Perspectiva plural

No es lo mismo un arquitecto fascista que un fascista arquitecto. Albert Speer y Marcello Piacentini fueron lo primero. Giuseppe Terragni y Jos¨¦ Manuel Aizpur¨²a (1902-1936), lo segundo. Esto que hoy parece una obviedad, durante buena parte del siglo XX no estuvo tan claro: la versi¨®n dominante de la historia del arte se empe?aba en sostener que la vanguardia art¨ªstica y el progreso pol¨ªtico iban de la mano. En Italia tardaron en asumir que su mejor proyectista moderno, Terragni -cuyo centenario se conmemora este a?o-, fuera un mussoliniano de pro. Y una paradoja similar rodear¨ªa la figura de Aizpur¨²a, amigo de Jos¨¦ Antonio Primo de Rivera y de Federico Garc¨ªa Lorca, fundador a la vez de la Falange y del Gatepac, el m¨ªtico Grupo de Arquitectos y T¨¦cnicos Espa?oles para la Arquitectura Contempor¨¢nea, empleado del Ministerio de Instrucci¨®n P¨²blica del Gobierno republicano y fusilado en 1936 por su militancia falangista. Como autor del Club N¨¢utico de San Sebasti¨¢n, construido en 1929, el donostiarra es uno de los cl¨¢sicos del racionalismo espa?ol, un nombre cuya obra como arquitecto, dise?ador de muebles, tip¨®grafo y fot¨®grafo hizo buena la pretensi¨®n bauhasiana de proyectarlo todo: desde el urbanismo de una ciudad al pomo de una puerta. Las 107 fotograf¨ªas que acoge ahora el Reina Sof¨ªa son, pues, algo m¨¢s que el fruto del trabajo de un aficionado que dej¨® mil instant¨¢neas. Son la muestra de alguien que conoce y conjuga con su Leica la precisi¨®n constructiva de la Nueva Objetividad y el subjetivismo de la Nueva Visi¨®n. La mirada moderna, en efecto, como reza al t¨ªtulo de la muestra. La exposici¨®n, adem¨¢s, es una buena s¨ªntesis de la complejidad de esa mirada y, sobre todo, de la plural perspectiva de Aizpur¨²a. En ella se alternan la naturalidad y el orden en los encuadres con picados y contrapicados. La intimidad de los interiores y de las vistas de San Sebasti¨¢n (a lo Andr¨¦ Kert¨¦sz) y la monumentalidad de la Roma fascista; el retablo de tipos humanos casi sovi¨¦tico (a lo Rodchenko) y el esteticismo imperial de los desnudos masculinos; la ¨¦lite y las masas; los yates y las casas de pescadores. Una colecci¨®n, en fin, en la que algunos descubrir¨¢n a un buen fot¨®grafo, otros a un maestro de la arquitectura moderna y algunos m¨¢s a un personaje de la historia pol¨ªtica de Espa?a. Aizpur¨²a fue las tres cosas y las tres hasta el fin, tr¨¢gicamente. Puro siglo XX.