Arenas no cree en la madurez democr¨¢tica de los andaluces

Javier Arenas no cree en la democracia. ?sa es la ¨²nica explicaci¨®n que se deriva de la campa?a que, desde que el otrora brazo derecho de Aznar aterrizara en Andaluc¨ªa, ha iniciado para intentar por la v¨ªa que sea y pese a quien pese, hacerse con la cuota de poder que los andaluces democr¨¢ticamente le han venido negando en cada una de las elecciones a las que ha concurrido. Lo ¨²ltimo: el Manifiesto por la Alternancia, un error pol¨ªtico fruto del odio y la ceguera del que s¨®lo tiene en su curr¨ªculo fracasos electorales en Andaluc¨ªa.

En este documento se recogen reflexiones que desvelan el verdadero sentir de la derecha en Andaluc¨ªa y, por extensi¨®n, en Espa?a, que colocan la ideolog¨ªa del PP en un radicalismo heredero de reg¨ªmenes dictatoriales al anteponer la alternancia en el poder a la voluntad de los electores.

Con esto, Arenas pone en duda la esencia misma del sistema democr¨¢tico y la madurez de los andaluces para elegir libremente a sus gobernantes, es decir, sienta las bases de un aut¨¦ntico golpe de Estado de guante blanco.

Con el Manifiesto y la campa?a en general, el PP de Andaluc¨ªa escribe una de las p¨¢ginas m¨¢s lamentables de la historia de la democracia, poniendo en duda a seis meses de las ¨²ltimas elecciones los resultados y la legitimidad del presidente democr¨¢ticamente elegido por una mayor¨ªa absoluta de andaluces. Arenas demuestra as¨ª que su ansia de poder puede llegar tan lejos que no le importa minar la confianza en las instituciones ni romper las reglas del juego democr¨¢tico cuando no le son afines, algo que a nivel nacional el PP viene demostrando en cada ocasi¨®n que puede.

Sibilinamente y haciendo uso de las m¨¢s sucias artes aprendidas con Aznar, Arenas busca trasladar a Andaluc¨ªa el esquema de funcionamiento del PP en Espa?a, crispando la sociedad, dividiendo a la ciudadan¨ªa en bandos enfrentados y tensionando el estado de opini¨®n con la sola idea de ara?ar adhesiones de donde por la v¨ªa legal no las tiene. ?sta es una f¨®rmula con beneficios para el PP en Espa?a (as¨ª accedi¨® Aznar al Gobierno, pas¨® con la gesti¨®n del Prestige, con la LOU, con Irak) pero que da?a de muerte a las estructuras de la sociedad y a la que los socialistas nunca hemos recurrido ni recurriremos.

Creo en la madurez democr¨¢tica de los andaluces y respeto profundamente, por propia convicci¨®n y por esencia ideol¨®gica del partido al que pertenezco, el resultado que las urnas dan. Por eso, me veo en la obligaci¨®n como ciudadano y como socialista de defender a Andaluc¨ªa frente a los ataques de gente sin escr¨²pulos que no conf¨ªan en la voluntad de la mayor¨ªa, que ¨²nicamente buscan el beneficio personal y que se ciegan ante el odio originado por la imposibilidad de trasmitir confianza ni credibilidad.

Pero adem¨¢s, el documento -que animo a leer y a analizar para mayor gloria y rid¨ªculo de los ide¨®logos del PP- nos brinda perlas que conceptualmente no tiene desperdicios por enrevesadas y contradictorias. Lejos de llamar a la reflexi¨®n por la alternancia, el texto invita a hacerse algunas preguntas que, l¨®gicamente, nadie responder¨¢: si democracia es alternancia, ?por qu¨¦ Rajoy quiso gobernar Espa?a despu¨¦s de los ocho a?os de Aznar?; la proposici¨®n "democracia es alternancia", ?a qu¨¦ ¨¢mbito territorial afecta y, sobre todo, por qu¨¦ no lo defienden, por ejemplo, en Galicia?

Se?or Arenas, muy a su pesar Andaluc¨ªa camina en una senda de progreso en la que nada le debe ni al PP ni a usted, porque usted no cree en Andaluc¨ªa, como se pudo comprobar en su hu¨ªda a Madrid tras los repetidos fracasos como aspirante a presidente que le llevaron a castigar a los andaluces sistem¨¢ticamente desde sus diferentes puestos de responsabilidad, ?o cree que ya se ha borrado de la memoria com¨²n la negaci¨®n a reconocer el censo real, la financiaci¨®n auton¨®mica legal, el ataque permanente a decisiones de avance social en pensiones, en investigaci¨®n para la salud, etc¨¦tera?

Se?or Arenas, est¨¢ quemado en Andaluc¨ªa; no tiene proyecto pol¨ªtico. Usted no es la alternancia, no puede serlo ante el listado de ofensas que los andaluces hemos tenido que soportar de usted y del Gobierno al que pertenec¨ªa. Se?or Arenas, los andaluces nunca hemos sido indolentes y tenemos la madurez democr¨¢tica y social que usted nos niega. Los andaluces sabemos elegir libremente y, hasta ahora, hemos elegido no al PP y no a Arenas. Resp¨¦telo.

Enrique Abad es senador por Sevilla y coordinador del Grupo Socialistas de Andaluc¨ªa