Adi¨®s a la primera l¨ªnea
Ayer fue la ¨²ltima vez que Antonio Ortega estuvo en el despacho de la sevillana calle Vidrio. Por la ma?ana recogi¨® sus cosas. Por la tarde, pas¨® por el Parlamento y volvi¨® a Vidrio a entregar el testigo a Juli¨¢n ?lvarez. Dice que se va y se va, que no aspira m¨¢s a un cargo org¨¢nico. Al menos, en la C¨¢mara auton¨®mica no se le volver¨¢ a ver a partir del pr¨®ximo periodo de sesiones, sino es de visitante: la nueva ejecutiva le ha cogido la palabra y ha aceptado la entrega de su esca?o. Parece un sarcasmo, pero su sill¨®n lo ocupar¨¢ por primera vez una mujer, Pilar Gonz¨¢lez, a quien no quiso d¨¢rselo al final de la anterior legislatura cuando se le ocurri¨® dejar de ser diputado. Ella, que ejercer¨¢ de portavoz, ser¨¢ la que pregunte en la sesi¨®n de control al presidente de la Junta, Manuel Chaves. Sentado en su Consejo de Gobierno durante ocho a?os, Ortega ha trabado una cordial relaci¨®n con el socialista.
Es ah¨ª, como consejero, donde la antes negra barba de Antonio Ortega, que hacia un extra?o contraste con el pelo cano, se ha ido poniendo tambi¨¦n blanca. Militante desde 1976, hasta la salida de Pedro Pacheco en 2001 hab¨ªa estado siempre a la sombra del fundador del PA, Alejandro Rojas-Marcos. M¨¢s que la secretar¨ªa general -a la que accedi¨® de rebote en 1995 para propiciar la conciliaci¨®n de los dos grandes s¨ªmbolos andalucistas-, su lanzamiento a la primera l¨ªnea vino en 1996 de la mano de la Consejer¨ªa de Relaciones con el Parlamento (ahora se llama de Relaciones Institucionales). All¨ª se hizo fuerte y en clave interna supo sacar una alta rentabilidad, pues con el soporte institucional fue construyendo su liderazgo y creando una corriente hasta conseguir ser el candidato a la Junta en 2004, objetivo que empez¨® a preparar en 1998 con maniobras a largo plazo.
La interrupci¨®n de la colaboraci¨®n con el PSOE en la Junta que decret¨® la mayor¨ªa absoluta de sus ex socios en las a ¨²ltimas elecciones actu¨® como un final de ciclo. El tiempo de Ortega en la pol¨ªtica de primera l¨ªnea ha terminado, empieza el suyo propio.
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