Ni atr¨¢s ni adelante
Hace dos semanas el INE nos ofreci¨® los datos de la contabilidad nacional del tercer trimestre, que coment¨¦ en esta columna el pasado domingo. El dato m¨¢s significativo fue que la tendencia de ligera desaceleraci¨®n que hab¨ªa registrado el PIB durante la primera mitad de a?o, se detuvo en el tercer trimestre. No est¨¢ mal, teniendo en cuenta que en el ¨¢mbito internacional se est¨¢ produciendo una cierta moderaci¨®n del crecimiento econ¨®mico y que las expectativas est¨¢n empeorando ligeramente. La cuesti¨®n clave que cabe plantearse a partir de estos datos es hacia d¨®nde puede ir nuestra econom¨ªa en los pr¨®ximos trimestres. A estos efectos, tenemos varios ejercicios de previsi¨®n muy recientes a los que podemos echar mano.
Los factores que explican la moderaci¨®n del crecimiento son la subida del petr¨®leo y la p¨¦rdida de confianza
El primero es el de la OCDE, organizaci¨®n que agrupa a los pa¨ªses m¨¢s avanzados del mundo, que public¨® su Economic Outlook el pasado martes. Para el conjunto de estos pa¨ªses, la OCDE reduce el crecimiento previsto para 2005 al 2,9%, siete d¨¦cimas porcentuales menos que en el esperado para 2004. A su vez, esta previsi¨®n es cuatro d¨¦cimas inferior a la que hab¨ªa realizado seis meses atr¨¢s. La ralentizaci¨®n del crecimiento se producir¨¢ fundamentalmente en los EE UU y en Jap¨®n, mientras que en la zona del euro puede incluso mejorarse en una d¨¦cima la tasa prevista para 2004 (esto me recuerda aquello que eufem¨ªsticamente se dec¨ªa de los ferrocarriles espa?oles hace a?os: lentos pero seguros). No obstante, los EE UU seguir¨¢n creciendo notablemente m¨¢s que Europa (3,3% frente al 1,9%). La ralentizaci¨®n de la primera econom¨ªa mundial debe considerarse como positiva, pues un crecimiento mayor s¨®lo conducir¨ªa, como ya est¨¢ ocurriendo en 2004, a ampliar peligrosamente los desequilibrios financieros, provocando una bomba de relojer¨ªa retardada para la econom¨ªa mundial que en alg¨²n momento acabar¨ªa por explotar. Los factores fundamentales que explican la prevista moderaci¨®n del crecimiento son la subida del precio del petr¨®leo y la perdida de confianza. En este contexto, la previsi¨®n de crecimiento del PIB en 2005 para Espa?a tambi¨¦n se recorta tres d¨¦cimas respecto a la anterior previsi¨®n, situ¨¢ndose en el 2,7%, con lo que pr¨¢cticamente queda estabilizada respecto al 2,6% esperado para 2004. Esta tasa queda por debajo de las previsiones del Gobierno, pero supongo que muchos firmar¨ªamos de buena gana un resultado como ¨¦ste.
Las otras previsiones a las que me refer¨ªa son las del Panel bimestral de FUNCAS, que recogen la media de catorce instituciones espa?olas, y cuyos resultados de noviembre-diciembre acabamos de conocer. Curiosamente, no hay ni una d¨¦cima de diferencia con las previsiones de la OCDE en cuanto al crecimiento del PIB: 2,6% para 2004 y 2,7% para 2005. Como se puede apreciar en el gr¨¢fico superior izquierdo, estas cifras suponen recortes de dos y tres d¨¦cimas, respectivamente, respecto a las de hace seis meses. Frente a ello, la demanda interna se ha revisado considerablemente al alza (gr¨¢fico central), recogiendo el comportamiento desequilibrado de la econom¨ªa espa?ola. Las previsiones trimestrales del Panel muestran una estabilizaci¨®n de la tasa de crecimiento del PIB observada en los dos ¨²ltimos trimestres (2,6%) hasta la segunda mitad del pr¨®ximo a?o, cuando remonta al 2,7%. Es decir, todos apostamos por un perfil plano, ni para atr¨¢s ni para adelante, lo que es tanto como decir que no estamos nada seguros de lo que pueda ocurrir.
?ngel Laborda es director de coyuntura de la Fundaci¨®n de las Cajas de Ahorros (FUNCAS).
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