?Vuelve la recesi¨®n a Jap¨®n?
La reciente publicaci¨®n del dato del PIB del tercer trimestre de 2004 -con un paup¨¦rrimo 0,1% de crecimiento sobre el trimestre anterior, que en tasa anualizada asciende a un 0,3%- ha confirmado la clara desaceleraci¨®n del crecimiento japon¨¦s, que se inici¨® en el segundo trimestre del presente a?o. Tras la euforia desatada con los espectaculares datos de crecimiento del PIB en el periodo octubre 2003-marzo 2004, la desconfianza ha vuelto a aparecer en algunos foros: ?se est¨¢ agotando la recuperaci¨®n? ?Puede reaparecer la recesi¨®n econ¨®mica? Vamos a ver en este art¨ªculo que no parece probable un escenario recesivo en Jap¨®n para los pr¨®ximos trimestres.
Ante todo, hay que comentar que las empresas japonesas est¨¢n en una posici¨®n mucho m¨¢s s¨®lida que en anteriores recuperaciones, gracias, b¨¢sicamente, a sus ajustes patrimoniales, a los altos niveles de beneficios registrados, a la fortaleza de sus inversiones en bienes de capital y al incremento de la productividad del trabajo.
"El primer riesgo para la econom¨ªa japonesa es el recalentamiento de la econom¨ªa china si las medidas de correcci¨®n de su Gobierno no son suficientes"
"Aunque la desaceleraci¨®n del crecimiento japon¨¦s es clara en los dos ¨²ltimos trimestres, no es probable una nueva recesi¨®n a corto plazo"
"Desde el estallido de la 'burbuja', a pesar de la evoluci¨®n irregular de los salarios, el comportamiento del consumo privado ha sido relativamente estable"
Sobre los ajustes de las empresas cabe destacar los resultados en el terreno de los costes laborales. Antes del estallido de la burbuja especulativa de los a?os ochenta, la participaci¨®n de los costes laborales en la renta nacional oscilaba entre el 55% y el 60%. Durante la crisis de los noventa, dicha participaci¨®n subi¨® extraordinariamente, y s¨®lo tras el proceso de ajuste estructural realizado por las empresas, la participaci¨®n del trabajo oscila ahora en torno al 63%. Evidentemente, esta contenci¨®n de los gastos salariales ha favorecido la recuperaci¨®n s¨®lida de los beneficios y de la inversi¨®n.
Tambi¨¦n el reajuste de los niveles de endeudamiento de las empresas ha sido muy significativo. Usando como indicador la relaci¨®n deuda/capital para las empresas no financieras, el Fondo Monetario Internacional considera que el endeudamiento de las mismas est¨¢ en unos niveles no vistos desde comienzos de los a?os sesenta. Esto quiere decir que el exceso de endeudamiento, que ha sido uno de los llamados tres "excesos" de la econom¨ªa japonesa y que resultaba ser un reflejo del exceso de capacidad productiva, puede darse por liquidado.
La reciente evoluci¨®n de los beneficios empresariales garantiza la sostenibilidad de los actuales ritmos de inversi¨®n privada. En concreto, durante el periodo octubre 2001-junio 2004, todos los trimestres, excepto uno, han registrado un crecimiento positivo de los beneficios ordinarios. En 2004, la tasa de crecimiento interanual de dicha variable ha sido de un 24,6% en el primer trimestre y un 34,3% en el segundo. Por su parte, la inversi¨®n en capital fijo ha crecido un 12,2% en el a?o fiscal 2003 y se estima que crezca m¨¢s del 8% en 2004. Pero no s¨®lo cabe destacar el dinamismo de la inversi¨®n en nuevas instalaciones productivas, ya que desde 2003 tambi¨¦n crece vigorosamente la liquidaci¨®n de la capacidad productiva obsoleta. Todo esto ha conducido a una reducci¨®n de la edad media de dichas instalaciones y a un incremento de la eficiencia en el uso del stock de capital del sector privado -acerc¨¢ndonos al grado de eficiencia medio de la d¨¦cada de los ochenta-.
La productividad del trabajo est¨¢ creciendo a un ritmo anual del 4-5% como resultado de las reformas estructurales acometidas por las empresas y del fuerte proceso inversor registrado. Estos aumentos de productividad mitigan las presiones alcistas sobre los precios de productos finales y mejoran la competitividad externa de la econom¨ªa japonesa.
Riesgos
Como podemos ver, la resistencia de la econom¨ªa japonesa a shocks internos y externos es mucho mayor que hace unos a?os, aunque esto no significa que estos ¨²ltimos no puedan producirse. ?Qu¨¦ riesgos para la econom¨ªa japonesa se divisan actualmente? En primer lugar, cabe se?alar la evoluci¨®n de la sobrecalentada econom¨ªa china. Seg¨²n el FMI, el mayor riesgo a corto plazo para ¨¦sta es que las medidas adoptadas hasta el momento por el Gobierno no sean suficientes para asegurar un "aterrizaje suave" de dicha econom¨ªa. El FMI nos recuerda dos ciclos anteriores de la econom¨ªa china (1986-1990 y 1991-1997) en los que la ralentizaci¨®n del crecimiento del PIB, como respuesta a un sobrecalentamiento de la econom¨ªa, fue m¨¢s "dura" en el primero que en el segundo. Si la respuesta ahora es similar al soft landing registrado en el ¨²ltimo ciclo, el riesgo para la econom¨ªa japonesa ser¨ªa mucho menor.
