Los socialistas dan un fuerte impulso al voto de Francia a favor de la Constituci¨®n europea

Fue un s¨ª mayor de lo esperado. Y sus efectos trascienden los l¨ªmites de un partido pol¨ªtico. Francia dio ayer un paso contundente para anclarse en Europa gracias al poderoso impulso del 59% de los militantes socialistas que votaron a favor de la Constituci¨®n de la Uni¨®n Europea, en una consulta interna celebrada el mi¨¦rcoles a la que acudieron casi 100.000 de los 120.0000 afiliados. El presidente de la Rep¨²blica Francesa, Jacques Chirac, podr¨¢ organizar el refer¨¦ndum nacional el a?o que viene con bastante menos riesgo que si en esta consulta socialista hubiera triunfado el no.

Val¨¦ry Giscard d'Estaing, arquitecto del proyecto constitucional, asegur¨® que el resultado "representa un gran paso adelante en la v¨ªa de la adopci¨®n definitiva" del tratado constitucional y que ser¨¢ saludado en Europa como "la confirmaci¨®n del compromiso fundador de Francia por la Uni¨®n Europea", adem¨¢s de mostrar "el enraizamiento progresivo del ideal europeo en la conciencia pol¨ªtica de los franceses".

El entorno de Chirac baraja la primavera como el buen momento para la convocatoria del refer¨¦ndum constitucional, antes de que el buen clima creado por este impulso se disipe. Nadie quiere volver a encontrarse frente a un resultado tan ajustado como lo fue la aprobaci¨®n del Tratado de Maastricht, que el ex presidente socialista Fran?ois Mitterrand estuvo en un tris de perder.

No es evidente que el s¨ª socialista conduzca a un s¨ª autom¨¢tico de Francia. Por ejemplo, es importante que Chirac logre separar el apoyo a la Carta Magna de la pol¨¦mica sobre la futura adhesi¨®n de Turqu¨ªa, cuesti¨®n esta ¨²ltima contra la que se rebela su propio campo. La ratificaci¨®n del tratado europeo exige, adem¨¢s, una reforma de la Constituci¨®n francesa, todo lo cual llevar¨¢ varios meses de discusiones y de tramitaci¨®n.

En todo caso, el frente del rechazo a la Constituci¨®n europea queda confinado en los dos extremos del arco pol¨ªtico (ultraderecha, extrema izquierda), en el Partido Comunista y en sendos grupos soberanistas, encabezados por Philippe de Villiers y Jean-Pierre Chev¨¨nement. Llegado el momento, todo eso puede sumar un porcentaje de voto nada desde?able, pero en ning¨²n caso mayoritario en la Francia actual. "Con su opci¨®n, los socialistas han abierto el camino para la ratificaci¨®n del proceso en toda Europa", proclam¨® ayer el primer secretario socialista, Fran?ois Hollande.

El resultado de la consulta interna constituye un desastre sin paliativos para el ex primer ministro Laurent Fabius. Manifiestamente, los militantes no se creyeron que un hombre de amplia experiencia de gobierno, considerado m¨¢s bien la derecha del partido, abrazara de pronto la causa del no a la Constituci¨®n, propugnado por las corrientes m¨¢s izquierdistas. Su intento de obligar a los dem¨¢s pa¨ªses de la UE a renegociar el tratado era demasiado improbable. El s¨ª ha ganado hasta en las federaciones del partido controladas por los hombres de Fabius, anunciando as¨ª su ca¨ªda en picado.

El peso espec¨ªfico de Fabius tambi¨¦n contribuy¨® a embarullar el mensaje de la izquierda socialista. La notoriedad del ex primer ministro era tan grande que su persona y sus intenciones se convirtieron en el centro de los debates y atrajeron todos los focos de la campa?a. La paradoja de las corrientes de izquierda es que las federaciones dominadas por ellos han seguido la consigna de sus dirigentes, en cuanto al voto negativo, sin que la coincidencia con Fabius les haya proporcionado avance alguno, dej¨¢ndoles confinados donde est¨¢n y con menos capacidad de influencia que antes.

El l¨ªder socialista, Fran?ois Hollande, advirti¨® ayer a Chirac contra todo intento de capitalizar el ¨¦xito en su beneficio. Los dirigentes socialistas del no hab¨ªan hecho campa?a, precisamente, contra la idea de votar "lo mismo que Chirac". Ahora, Hollande intenta volver la oraci¨®n por pasiva: Chirac es el que debe convocar el refer¨¦ndum nacional, cuando los socialistas ya tienen asida la bandera de Europa.