"Un ecosistema del mal permiti¨® que en Ciudad Ju¨¢rez fueran asesinadas 400 mujeres"
La frontera (Grijalbo), del periodista, fot¨®grafo y escritor franc¨¦s Patrick Bard, que gan¨® el premio de novela negra Michel Lebrun en 2002, parte de unos hechos reales: el asesinato de 400 mujeres j¨®venes en Ciudad Ju¨¢rez. Sus cuerpos aparecieron terriblemente mutilados, decapitados, vaciados de sus v¨ªsceras. Pero la novela va mucho m¨¢s all¨¢. Bard recorri¨® los m¨¢s de 3.000 kil¨®metros que hay entre Tijuana y Matamoros e investig¨® la frontera norte de M¨¦xico, la que separa o une, seg¨²n los casos, al imperio m¨¢s rico del mundo de un pa¨ªs "emergente". "Lo que yo cuento sucedi¨® entre 1994 y 1997. En aquellos tiempos no se hablaba tanto de globalizaci¨®n, pero descubr¨ª la m¨¢s dura y salvaje en la frontera norte de M¨¦xico, convertida en un laboratorio experimental. El Tratado de Libre Comercio entre Estados Unidos, Canad¨¢ y M¨¦xico permite la libre circulaci¨®n de dinero y mercanc¨ªas, pero no de personas".
"Los propios mexicanos aseguran que es una ciudad donde ni el diablo quiere vivir"
"Ciudad Ju¨¢rez es un s¨ªntoma. La violencia contra las mujeres aumenta d¨ªa a d¨ªa"
"Descubr¨ª las condiciones de la vida fronteriza. En esos tiempos se instalaban cada semana 30 o 40 maquiladoras [f¨¢bricas de componentes y ensamblaje], pagaban precios del tercer mundo y adem¨¢s no ten¨ªan que pagar derechos de aduanas. Prefer¨ªan contratar a mujeres porque eran m¨¢s d¨®ciles y ten¨ªan los dedos m¨¢s peque?os, lo que les permit¨ªa trabajar mejor. Casi todas llegaron de zonas agr¨ªcolas del sur de M¨¦xico. Era la primera vez que sal¨ªan de casa, no sab¨ªan nada, no ten¨ªan tradici¨®n obrera ni sindical".
El protagonista de la novela es Toni Zambudio, un periodista espa?ol con problemas g¨¢stricos y un matrimonio a la deriva que es enviado a Ciudad Ju¨¢rez para investigar esa serie de cr¨ªmenes y se encuentra con la terrible realidad del lado mexicano de la frontera. Habla con el jefe de polic¨ªa, con una representante de una asociaci¨®n creada para averiguar la verdad y para defender a las obreras. "Para m¨ª era dif¨ªcil ponerme en la piel de un mexicano, as¨ª que decid¨ª que fuera europeo y espa?ol".
Zambudio se convierte en pieza clave de la trama, es detenido, acosado, tiene que esconderse, pero lleva adelante su trabajo sin pensar en las tr¨¢gicas consecuencias. La novela transmite una angustiosa sensaci¨®n de miedo, de peligro inminente. "Los propios mexicanos aseguran que Ciudad Ju¨¢rez es una ciudad donde ni el diablo quiere vivir".
"En 1992 tuve que pasar dos noches en El Paso [lado estadounidense de la frontera], porque tuve problemas con mi autom¨®vil. Vi lo que era la frontera, el R¨ªo Grande, y enfrente, Ciudad Ju¨¢rez. Me fascin¨® y pens¨¦ que regresar¨ªa", explica Bard. "Dos a?os despu¨¦s, en Buenos Aires, me enter¨¦ de que se estaba construyendo un muro desde Tijuana a Tecate con barras met¨¢licas procedentes de la primera guerra del Golfo. Yo estuve en la ca¨ªda del muro de Berl¨ªn en 1989 y no pod¨ªa creer que se estuviera alzando un nuevo muro. Se organiz¨® la Operaci¨®n Guardi¨¢n: adem¨¢s del muro, patrullas, estricto control de aduanas... ?qu¨¦ hipocres¨ªa! Los estadounidenses necesitan la mano de obra mexicana y los mexicanos necesitan ganar dinero al otro lado de la frontera para enviarlo a sus familias. A causa de ese dispositivo, cruzaron al otro lado por el desierto, por las monta?as, a trav¨¦s del r¨ªo... Murieron much¨ªsimos m¨¢s que en toda la historia del muro de Berl¨ªn. En silencio. De eso no se habl¨®".
Esta nueva situaci¨®n m¨¢s la violenta muerte de las j¨®venes obreras de Ciudad Ju¨¢rez y la fascinaci¨®n por la frontera le animaron a regresar para hacer una investigaci¨®n period¨ªstica. Ninguna publicaci¨®n acept¨® sus servicios y se fue por su cuenta. Los reportajes se publicaron en 1996 en L'Humanit¨¦ y en el semanario franc¨¦s VSD. Hizo, asimismo, exposiciones fotogr¨¢ficas y public¨® un libro impresionante de fotograf¨ªas y textos, El Norte. Fronti¨¨re americano-mexicaine (Marval).
En la novela, las empresas citadas, en su mayor¨ªa multinacionales, aparecen con nombre supuesto, pero no as¨ª en el libro de los reportajes. Ah¨ª explica las atrocidades y atentados contra la dignidad de las mujeres que se cometieron: la Philips, por ejemplo, les obligaba a presentar cada mes sus compresas para comprobar que ten¨ªan la regla y no estaban embarazadas.
Algunas de las cosas que le contaron, como la implicaci¨®n de un agente de la CIA que al parecer hab¨ªa participado en un asesinato de monjas en El Salvador, lo que ¨¦l no pudo comprobar personalmente, le decidieron a escribir la novela y a "exagerar los cr¨ªmenes como clave del enigma". "Casi todo lo que cuento en La frontera ocurri¨® realmente, s¨®lo es ficci¨®n el final, lo del tipo de la CIA y la historia de Zambudio".
?Por qu¨¦ asesinaron a esas mujeres? ?Qui¨¦n lo hizo? "No lo s¨¦, s¨®lo s¨¦ que ese ecosistema del mal permiti¨® que las mataran. Trabajaban en las maquiladoras miles y miles de chicas que cobraban un salario por primera vez, que quer¨ªan ser independientes y divertirse despu¨¦s del trabajo, ir a las discotecas y a los bares. Al mismo tiempo, hab¨ªa prostituci¨®n y promiscuidad, un tremendo machismo y una tradici¨®n de violencia urbana. Ciudad Ju¨¢rez es un lugar donde la vida no tiene gran valor. Yo creo que el objetivo no era matarlas, sino violarlas, pero si las asesinaban no podr¨ªan hablar. Y pod¨ªan hacerlo con impunidad. ?Qui¨¦n lo hizo? Quiz¨¢ un asesino en serie, una banda, algunos polic¨ªas, un ejecutivo de alguna de las maquiladoras, sus ch¨®feres... Cualquiera pudo hacerlo. Eran vidas desechables. Lo que s¨ª s¨¦ es que ese pernicioso ecosistema lo permiti¨®. Quiero a?adir que Ciudad Ju¨¢rez es un s¨ªntoma. La violencia contra las mujeres, los malos tratos, aumenta d¨ªa a d¨ªa. En Espa?a, en Francia, en muchas partes".
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