Mazzuco rastrea en sus ra¨ªces para narrar la emigraci¨®n italiana
La autora recrea una saga ¨¦pica en 'Vita'
Diamante, un ni?o italiano, entra en Am¨¦rica humillado. Los funcionarios le han obligado a desnudarse para demostrar su fortaleza f¨ªsica, signo de aptitud para el trabajo. En un bolsillo cosido en el interior de sus calzoncillos lleva 10 d¨®lares, imprescindibles para acceder al para¨ªso capitalista a principios del siglo pasado. Con ¨¦l viaja Vita, una cr¨ªa orgullosa y testaruda que va en busca de su padre. No tardar¨¢n mucho en aprender a desconfiar de todo el mundo: sus primeros d¨ªas americanos adquieren pronto tintes dickensianos. La escritora Melania G. Mazzuco (Roma, 1966) recupera en Vita (Anagrama) parte de su historia familiar para construir una saga ¨¦pica sobre los dramas cotidianos de la emigraci¨®n.
"?sta es la historia de mi abuelo. Me la contaba mi padre de peque?a con intenciones pedag¨®gicas. Era como decirme: 'Mira qu¨¦ cambiada est¨¢ ahora Italia. Mi abuelo muri¨® en 1951. Viaj¨® a Am¨¦rica siendo un ni?o, sin hablar una palabra de ingl¨¦s. De peque?a, aquella historia no me interesaba porque era un relato muy negro", explic¨® la autora en la presentaci¨®n del libro, galardonado el a?o pasado con el premio Strega. "Cuando se public¨® mi primera novela, me invitaron a Estados Unidos. En aquel viaje comprend¨ª muchas cosas sobre mi propia familia. En un siglo, todo hab¨ªa cambiado. Los americanos piensan ahora que Italia es el pa¨ªs de la buena comida y de la elegancia. Regres¨¦ con ganas de investigar lo que vivi¨® mi abuelo. Ten¨ªa un gran sentimiento de culpa. Empec¨¦ por buscar a las personas que le conocieron y a seguir su rastro en documentos", afirm¨®.
"Me sent¨ª culpable por haber dejado esta historia en el olvido. Descubr¨ª grandes silencios imposibles de llenar. Escuch¨¦ muchas versiones. Era muy importante saber exactamente lo que hab¨ªa pasado. Ante las lagunas, me vi obligada a trabajar con la invenci¨®n de la memoria. Quer¨ªa enlazar la huella oficial y la leyenda. Eso es para m¨ª una novela".
Este apego a la verdad se refuerza con la inclusi¨®n de art¨ªculos de la ¨¦poca, fichas policiales y otros documentos.
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