Incluso si el shock es significativo, los efectos para la econom¨ªa japonesa ser¨ªan previsiblemente tolerables. El FMI ha estimado el impacto de una reducci¨®n del crecimiento de las importaciones de China derivada de una ca¨ªda en la inversi¨®n en dicho pa¨ªs sobre Jap¨®n y otros pa¨ªses asi¨¢ticos. En concreto, una reducci¨®n de una sola vez de un 10% del crecimiento de las importaciones chinas restar¨ªa un 0,5% de crecimiento del PIB real japon¨¦s.
Un segundo riesgo para la econom¨ªa japonesa se deriva de un posible fortalecimiento de las actuales presiones bajistas sobre el d¨®lar y, en consecuencia, de las presiones apreciatorias sobre el yen. Hasta el momento, las autoridades monetarias japonesas han conseguido contrarrestar dichas presiones a trav¨¦s de masivas intervenciones en los mercados de cambios, por lo que s¨®lo en un escenario de grave crisis financiera internacional, que actualmente se considera remota, podr¨ªa verse afectada de manera grave la econom¨ªa japonesa.
Otro riesgo, esta vez interno, que se comenta ¨²ltimamente es el de un ajuste severo de inventarios. Efectivamente, desde hace casi medio a?o se est¨¢ registrando una acumulaci¨®n involuntaria de inventarios, lo que anticipa una reducci¨®n de la producci¨®n. Sectorialmente, destaca el ritmo de acumulaci¨®n de stocks en el sector de productos y componentes electr¨®nicos, que, aunque s¨®lo representa un 11,4% de la producci¨®n industrial, explica la evoluci¨®n del ciclo de inventarios global y el de la producci¨®n industrial. No obstante, muchos analistas no esperan que el ajuste sea dram¨¢tico, ya que:
- Se espera que la demanda del sector de electr¨®nica se mantenga al menos durante 2005.
- En la actualidad, el nivel de la citada acumulaci¨®n de stocks del sector de productos y componentes electr¨®nicos es de un 60% del nivel alcanzado en 2001 -justo antes de un reajuste duro de inventarios-, por lo que no se prev¨¦ un ajuste como el del a?o citado.
- El nivel de los inventarios acumulados es bajo en el conjunto de los sectores manufactureros.
?Y qu¨¦ decir del consumo privado? ?Puede ser un factor desestabilizador de la demanda agregada japonesa? Claramente, no. Desde el estallido de la burbuja y a pesar de la evoluci¨®n poco din¨¢mica e irregular de las rentas salariales, el comportamiento del consumo privado ha sido relativamente estable, y justo as¨ª ha funcionado el consumo en el tercer trimestre de 2004, ligeramente positivo, mientras era negativo el comportamiento de la inversi¨®n privada y del sector exterior. Adem¨¢s, parece probable que se mantenga el tono positivo del consumo privado, ya que la evoluci¨®n reciente del mercado de trabajo no ha sido negativa. De hecho, los ¨²ltimos datos disponibles muestran que la tasa de desempleo ha descendido hasta el 4,8%, lo que se explica por una reducci¨®n del n¨²mero de desempleados y, especialmente, por un ligero aumento de la poblaci¨®n activa. Por otro lado, se prev¨¦ un incremento de las gratificaciones extraordinarias de invierno.
El peso del petr¨®leo
?Y qu¨¦ puede decirse de la subida de los precios del petr¨®leo? En principio, esta subida ha cogido m¨¢s preparada a la econom¨ªa japonesa que en los a?os setenta y ochenta. Por ejemplo, hoy Jap¨®n utiliza una tercera parte del petr¨®leo que usa EE UU para producir una unidad equivalente de PIB. En el World Economic Outlook de septiembre, el FMI simulaba los efectos sobre el PIB de una subida de cinco d¨®lares el barril. En el caso de Jap¨®n, el PIB se reduc¨ªa un 0,2% (para EE UU, un 0,4%). Como el aumento que se ha registrado en realidad este a?o ha sido unas tres veces mayor, si ¨¦ste se mantuviera, el efecto negativo para el PIB de Jap¨®n ser¨ªa de un 0,6%. Incluso sin cuestionar algunos supuestos de este an¨¢lisis, puede verse claramente que el impacto de la actual subida, e incluso de una mayor, es asumible, especialmente cuando las presiones inflacionistas son menores de las esperadas por el FMI, ya que sigue creciendo la productividad y reduci¨¦ndose los costes laborales unitarios.
Como conclusi¨®n, podemos afirmar que, aunque la desaceleraci¨®n del crecimiento japon¨¦s es clara en los dos ¨²ltimos trimestres, no es probable una nueva recesi¨®n en Jap¨®n a corto plazo. De hecho, el FMI, en septiembre, estimaba un crecimiento del PIB real, para 2004 y 2005, del 4,4% y del 2,3%, respectivamente. Con respecto a la estimaci¨®n realizada por el FMI en abril de 2004, la citada instituci¨®n ha revisado al alza sus previsiones para Jap¨®n para los dos a?os citados, a diferencia de lo que ha hecho para otras ¨¢reas econ¨®micas: econom¨ªas avanzadas, ¨¢rea euro y EEUU.
Antonio Carrascosa Morales es t¨¦cnico comercial y ex consejero econ¨®mico y comercial de la Embajada de Espa?a en Tokio
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