El iraqu¨ª Kassim Bayatly narra la experiencia de la guerra desde el exilio
En el exilio, las bombas que caen sobre Irak pueden ser tambi¨¦n muy nocivas. El actor y profesor iraqu¨ª Kassim Bayatly habla de su experiencia de la guerra vista desde su condici¨®n de intelectual emigrado en Ad un intimo amico straniero, un espect¨¢culo cargado de ritualidad que constituye uno de los montajes m¨¢s atractivos del ¨²ltimo fin de semana de la primera edici¨®n del festival de teatro Entre Cultures, de Tortosa.
El festival cierra hoy sus puertas despu¨¦s de 10 d¨ªas de andadura y tras ofrecer una mirada panor¨¢mica sobre el teatro que se hace en el mundo ¨¢rabe.
Kassim Bayatly abandon¨® su pa¨ªs 25 a?os atr¨¢s. No hab¨ªa sitio para un intelectual comunista como ¨¦l en el Irak de Sadam Husein y, tras peregrinar por distintas ciudades mediterr¨¢neas, se afinc¨® en Florencia (Italia). All¨ª ha desarrollado un tipo de teatro muy basado en el lenguaje corporal, sobre el que tiene un absoluto dominio, y en el que el respeto por las ra¨ªces ¨¢rabes no da la espalda a otras influencias. "La base de la cultura isl¨¢mica es transcultural", asegura el actor. El teatro ha sido siempre su "castillo" inalterable, y en ¨¦l se refugia a menudo porque la distancia geogr¨¢fica no le preserva del dolor provocado por los acontecimientos en su convulso pa¨ªs.
Prueba de ello es Ad un intimo amico straniero, un espect¨¢culo creado tras la guerra del Golfo, que Kassim Bayatly vivi¨® con enorme dolor: su pelo negro encaneci¨® por completo, y durante 40 d¨ªas apenas pudo articular palabra. Para exorcizar la pena escribi¨® un texto po¨¦tico en el que explicaba sus sentimientos. ?sta es la parte literaria de un montaje eminentemente visual en el que Kassim Bayatly utiliza elementos de la espiritualidad suf¨ª y de la danza del vientre.
T¨¦ a fuego lento
La rabia, el dolor, el sufrimiento de la guerra, las tensiones entre el mundo interior y el exterior empapan un espect¨¢culo concebido como un puente para el di¨¢logo. Al final de la funci¨®n, el actor iraqu¨ª reparte entre el p¨²blico un t¨¦ que se ha estado preparando a fuego lento sobre el escenario.
Desde su exilio en Italia, Kassim Bayatly ha podido comprobar que las voluntades y las ocasiones favorables al intercambio entre las culturas no abundan. "No s¨¦ lo que ocurre en Espa?a, pero en Italia los ¨¢rabes son vistos como terroristas", afirma. Por eso considera que el festival de teatro de Tortosa, en el que se han dado cita compa?¨ªas de 10 pa¨ªses, "es un acontecimiento hist¨®rico".
El actor sue?a con contribuir a recuperar el esplendor cultural que Irak tuvo en tiempos -"en los ¨²ltimos a?os setenta y ochenta hubo un movimiento muy importante de teatro ¨¢rabe", explica-. Pero, de momento, no puede interrumpir su exilio. A la espera del d¨ªa en que pueda regresar a Irak sin temer por su vida, Kassim Bayatly se ha ofrecido a impulsar proyectos entre sus pa¨ªses de origen y acogida. "Pero hoy lo que se necesita no son proyectos, sino volver a levantar unas infraestructuras completamente arrasadas", se?ala. Para ¨¦l, el teatro es "un alimento diario", pero en Irak las necesidades de la gente son otras, m¨¢s primarias, "como la seguridad, las medicinas y el agua".
Al contrario de lo que ocurri¨® en sus primeros d¨ªas, este ¨²ltimo fin de semana el festival ha reservado un amplio espacio a las producciones de compa?¨ªas nacionales. Entre ellas, una versi¨®n de La Celestina, contribuci¨®n aut¨®ctona a la reflexi¨®n sobre la interculturalidad (la condici¨®n de jud¨ªo converso impide a Calixto casarse con Melibea). La pieza es una creaci¨®n de la compa?¨ªa Zampan¨® Teatro dirigida por Jos¨¦ Maya. El montaje, de factura sencilla y con una escenograf¨ªa austera pero efectiva, est¨¢ interpretado por Amaya Curieses, Eva Rufo, Francesc Galceran, Pedro Miguel Mart¨ªnez y Francisco Hern¨¢ndez.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.