Noriega, hospitalizado tras sufrir en prisi¨®n una apoplej¨ªa
El ex general y hombre fuerte de Panam¨¢ Manuel Antonio Noriega ha sido internado en un hospital de Miami tras sufrir una apoplej¨ªa en la c¨¢rcel donde cumple una sentencia de 30 a?os por narcotr¨¢fico. Noriega, de 70 a?os, se encuentra en la unidad de cuidados intensivos del Kendall Medical Center, pero su estado no es de gravedad y es probable que su recuperaci¨®n sea r¨¢pida, de acuerdo con su abogado, Frank Rubino, quien insisti¨® en que no padece da?os neurol¨®gicos.
Noriega pas¨® de estar en la n¨®mina de la CIA en los a?os setenta y ochenta a ser el enemigo p¨²blico n¨²mero uno de Estados Unidos, durante la presidencia de George Bush padre, que hab¨ªa dirigido la CIA durante una parte del tiempo en que el ex militar paname?o era colaborador. En 1989, Bush orden¨® la invasi¨®n de Panam¨¢ y el arresto de Noriega bajo cargos de narcotr¨¢fico. Fue enjuiciado y condenado en el Tribunal Federal de Miami y desde entonces ha permanecido recluido en prisi¨®n en esta ciudad, con excepci¨®n de dos temporadas en otros centros penitenciarios.
Libertad condicional
Aunque su pena es de 30 a?os, es altamente improbable que los cumpla por dos razones: porque la normativa federal de sentencias de Estados Unidos contempla diversas reducciones a las que se puede acoger y porque su condena dejaba la puerta abierta a la libertad condicional. De hecho, es elegible a partir del a?o 2006 por la junta que decide la concesi¨®n de libertades condicionales. Su abogado la ha solicitado anticipadamente en varias ocasiones, pero siempre la ha sido denegada. La ¨²ltima vez, en marzo del presente a?o.
Sin embargo, las circunstancias en esta ocasi¨®n son distintas. Noriega ha establecido buenas relaciones con funcionarios de prisiones y de justicia desde que se convirti¨® al cristianismo en una ceremonia de bautizo en el despacho del juez que le sentenci¨®, William Hoeveler.
Ahora ha sido el propio Hoeveler el que le ha pedido a la junta que decide la libertad condicional que se la conceda. Es la primera vez en los 40 a?os de carrera de Hoeveler que interviene a favor de un preso.
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