"El p¨²blico no cree en los cantantes, s¨®lo cree en los discos"
Lleg¨® tarde a la ¨®pera, cumplidos ya los 30 a?os, pero a Marcelo ?lvarez (C¨®rdoba, Argentina, 1962) le bast¨® s¨®lo abrir la boca y cantar para convencer. En menos de una d¨¦cada, este argentino con t¨ªtulo de profesor de m¨²sica y director de coro, que abandon¨® el negocio familiar de fabricaci¨®n de muebles que dirig¨ªa en su ciudad natal, vendi¨® todo lo que ten¨ªa y con 6.000 d¨®lares en el bolsillo en 1994 se traslad¨® a Europa para ser cantante de ¨®pera, y se ha convertido en uno de los m¨¢s apreciados tenores de la actualidad al que los principales teatros l¨ªricos del mundo se disputan. El pr¨®ximo s¨¢bado debuta en el Liceo de Barcelona cantando el personaje del duque de Mantua en la ¨®pera de Verdi Rigoletto, junto al bar¨ªtono espa?ol Carlos ?lvarez -"la familia ?lvarez al completo", bromea- y con Jes¨²s L¨®pez Cobos en la direcci¨®n musical. La pr¨®xima temporada debutar¨¢ en el Teatro Real de Madrid y regresar¨¢ al Liceo el a?o pr¨®ximo para cantar Luisa Miller.
"Me molesta el hecho de que los cantantes no seamos solidarios entre nosotros"
"Canto pop y rock, lo llevo dentro, es lo que cantaba antes de dedicarme a la ¨®pera"
"Fue en Espa?a donde realic¨¦ mi debut oper¨ªstico a mi llegada a Europa, aunque el dato no aparece en mis biograf¨ªas, que otorgan a la Fenice de Venecia mi debut europeo en 1995. Pero en realidad fue en el Teatro Principal de Menorca cantando Marina, de Arrieta. Desde entonces s¨®lo he cantado en dos ocasiones m¨¢s en Espa?a hasta ahora, en 1996, al principio de mi carrera, en Bilbao, adonde regres¨¦ en 1999 para la inauguraci¨®n del palacio Euskalduna con Rigoletto. Despu¨¦s, siempre que me han llamado ten¨ªa compromisos y como argentino sent¨ªa la necesidad de cantar m¨¢s en Espa?a. A partir de ahora mi presencia en teatros como el Liceo y el Real ser¨¢ m¨¢s regular. L¨®pez Cobos ya me ha pedido fechas para inaugurar en 2008 la temporada del coliseo l¨ªrico madrile?o con Un ballo in maschera, ¨®pera que cantar¨¦ por primera vez en abril pr¨®ximo en el Covent Garden de Londres", explica este tenor de verbo torrencial y suave castellano levemente contaminado de italianismos -desde su llegada a Europa fij¨® su residencia en el norte de Italia-, esp¨ªritu apasionado, talante inconformista y reivindicativo y mentalidad calculadora.
Si existiera un sindicato mundial de cantantes de ¨®pera, Marcelo ?lvarez a buen seguro aspirar¨ªa al cargo de presidente. "Actualmente, el cantante de ¨®pera debe luchar contra todo. Contra las orquestas que suenan excesivamente fuerte para que el p¨²blico, habituado al brillo orquestal de los discos, no se quede en casa; contra los directores de escena sin criterio; contra los teatros que dejan abiertos los escenarios dificultando la proyecci¨®n de la voz; contra el p¨²blico que no apoya a los cantantes ni cree en ellos; y contra nuestro propio ego¨ªsmo, porque los cantantes somos demasiado ego¨ªstas", suelta a bocajarro.
?Vali¨® la pena dejar la f¨¢brica de muebles por este panorama que dibuja? "Claro que vali¨® la pena. Antes era un hombre estresado profundamente infeliz y ahora soy un cantante estresado absolutamente feliz, aunque a veces echo de menos el olor de la madera, pero s¨®lo el olor", puntualiza, antes de proseguir: "Lo que hace que la adrenalina se me dispare es el hecho de que los cantantes no seamos solidarios entre nosotros, que vivamos en la indiferencia ante el colega. Debemos recuperar nuestro valor y luchar contra lo que va en nuestra contra. No soy un cantante contrario al sistema. Lo que quiero es que nos ayudemos entre nosotros un poco m¨¢s y no dejar, como a menudo ocurre, que sea s¨®lo uno el que d¨¦ la cara por todos cuando hay un problema. Yo soy de los primeros en protestar cuando hay alg¨²n problema con el teatro o el director de escena, pero soy el ¨²nico, los dem¨¢s se dedican a observar, y cuando el problema se ha solucionado dicen: 'Le han hecho concesiones a ¨¦l porque es el tenor'. S¨¦ que ser¨ªa m¨¢s f¨¢cil para m¨ª callarme, pero seguir¨¦ batallando para que recuperemos el valor que hemos perdido".
?Y cu¨¢l es la culpa del p¨²blico? "Actualmente, el p¨²blico va a la ¨®pera con tantos problemas existenciales y con el prejuicio de que la producci¨®n esc¨¦nica no le va a gustar, que cuando se da cuenta de que aquello es buena la ¨®pera, ya ha terminado. El p¨²blico joven y el que no vive en las grandes ciudades es el m¨¢s receptivo, el que con su presencia y su aliento retroalimenta al cantante y al final es el que se lleva las mejores funciones. Yo no puedo quejarme, porque me aplauden mucho, pero en la d¨¦cada que llevo cantando he comprobado que los p¨²blicos m¨¢s c¨¢lidos no se hayan en los teatros meridionales, sino en los del centro y norte de Europa. Con sus prejuicios, el p¨²blico ya no motiva a los cantantes, porque ya no cree en ellos, s¨®lo cree en los discos y espera encontrar en el teatro lo que ha escuchado en casa. El p¨²blico debe ser consciente de que debe ayudar a que los cantantes recuperen su autoestima".
Aunque Marcelo ?lvarez ha hecho de la ¨®pera su profesi¨®n, la m¨²sica ligera es una de sus pasiones. "Canto pop y rock, es algo que llevo dentro, lo cantaba antes de dedicarme a la ¨®pera. Adem¨¢s, el a?o pasado grab¨¦ con el tenor italiano Salvatore Licitra un disco con temas pop creados para nosotros. Es la m¨²sica que me gusta escuchar cuando estoy en casa o en el coche mientras conduzco, sobre todo la m¨²sica de la d¨¦cada de 1980, aunque me compro todas las novedades que aparecen en rock y pop para estar al d¨ªa", asegura.
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