civiles m¨¢s largas sufren en silencio. La inseguridad, las minas terrestres y una tasa excepcionalmente elevada de enfermedades mortales convierten el sur de Sud¨¢n en un lugar verdaderamente muy peligroso. El reciente acuerdo entre el Gobierno sudan¨¦s y el movimiento rebelde del sur del pa¨ªs (SPLM/A) abre el camino hacia un acuerdo de paz m¨¢s amplio a finales de 2004. Se trata de un importante paso positivo. Hay que mantener el impulso, y el acuerdo de paz debe empezar a hacerse realidad. Instar¨¦ firmemente al Gobierno de Jartum y a los movimientos armados implicados a mantener ese rumbo y respetar los compromisos que han adquirido para garantizar una paz duradera.
El progreso en el sur deber¨ªa tener efectos expansivos hacia Darfur. De hecho, la situaci¨®n all¨ª no puede ni debe continuar. Todos los contendientes tienen la responsabilidad de esforzarse por alcanzar un acuerdo pol¨ªtico que ponga un fin permanente al sufrimiento. Todos sabemos que la paz es esencial para un desarrollo econ¨®mico y social sostenible. Los sudaneses deben tambi¨¦n saber que si tienen la valent¨ªa de escoger vivir juntos en armon¨ªa -en Darfur y en el resto del pa¨ªs-, la comunidad internacional har¨¢ todo lo que est¨¦ en su mano para proporcionarles ayuda concreta. La senda de la violencia no conduce a ninguna parte. Incluso en el mejor supuesto, que el proceso de paz tenga ¨¦xito, somos tambi¨¦n plenamente conscientes de que la comunidad internacional tendr¨¢ que cubrir durante un tiempo las necesidades humanas en Darfur y en otras partes de Sud¨¢n. A menudo resulta dif¨ªcil para los habitantes del mundo desarrollado captar la enormidad del sufrimiento. En lo que a m¨ª respecta, me comprometo a proporcionar financiaci¨®n humanitaria sostenida mientras sea necesario. La Comisi¨®n, a trav¨¦s de su departamento de ayuda humanitaria (ECHO), est¨¢ en Darfur desde el principio y seguiremos all¨ª el tiempo que sea necesario, incluso despu¨¦s de que las c¨¢maras de televisi¨®n se hayan ido.
Louis Michel es comisario de la UE para el Desarrollo y la Ayuda Humanitaria. Traducci¨®n de News Clips
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