Los enemigos de la televisi¨®n p¨²blica

Vaya por delante mi apoyo decidido a una televisi¨®n p¨²blica fuerte y mi absoluta convicci¨®n de su necesidad y raz¨®n de ser. Pero no es un apoyo acr¨ªtico a cualquier cosa que lleve el r¨®tulo de "p¨²blico" sino un apoyo exigente. Quiero un servicio p¨²blico de calidad, independiente, formativo, con estabilidad financiera, riguroso en el gasto, transparente en la gesti¨®n y respetuoso con los principios de pluralismo y neutralidad.

No confundamos, pues, a los cr¨ªticos con los enemigos de la televisi¨®n p¨²blica. Hoy se alzan multitud de voces cr¨ªticas hacia los medios p¨²blicos, generalmente procedentes del sector privado, pero la mayor¨ªa de ellas no postulan su desaparici¨®n, ven necesaria su continuidad. Las discrepancias surgen al concretar su dimensi¨®n, papel o fuente de ingresos. Este ser¨¢ un asunto que el "Comit¨¦ de Expertos" deber¨¢ resolver.

"Los informativos de la cadena han tomado el triste relevo de la TVE de la anterior legislatura"

Los principales enemigos de la televisi¨®n p¨²blica est¨¢n en otro sitio, est¨¢n dentro. Esencialmente los que, asumiendo la m¨¢xima responsabilidad de un medio p¨²blico, practican una pol¨ªtica de manipulaci¨®n informativa, gasto desmedido y contrataciones millonarias de "afines" o de empresas de amigos bien relacionados. Porque dan argumentos a los detractores. Esta actitud se vuelve irritante cuando, envolvi¨¦ndose en la bandera de la instituci¨®n, acusan a los cr¨ªticos de querer "cargarse" lo p¨²blico.

Hace algunos d¨ªas en este peri¨®dico se public¨® una elocuente informaci¨®n sobre la, en mi opini¨®n, desastrosa gesti¨®n en Telemadrid. Al d¨ªa siguiente un art¨ªculo del Director General del Ente, Manuel Soriano, titulado Telemadrid, un modelo de calidad y transparencia, criticaba la informaci¨®n y defend¨ªa su actuaci¨®n al frente de la cadena.

En ¨¦l se dec¨ªa que la intenci¨®n de su equipo hab¨ªa sido "trabajar desde el primer momento para que Telemadrid fuera incompatible con la manipulaci¨®n informativa y la telebasura". Cuesta creer esta voluntad a la luz de los informativos de la cadena auton¨®mica (que han tomado el triste relevo de la TVE de la anterior legislatura), con unos ¨ªndices desconocidos de manipulaci¨®n y sectarismo. Por cierto, denunciado por los propios trabajadores. Y es que la manipulaci¨®n informativa tambi¨¦n es telebasura.

Por otra parte, resulta cuanto menos una iron¨ªa escudarse en la audiencia para avalar su gesti¨®n cuando Telemadrid ha cosechado los datos de audiencia m¨¢s bajos desde hace diez a?os y los nuevos programas de la parrilla est¨¢n por debajo de la media de la cadena. Telemadrid es hoy la televisi¨®n con menor share de todas las auton¨®micas. Soy de la opini¨®n de que no se deben sacralizar las audiencias. Lo importante en un medio p¨²blico es el servicio que presta y la calidad de la programaci¨®n. Pero tambi¨¦n creo que no se puede utilizar un argumento y su contrario seg¨²n convenga. Por coherencia.

Lo que Soriano llama "medias verdades o falsedades enteras, propias de una labor intoxicadora al servicio de espurios intereses pol¨ªticos o muy particulares" son verdades tan grandes como pu?os. Por ejemplo, que ha solicitado al Gobierno de la Comunidad una aportaci¨®n extraordinaria de 10,2 millones de euros para equilibrar el presupuesto de este ejercicio; que para 2005 ha pedido casi 70 millones de euros, un 10% m¨¢s que este a?o, y que las p¨¦rdidas previstas se sit¨²an en cinco millones de euros.

Tampoco tiene consistencia la comparaci¨®n con la salud econ¨®mica de otras cadenas auton¨®micas. Primero, porque son realidades distintas ya que Telemadrid opera en un territorio reducido y con un mercado publicitario m¨¢s atractivo y potencialmente m¨¢s caro y, segundo, porque los malos datos de otros no avalan los incrementos injustificados de gasto. Adem¨¢s, Telemadrid tiene una de las mayores deudas acumuladas de los canales auton¨®micos (191 millones de euros), lo que genera unos gastos financieros pr¨®ximos a 5 millones de euros al a?o.

A 31 de octubre el endeudamiento de la cadena supera en un 8% los c¨¢lculos presupuestarios y supone un 22% m¨¢s que el a?o pasado.

S¨ª estoy de acuerdo, en cambio, en que la "nueva programaci¨®n ha tenido un indudable impacto presupuestario". Como lo ha tenido la pol¨ªtica de contrataciones en Informativos, ya sea con contratos millonarios poco rentables; con contratos en precario que han duplicado la estructura org¨¢nica de los informativos para reforzar el control pol¨ªtico; o con contratos a tertulianos en teor¨ªa para "ampliar la pluralidad de opiniones", en la pr¨¢ctica para reforzar las tesis favorables a la se?ora Aguirre.

Es cuestionable la afirmaci¨®n de que la "programaci¨®n comercial al uso realizada con un presupuesto congelado" sea m¨¢s barata que una supuesta programaci¨®n de calidad. ?Cu¨¢les son esos "elementos de calidad" que han encarecido los nuevos productos? Llamo, en cambio, la atenci¨®n sobre las nuevas contrataciones con productoras que tienen en su accionariado al ex ministro portavoz y ex director general de RTVE, Pio Cabanillas o al ex-director de TVE, Jorge S¨¢nchez Gallo, que han sido realizadas precisamente por el hoy director de Telemadrid y ex-director de TVE (sustituto en su d¨ªa de S¨¢nchez Gallo) Mart¨ªn Vizca¨ªno. Por cierto no son los ¨²nicos "ex-directivos" de TVE de la ¨¦poca del PP que han acabado en Telemadrid.

Y para pagar todo esto se pide a la Comunidad un aumento del contrato programa en un 9% y se presupuesta un 3% m¨¢s en ingresos publicitarios para el a?o que viene. Como justificaci¨®n se dice que en los a?os anteriores no se subi¨® el IPC en el contrato programa y que los ingresos publicitarios a 30 de septiembre han aumentado un 2,1% con respecto al ejercicio pasado. Sin embargo, se omite que eso se debe a que se ha bajado en casi dos puntos el precio medio por segundo de anuncio y se ha aumentado en un punto la saturaci¨®n publicitaria en relaci¨®n al 2003.

Creo que en estos meses se han cometido demasiados errores. Son humanos, es cierto, la tarea es dif¨ªcil y son tiempos convulsos. Se esta a tiempo de rectificar. Se trata de gastar menos y mejor, de ofrecer unos informativos plurales, de actuar con transparencia en la contrataci¨®n y no de anatematizar al cr¨ªtico, dar a los madrile?os "gato por liebre" y negar la mayor.

Miguel ?ngel Sacaluga es secretario de Comunicaci¨®n del Partido Socialista de Madrid