'Guarachar' tocando y comunicando

Es una de esas maravillosas anomal¨ªas caribe?as que brotan en condiciones desfavorables. Athanai Castro alcanz¨® cierta popularidad en Cuba durante los a?os noventa como "el rapero blanco": un arrebatado rockero habanero que tambi¨¦n rapeaba y que incluso lleg¨® a grabar con la omnipotente NG La Banda, de Jos¨¦ Luis, El Tosco, Cort¨¦s. Tom¨® la decisi¨®n de trasladarse a Espa?a hace 10 a?os y aqu¨ª se encontr¨® con que su oferta musical no encajaba en los estrechos par¨¢metros del boom cubano. Algunas artistas nacionales -Rosario Flores, ahora Las Ni?as- han requerido sus talentos, pero no ha ocurrido mucho con los dos discos que ha sacado bajo su nombre, tal vez por haber confiado m¨¢s en sus famosos amigos que en llevar la m¨²sica directamente a su p¨²blico potencial.

El ¨²ltimo CD, A Castro le gusta el rock (Factor¨ªa Autor), estaba por presentar oficialmente. Lo hizo en el Honky Tonk madrile?o y fue una revelaci¨®n. Athanai y su gomosa banda han alcanzado un punto en el que resulta l¨®gico imaginarles triunfando en el escenario principal de cualquiera de los festivales de rock que se celebran en Espa?a (esto es, si los programadores de esos festivales se atrevieran a desplegar sus antenas).

Su metal-rap exhibe una arrebatada frescura, aunque no sea la ¨²nica baza: I'm sorry tiene aire beatle y tambi¨¦n hay confesi¨®n de influencias en piezas como Nirvaneando; otras canciones muestran ecos de la pulsaci¨®n del reggae o de los modos extrovertidos de la m¨²sica tradicional cubana. En el universo de Athanai la clave est¨¢ en guarachar, palabra que repite obsesivamente. Y que significa gozar. Gozar tocando y comunicando.

Entre canci¨®n y canci¨®n, los parlamentos de Athanai son torrenciales y confusos. Por el contrario, su m¨²sica no se embarulla. Acepta colaboraciones: Nancho Novo toca arm¨®nica en un tema, Andreas O'Funkillo inserta sus rapeos de guiri sevillano. Las historias de Athanai se centran en sus duras experiencias, tanto en Madrid como en La Habana, pero transmiten la confianza en sus poderes, su bendita obstinaci¨®n. Como ¨¦l dice, "hay que dar las gracias incluso a los que nos cierran puertas, ya que nos empujan a abrirnos nuevos caminos".