Sensatez y... huevazos
La correcci¨®n del p¨²blico alivia las colas de la jornada inaugural, pero algunos taxistas la emprenden violentamente contra los coches oficiales
La segunda jornada de la final de la Copa Davis, que se celebra estos d¨ªas en La Cartuja, de Sevilla, ol¨ªa tirando a fatal en lo deportivo, pero todos los que hab¨ªan conseguido un abono, ya sea de v¨¢lvula, de pago o de extorsi¨®n en la reventa cibern¨¦tica, acudieron al estadio. Las gradas estaban repletas de banderas, pitos, platillos y bufandas. Lleno. Y es que ayer era s¨¢bado. Hasta para don Felipe y do?a Leticia, que acudieron a sentarse junto al presidente de la Junta de Andaluc¨ªa, Manuel Chaves, para as¨ª ver desde primera fila c¨®mo juegan de bien juntos al tenis dos hombres, los hermanos Bryan, que son el mismo. Era propio de un v¨ªdeojuego poder ver a dos seres id¨¦nticos jugar juntos.
La llegada de los pr¨ªncipes de Asturias signific¨® otra vuelta de tuerca a las cuestiones de seguridad. A la contratada por la organizaci¨®n, la Polic¨ªa Nacional, los batallones de guardaespaldas que pululan por las zonas VIP y acompa?an a los jugadores se unieron ayer los efectivos de la Casa Real, que, como es costumbre, discrepan de casi todos los criterios dise?ados por los anteriores y... toca empezar de nuevo.
El partido estaba programado para las cuatro de la tarde y el p¨²blico lleg¨® con bastante m¨¢s antelaci¨®n que el viernes. Tal y como se decidi¨® entonces, se habilit¨® una entrada m¨¢s de acceso y no hubo colas. Los aficionados situados en el grader¨ªo alto del fondo sur del estadio pudieron tener acceso por las entradas de la parte alta. Una l¨®gica que no se aplic¨® el viernes y que se tradujo en miles de saltos sobre las barreras entre una zona y otra antes y despu¨¦s de escalar centenares de pelda?os, los que separan la pista de tart¨¢n de la fila de asientos que roza la techumbre del estadio. Tanto la organizaci¨®n como el p¨²blico demostraron su sensatez y se evit¨® el bochorno.
Lo que no ha variado es el impacto que la competici¨®n ten¨ªstica est¨¢ teniendo en la ciudad. El tr¨¢fico se convierte en verdadero grumo en las horas previas. Los transportes municipales son escasos, cuando no imposibles de descifrar para los no familiarizados con los nombres ni los recovecos de la capital andaluza. A pesar de que muchas personas optaron por darse un pase¨ªto hasta La Cartuja, los taxis siguieron siendo uno de los medios m¨¢s utilizados.
A pesar del presumible negocio que esto significa para el sector, una parte del gremio ha sido protagonista, sin embargo, de la gorilada del evento. Los taxistas con plaza en el aeropuerto siempre se han significado por su virulencia a la hora de realizar sus reivindicaciones. Tengan raz¨®n o no. As¨ª, ayer se liaron a huevazos con los coches que la organizaci¨®n utiliza para ir a recoger a sus invitados a San Pablo. Los incidentes entre ese grupo de taxistas y los ch¨®feres contratados por uno de los patrocinadores de la competici¨®n han llegado a provocar un plante de estos ¨²ltimos.
Desde que la comitiva federativa llegara a Sevilla ha habido problemas en el aer¨®dromo. En los primeros d¨ªas, los taxistas no permit¨ªan que los monovol¨²menes de la Davis se estacionaran de manera temporal frente a las entradas y les obligaban a dirigirse hacia los aparcamientos de pago, bastante m¨¢s alejados, por lo que forzaban a los VIP a darse una caminata. Pero ayer este grupo particular de taxistas pas¨® de los gritos a una actitud ventajista y gamberra que, apoy¨¢ndose en una supuesta defensa de su trabajo, da?a grav¨ªsimamente la imagen de la ciudad. La Polic¨ªa Local estaba all¨ª y no hizo nada, seg¨²n aseguraban ayer varios miembros de la organizaci¨®n. Eso s¨ª, nadie aparc¨® en doble fila mientras los taxistas se liaban a huevazos con los veh¨ªculos oficiales de la Davis.
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