Tres veces s¨ª a la Constituci¨®n europea

La integraci¨®n europea es un ¨¦xito sin precedentes en la historia de nuestro continente: la paz y la democracia, la prosperidad y la solidaridad son unos logros indisociables de nuestro camino europeo com¨²n.

Desde el primer momento, Francia ha desempe?ado un papel crucial en esta v¨ªa y ha sido siempre un gran motor de la unificaci¨®n europea: por su convicci¨®n europea profunda y su inter¨¦s nacional por una Europa fuerte y social.

Compartimos esta convicci¨®n y este inter¨¦s. Francia necesita a Europa y Europa necesita a Francia para un futuro com¨²n. En efecto, en la era de la globalizaci¨®n somos cada vez m¨¢s conscientes de ello: s¨®lo podemos preservar nuestras singularidades nacionales y nuestro modelo de sociedad europeo si proseguimos en la v¨ªa de la integraci¨®n europea.

La Constituci¨®n nos ofrece la posibilidad de desarrollar la dimensi¨®n social de la UE

Los partidos socialdem¨®cratas europeos han marcado profundamente esta v¨ªa. Para ello, necesitamos la Constituci¨®n europea. Decimos s¨ª a esta Constituci¨®n porque consolida nuestra comunidad europea de valores, porque deseamos desarrollar la Europa social y sus fundamentos democr¨¢ticos y porque deseamos una Europa integradora y capaz de actuar en el inter¨¦s de sus ciudadanos, tanto dentro de sus fronteras como fuera de ellas.

Los valores que est¨¢n arraigados en la Constituci¨®n como fundamento de nuestra comunidad forman parte del canon de valores primordiales de la socialdemocracia europea: pluralismo, no discriminaci¨®n, tolerancia, justicia, solidaridad e igualdad entre hombres y mujeres.

La Carta de los Derechos Fundamentales de la Uni¨®n va a convertirse en un componente fundamental y obligatorio de la Constituci¨®n. En el futuro, cualquier ciudadano de la UE podr¨¢ reivindicar ante la justicia, a nivel europeo, sus derechos fundamentales, entre ellos importantes derechos de los trabajadores, as¨ª como derechos sociales.

La Constituci¨®n nos ofrece la posibilidad de codificar y de seguir desarrollando la dimensi¨®n social de la Uni¨®n Europea: una econom¨ªa de mercado social que tiene como ambici¨®n el pleno empleo y el progreso social forma parte de los objetivos declarados de nuestra Uni¨®n.

La Constituci¨®n crea, a escala europea, una base jur¨ªdica para los servicios de inter¨¦s econ¨®mico general, garantizando que el funcionamiento de dichos servicios se establecer¨¢ de modo que puedan cumplir sus objetivos.

El papel de los actores sociales est¨¢ a su vez anclado expl¨ªcitamente en la Constituci¨®n. Adem¨¢s, esta Constituci¨®n concede a un grupo de Estados miembros la posibilidad de avanzar m¨¢s r¨¢pidamente en el ¨¢mbito de los derechos sociales.

La Uni¨®n ser¨¢ m¨¢s eficaz y m¨¢s democr¨¢tica con la Constituci¨®n europea. Las ventajas de la Constituci¨®n resultar¨¢n evidentes para todos los ciudadanos. Gracias a la introducci¨®n de la iniciativa ciudadana, en el futuro podr¨¢n solicitar a la Comisi¨®n que presente una propuesta y ejercer de este modo una influencia directa sobre el proceso de creaci¨®n del derecho a nivel europeo.

La Constituci¨®n europea incluye un reparto de las competencias m¨¢s claro y, por lo tanto, m¨¢s comprensible. Los instrumentos y procedimientos complicados, en vigor hasta la fecha, ser¨¢n simplificados. Los Parlamentos nacionales obtienen unos derechos de control mejorados.

El tratado constitucional fue firmado pocos meses despu¨¦s de la adhesi¨®n de 10 nuevos miembros a la Uni¨®n Europea. De este modo, la familia europea, al pasar a ser numerosa, se ha enriquecido profundamente. El tratado constitucional supone un hito importante: los antiguos miembros y los nuevos crean juntos las condiciones para que la Europa ampliada siga siendo gobernable pol¨ªticamente y tenga capacidad de decisi¨®n. Por este motivo tambi¨¦n la Constituci¨®n reviste una importancia capital. Europa es un lugar de intercambios y de encuentros. Ya hoy en d¨ªa, en Europa se ha vuelto casi natural desplazarse libremente m¨¢s all¨¢ de las fronteras. Pero sin la seguridad, no podr¨ªamos disfrutar de estas libertades. A este respecto, la Constituci¨®n europea aporta importantes mejoras que facilitar¨¢n de forma considerable nuestra lucha com¨²n contra el terrorismo y la criminalidad transfronteriza organizada.

Agrupaci¨®n de 25 Estados que suman m¨¢s de 450 millones de habitantes y que produce la cuarta parte del producto nacional bruto de todo el mundo, la Uni¨®n Europea es tambi¨¦n un actor mundial. Es responsable de mucho m¨¢s de la mitad de la ayuda al desarrollo y de la ayuda humanitaria en el mundo.

Gracias a la agenda de Lisboa, la Uni¨®n Europea incrementa de un modo considerable su competitividad econ¨®mica a la vez que refuerza su cohesi¨®n. Gracias a la creaci¨®n del cargo de ministro europeo de Asuntos Exteriores, Europa puede hacer valer mejor la responsabilidad cada vez mayor que asume en el mundo y dirigir de una forma m¨¢s adecuada nuestra pol¨ªtica exterior com¨²n. Hablando con una ¨²nica voz, logramos defender nuestros valores y nuestros intereses de cara al exterior.

En Europa, todos podemos estar satisfechos del resultado logrado por la Convenci¨®n y la Conferencia Intergubernamental. La Constituci¨®n s¨®lo comporta avances y no introduce ning¨²n paso atr¨¢s. Tendremos una Europa m¨¢s democr¨¢tica, m¨¢s s¨®lida y m¨¢s eficaz.

La Constituci¨®n es un fundamento s¨®lido para una Uni¨®n Europea fuerte y capaz de actuar que, "unida en la diversidad" -¨¦se es el lema de la Constituci¨®n-, puede asumir mejor que nunca su responsabilidad social.

Pedimos a todos los ciudadanos europeos que digan "s¨ª" a la Constituci¨®n europea.