Ense?anzas art¨ªsticas, ?un debate "para todos y entre todos"?
Entre los aspectos de la Ley Org¨¢nica de Calidad de la Educaci¨®n (LOCE) que el Gobierno se ha comprometido a revisar en un documento -por cierto, muy interesante- publicado a finales de septiembre pasado, no se incluyen las ense?anzas art¨ªsticas superiores a pesar de la situaci¨®n de esquizofrenia jur¨ªdica, como se?ala Embid Irujo, en la que se encuentran. ?Quiere decir que no se considera necesario revisar este aspecto o que el Gobierno tiene el prop¨®sito -oculto- de realizar una legislaci¨®n espec¨ªfica para ellas?
En todo caso, inquieta el silencio que se aplica a esta parcela del saber ya que, mientras el conjunto del sistema educativo, a pesar de sus vaivenes, ha conseguido logros notables durante las ¨²ltimas d¨¦cadas, el avance de las ense?anzas art¨ªsticas superiores padece frenos permanentes e incomprensibles que impiden superar el abismo que nos separa del desarrollo que tienen en los pa¨ªses de la UE-25. Recordemos:
"A estas alturas no sabemos si el proceso de Bolonia va a afectar a estas ense?anzas"
"El avance padece frenos que impiden superar el abismo que nos separa de la UE"
1. La formaci¨®n de los profesionales de la M¨²sica, de las Artes Esc¨¦nicas, del Dise?o y de la Restauraci¨®n de Bienes Culturales ha permanecido al margen del sistema educativo durante la pr¨¢ctica totalidad del siglo XX. Ni su organizaci¨®n, ni sus t¨ªtulos ni sus centros han conseguido nunca el reconocimiento de educaci¨®n superior. La negaci¨®n sistem¨¢tica de estos estudios como superiores, el c¨²mulo de prejuicios que en relaci¨®n con los mismos se han ido acumulando en el imaginario de nuestros responsables educativos, la deformaci¨®n del concepto de centro superior que se ha aplicado a las instituciones, caso de los conservatorios de m¨²sica; el ¨¦xodo continuo de alumnos para buscar en otros pa¨ªses la formaci¨®n que aqu¨ª no pueden recibir son efectos de un abandono secular del que nadie se responsabiliza. Por ello, como dec¨ªa Giner de los R¨ªos y recordaba Virgilio Zapatero (EL PA?S, 30-9-04), "si la educaci¨®n es siempre imagen de la sociedad cuyos hombres forma; es y vale en cada tiempo lo que le permite el ideal y el estado de la sociedad", hay que preguntarse qu¨¦ ha pasado para que nuestros gobernantes echen al olvido siempre un bien de primera necesidad cultural.
2. La Ley Org¨¢nica de Ordenaci¨®n General del Sistema Educativo (LOGSE) incluy¨® las ense?anzas art¨ªsticas como ense?anzas de r¨¦gimen especial y equipar¨® las titulaciones superiores de las mismas a las de licenciatura o diplomatura universitaria, seg¨²n los casos, pero no dispuso que los estudios superiores se regularan por sus normas espec¨ªficas como ocurre con las ense?anzas universitarias. No obstante, los intentos que se hicieron durante su desarrollo para configurar un nuevo espacio de ense?anza superior -estructura de los estudios y nuevos modelos de centros- se cortaron por lo sano con el Gobierno del Partido Popular ya que la LOCE, lejos de solucionar la situaci¨®n, decidi¨® clasificar las ense?anzas art¨ªsticas superiores -para las que se necesita el bachillerato y prueba espec¨ªfica de acceso- como "ense?anzas escolares" en el mismo apartado de primaria, secundaria y formaci¨®n profesional. As¨ª es que, como ya advirti¨® Montaigne, "sorprendentemente tendemos a lo peor", frase con la que no se puede explicar mejor la trayectoria descrita.
Entre las consecuencias de ser "escolar", cabe se?alar -adem¨¢s de cuestiones medulares que afectan a la autonom¨ªa, gobierno, financiaci¨®n, cuerpos docentes, etc¨¦tera- la exigencia del t¨ªtulo de Especializaci¨®n Did¨¢ctica (dise?ado para secundaria y formaci¨®n profesional) para ejercer la docencia en los centros superiores de M¨²sica, Artes Esc¨¦nicas, Restauraci¨®n y Dise?o (?!). ?C¨®mo entender las razones de tanta asimetr¨ªa en pleno proceso de creaci¨®n de un espacio europeo de educaci¨®n superior? ?Ser¨ªa mucho pedir que las ense?anzas art¨ªsticas superiores estuvieran ah¨ª de pleno derecho?
Sorprende que, hasta la fecha, el Ministerio de Educaci¨®n no se haya pronunciado en relaci¨®n con un aspecto de la LOCE no por ignorado menos importante: la necesidad de sacar el grado superior de las ense?anzas art¨ªsticas de ese marco legal. Medida que, como toda obviedad, no tendr¨ªa que mencionarse si no fuera porque, a estas alturas, no sabemos si el proceso de Bolonia va a afectar a estas ense?anzas o, como son "escolares", se van a quedar al margen del mismo. En el caso de que se imponga el sentido com¨²n: ?qu¨¦ unidad ministerial se responsabilizar¨¢ de la transformaci¨®n? ?C¨®mo y cu¨¢ndo se van a debatir las dos opciones posibles para su normalizaci¨®n en el sistema?: a) la incorporaci¨®n a la Universidad, o b) la inclusi¨®n en un espacio aut¨®nomo de educaci¨®n superior.
Como es l¨®gico, existe divisi¨®n de opiniones entre los sectores afectados. Los partidarios de ingresar en la Universidad aducen que, dada la equiparaci¨®n que tenemos en nuestro pa¨ªs entre educaci¨®n superior y educaci¨®n universitaria -algo que sigue pesando mucho en el documento del ministerio-, la ¨²nica garant¨ªa es el marco universitario, con independencia de que sus normas sean o no adecuadas. Si imparto una ense?anza superior, aunque su naturaleza sea diferente, quiero estar ah¨ª. Por el contrario, los defensores de la diversificaci¨®n de los sistemas de ense?anza superior -situaci¨®n que se ha mantenido en la mayor parte de los pa¨ªses de la UE y que aqu¨ª desapareci¨® con la aplicaci¨®n de la ley de 1970- consideran que s¨®lo si se regula un marco legal propio, respetuoso con las singularidades de estas ense?anzas, se puede garantizar su verdadero desarrollo y cumplir con los requisitos de calidad y eficacia que caracterizan a las instituciones hom¨®nimas centroeuropeas.
Mientras tanto, el curr¨ªculo establecido por la LOGSE, especialmente en el caso de la m¨²sica, va a la deriva, sin organismo alguno que coordine y vele por su aplicaci¨®n -hay centros que imparten especialidades para las que no re¨²nen condiciones-, sin evaluar lo que se hace ni dar cuenta de ello, sin proyecci¨®n en la sociedad ni conexi¨®n con el mundo laboral, sin atenci¨®n, en suma, ni del ministerio ni de las administraciones educativas que parecen las primeras interesadas en convertir en invisibles a estas ense?anzas.
?Est¨¢ dispuesto el nuevo Gobierno a corregir tanto desequilibrio y emprender la reforma legislativa que, en su d¨ªa, inici¨® otro Gobierno socialista y no fue capaz de culminar?
Elisa M. Roche es catedr¨¢tica de Pedagog¨ªa Musical.
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