El Zaragoza emerge bajo la lluvia
Generelo, de volea, logra batir al Dnipro ucranio y mantiene las esperanzas de su equipo
Generelo empalm¨® un bal¨®n desde fuera del ¨¢rea y limpi¨® las telara?as de la escuadra que defend¨ªa el meta del Dnipro. Los aficionados, al un¨ªsono, se llevaron los brazos a la cabeza y exclamaron un ?oh! ensordecedor. El tanto de Generelo, el de la victoria, le sirvi¨® al Zaragoza para aplacar los s¨ªntomas gripales que arrastraba durante todo el mes de noviembre, donde no conoci¨® el triunfo. As¨ª, adem¨¢s, el cuadro ma?o dio un paso de gigante en su lucha por clasificarse para la siguiente ronda de la UEFA.
El Zaragoza, una vez recuperado del susto inicial, se adue?¨® del rival y del campo, protagonista involuntario de la noche. La lluvia arreci¨® sin cesar y trastoc¨® sus planes. El c¨¦sped, en su pr¨¢ctica totalidad encharcado, obligaba a desechar el f¨²tbol din¨¢mico, r¨¢pido, de toque, de conducci¨®n. El Dnipro tambi¨¦n vio mermada su mejor arma: el contragolpe. Pero trat¨® de suplantar el percance con coraje, garra y apretando los dientes. Pero no fue suficiente, porque el Zaragoza, a pesar de que en dos ocasiones el larguero repeli¨® sus disparos, con picard¨ªa -como achicar durante el descanso el campo donde iban a atacar- e inteligencia, acab¨® por derrocar la defensa ucrania. Era un encuentro de desgaste f¨ªsico, para luchadores, para los que no se arrugan a la hora de ir al choque. Pero tambi¨¦n para los inteligentes y los t¨¦cnicos; cuanta m¨¢s precisi¨®n en el pase, m¨¢s probabilidad de ¨¦xito ten¨ªa el bal¨®n de llegar a su destinatario. Movilla, en una simbiosis de las cualidades que requer¨ªa el partido, fue el encargado de mover la batuta aragonesa, el director de orquesta, pero tambi¨¦n de cortar toda pelota que se ahogaba por la medular de la Romareda. Hasta que le sustituy¨® V¨ªctor Mu?oz.
ZARAGOZA 2 - DNIPRO 1
Zaragoza: Luis Garc¨ªa; Cuartero, ?lvaro, Milito, Toledo; Movilla (Generelo, m. 60), Zapater, Savio, Galletti (Cani, m. 45), Javi Moreno; y Villa (Soriano, m. 44).
Dnipro: Kernozenko; Grytsay, Yezerskyy, Lysytskyy (Poklonskyy, m. 63), Matiukhin, Rusol; Shelayek, Melashchenko, Andriyenko, Rykun; y Motuz (Kravchenko, m. 77).
Goles: 0-1. M. 2. Yezerskyy, de cabeza. 1-1. M. 10. Savio, de falta. 2-1. M. 75. Generelo, desde el borde del ¨¢rea.
?rbitro: Bozinovski (Macedonia). Amonest¨® a Toledo, Milito, Moreno, Grytsay, Shelayek, Lysytskyy y Melashchenko. Expuls¨® a Matiukhin por doble amonestaci¨®n (m. 90).
Unos 10.000 espectadores en la Romareda.
Las jugadas a bal¨®n parado, as¨ª, se convirtieron en el arma m¨¢s peligrosa. De esta forma llegaron los primeros tantos. Yezerskyy, listo y ayudado por la falta de intensidad en el marcaje de la zaga ma?a, esper¨®, en el interior del ¨¢rea chica, el bal¨®n templado que le bot¨® su compa?ero en el lanzamiento de falta. Pic¨® el bal¨®n buscando el contrapi¨¦ de Luis Garc¨ªa y adelant¨® a los suyos. Savio, no obstante y en otra falta, aplic¨® a la perfecci¨®n el manual de las faltas en terreno mojado. Coloc¨® el bal¨®n, mir¨® a la barrera, al portero, y dio tres pasos para lanzar con picard¨ªa. El esf¨¦rico bot¨® escasos metros antes de la l¨ªnea de cal que precede la meta y, tras botar y besar el palo, se aloj¨® en las mallas.
En la noche en la que se volvi¨® a lesionar Villa, de las cucharas, de las picadas de bal¨®n, de los resbalones, de las entradas, patadas y agarrones, el Zaragoza supo adaptarse mejor que su rival y llevarse el bot¨ªn. Los gladiadores ucranios y los charcos, as¨ª, no aguaron la fiesta ma?a, la de Generelo.
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