"El contribuyente puede estar tranquilo con el uso que se hace de su dinero"

Juan Manuel Fabra i Vall¨¦s (Tortosa, 1950) abandona la presidencia del Tribunal de Cuentas Europeo en enero, tras tres a?os en el cargo. Esta semana pasada, Fabra i Vall¨¦s se someti¨® a una dura comparecencia parlamentaria en la que, tras presentar las cuentas de la UE de 2003, los eurodiputados mostraron su preocupaci¨®n por el aumento del riesgo de fraude y la imposibilidad de que las cuentas europeas obtengan por parte del tribunal la declaraci¨®n de fiabilidad. Los euroesc¨¦pticos hablaron incluso de esc¨¢ndalo y corrupci¨®n.

En efecto, el informe anual del tribunal se?ala no tener "garant¨ªas suficientes de que los sistemas de control y supervisi¨®n de ¨¢mbitos significativos del presupuesto est¨¦n ejecutados con eficacia". En 2003, el presupuesto real de la UE fue de 98.700 millones de euros y hubo un excedente de 5.500 millones; menores que en ejercicios anteriores. Fabra i Vall¨¦s reconoce las lagunas en el seguimiento de los fondos europeos, lo que achaca fundamentalmente a las administraciones nacionales y regionales, pero a?ade: "El contribuyente europeo puede estar tranquilo".

"Lucho con poco ¨¦xito contra la dificultad de recuperar los fondos en caso de fraude"

Pregunta. Al Parlamento Europeo le ha parecido muy preocupante que a?o tras a?o las cuentas de la UE no logren obtener la declaraci¨®n de fiabilidad.

Respuesta. Es que si hay errores no puedes dar esa declaraci¨®n, y si las mismas declaraciones internas de los directores generales de la Comisi¨®n Europea tienen reservas, nosotros no podemos ser m¨¢s papistas que el Papa y decirles que se han equivocado. Por otra parte, aunque la responsabilidad de la gesti¨®n de los fondos comunitarios es de la Comisi¨®n, hay que tener en cuenta que el dinero sale de Bruselas hacia los pa¨ªses miembros y que el 80%-85% del presupuesto comunitario se gasta por las administraciones nacionales, auton¨®micas o locales.

P. Entonces, ?cu¨¢l es el problema? ?Los pa¨ªses no se toman en serio los fondos comunitarios?

R. Supongo que ya tienen suficiente trabajo en controlar sus propios fondos, aunque si ellos utilizan bien el 50% de lo que les corresponde, entonces el otro 50%, que es dinero comunitario, tambi¨¦n est¨¢ bien controlado. Un segundo problema es que los pa¨ªses tienen diferentes sistemas de auditor¨ªa y control. Es dif¨ªcil armonizar. Por eso estamos a favor del modelo auditor¨ªa ¨²nica, que evitar¨ªa adem¨¢s que diversos tribunales de cuentas, a nivel europeo, a nivel nacional o auton¨®mico, terminemos controlando la misma partida. Si nos ponemos de acuerdo en un mismo sistema de control nos beneficiaremos todos.

P. Otro asunto preocupante que plantea la Euroc¨¢mara es la dificultad en recuperar los fondos en caso de fraude.

R. Llevo a?os luchando contra eso con poco ¨¦xito. El problema principal es la lentitud de los sistemas judiciales nacionales, porque en caso de fraude y de exigencia de devoluci¨®n de fondos la gente suele pleitear, y eso lleva a?os.

P. Todas estas acusaciones sobre descontrol de los fondos comunitarios son caldo de cultivo para el euroescepticismo.

R. Mire, yo tambi¨¦n soy contribuyente y le aseguro que estoy tranquilo al respecto y le digo que los europeos pueden estar tranquilos. Me gustar¨ªa a¨²n mayor eficiencia para cada euro que aporto, pero estamos mejorando cada a?o, aunque no hayamos llegado al m¨¢ximo. Ya llegar¨¢. Adem¨¢s, los euroesc¨¦pticos del Parlamento Europeo hablan de fraude con demasiada facilidad cuando nosotros s¨®lo podemos constatar errores, salvo que un juez dictamine lo contrario.

P. Seg¨²n sus propios informes, el nivel de errores en agricultura es m¨ªnimo. Entre 1971 y 2002, seg¨²n sus datos, el total de pagos irregulares sumaba s¨®lo 3.100 millones. Teniendo en cuenta que a agricultura se va casi la mitad del presupuesto comunitario, resulta una cantidad rid¨ªcula. O no hay fraude o no se detecta.

R. En Agricultura hay muchos errores peque?os. El fraude en este terreno son migajas, como el agricultor que tiene 200 olivos y cuando hace la declaraci¨®n pone 210. Lo que hay que hacer es ser m¨¢s estrictos, cerrar posibilidades de error, controlar mejor el catastro y ver si coincide con las declaraciones de los agricultores.

P. Los euroesc¨¦pticos hablan de corrupci¨®n y mala gesti¨®n.

R. Podemos estar tranquilos. No hay grandes redes de corrupci¨®n, lo que no impide que te encuentres un d¨ªa con una partida de mantequilla vendida a muy bajo precio reintroducida en la UE como si fuese margarina y que recibe, por tanto, una ayuda como si fuese margarina.

P. ?Tiene sentido pedir m¨¢s dinero para el presupuesto cuando parece haber tantos problemas para controlar lo que ahora se gestiona?

R. Para un espa?ol es dif¨ªcil decir que no. Si a priori se recorta el presupuesto, el gasto ser¨¢ despu¨¦s a¨²n menor. Tal como est¨¢n las cosas se podr¨ªa haber recortado el presupuesto comunitario y haber recibido, sin embargo, las mismas ayudas. Hay enormes diferencias entre pa¨ªses. A pa¨ªses como Espa?a o Portugal, que no pueden acometer por s¨ª solos determinadas obras, les va muy bien la aportaci¨®n comunitaria para hacer t¨²neles, carreteras o puentes que de otro modo no se har¨ªan. Espa?a est¨¢ muy interesada en aprovechar los fondos estructurales y gasta hasta el ¨²ltimo euro. Sin embargo, pa¨ªses ricos como Reino Unido, Francia o Alemania tienen dinero suficiente para hacer en solitario sus inversiones y no necesitan tanto en ese sentido las ayudas de la UE. Hay un tercer bloque de pa¨ªses, como Grecia y los pa¨ªses del Este, que tienen problemas para completar el otro 50% de los fondos europeos que pueden percibir.

P. Si finalmente la UE dedica m¨¢s gasto a la investigaci¨®n y menos a la agricultura, ?requerir¨ªa ese cambio un mayor esfuerzo por parte del Tribunal de Cuentas?

R. Es mucho m¨¢s f¨¢cil controlar un programa de investigaci¨®n que unas fincas.